La reforma previsional que está impulsando el gobierno, se contradice con su actuar cuando eran oposición y hoy les pasa la cuenta, por ese frenesí, por ese apuro desesperado, como si se fuera a terminar el mundo, y pasando la retroexcavadora que nos recuerda que en política nada es gratuito.

Entre tanto fracaso, como fue el proceso constituyente fallido, ese mamarracho donde el ejecutivo y sus colaboradores se jugaron la vida, como no recordar cuando llegaban a correr para no perder el avión para votar a favor de los retiros, estos jóvenes con pulmones vírgenes, venían a cambiarlo todo, hoy nos quieren hacer creer que están ofreciendo la pólvora, con su afán de marcar una firma, no importándoles que lo que las personas mayores y los pensionados requieren es mejorar sus pensiones.

El pasado te pasa la cuenta, el discurso del quienes ayer votaban en contra de distribuir ese 6% en un 3% a cuenta individual y otro 3% a reparto, hoy nos dicen que hay que aprobar rápidamente lo que ellos quieren, y distribuir el aporte del empleador, que es un impuesto al trabajo. La gente ya se manifestó que el 6% vaya directamente a la cuenta del trabajador y que aumente la PGU a $ 250.000. tal como lo señaló Francisco Vidal, hoy director de TVN, nombrado por Boric.

Ponerse de acuerdo con personas que un día dicen una cosa, al rato se desdicen, luego cambian de parecer, es cansador, pero peor es, disfrazar las palabras, cambiar las frases, ser ambiguo y querer aprobar a como de lugar, una reforma previsional que irá la mayor parte a reparto, llamándole solidaridad, ósea podría suceder que esos recursos se esfumen como sucede con las fundaciones truchas, y la respuesta de caiga quien caiga, no se aplica, es como dejar a un zorro a cargo del zoológico.

Todos queremos tener la tranquilidad y seguridad, que nuestros ahorros previsionales sigan siendo nuestros, que sean heredables, inembargables, jamás sean estatizados, y tener la libertad de elegir administrador, ya sea público o privado, que el 6% adicional de cargo del empleador, vaya íntegramente a la cuenta del trabajador. Basta de ser generoso con la plata ajena, basta de subir impuestos, basta de destinar ahorros a otros fines que no están contemplado en D.L. 3.500.

 

Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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