Un estallido estelar registrado hace dos décadas ha permitido a la NASA y a varias universidades estadounidenses descubrir el posible origen del oro en el universo. Esta revelación ayuda a explicar la existencia temprana de elementos pesados en galaxias formadas en las primeras etapas del cosmos.
La clave del hallazgo reside en un fenómeno extremadamente raro: una gigantesca erupción de un magnetar, una estrella de neutrones con un campo magnético miles de millones de veces superior al de la Tierra. El análisis de datos almacenados desde 2004 ha permitido detectar una señal secundaria que, hasta ahora, no tenía explicación.
NASA: Where Does Gold Come From? NASA Data Has Clues https://t.co/qnWB5gkEcD
— AAS Press Office (@AAS_Press) April 29, 2025
“Es una de las preguntas fundamentales sobre el origen de la materia compleja en el universo”, señaló Anirudh Patel, investigador de la Universidad de Columbia y autor principal del estudio. La formación de oro, platino o uranio requiere un entorno con abundancia de neutrones, y los magnetars, tras fracturarse internamente, podrían reunir las condiciones necesarias.
Una pista olvidada desde 2004
El 27 de diciembre de 2004, los satélites detectaron una gigantesca explosión de rayos gamma originada en la constelación de Sagitario. Junto al estallido principal, apareció una emisión más débil, registrada minutos después, que pasó desapercibida durante años. Este segundo pico energético coincide con las predicciones actuales sobre la creación de elementos mediante el proceso de captura rápida de neutrones, o proceso r.
La investigación, publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters, concluye que aquel flare pudo generar una cantidad de metales pesados equivalente a una tercera parte de la masa terrestre. Según Brian Metzger, científico del Flatiron Institute, “fue como resolver un enigma olvidado”. Los cálculos se confirmaron al revisar datos del satélite europeo INTEGRAL y otras misiones como RHESSI y Wind.
Discovery alert!
LSU astrophysicist Eric Burns helped confirm that gold has been made by magnetars—explosive neutron stars—since the universe was only 1% old!
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Hasta la fecha, la única fuente conocida de elementos pesados eran las colisiones entre estrellas de neutrones. Sin embargo, este tipo de eventos son escasos y se producen en etapas más recientes del universo. Las erupciones de magnetars, por el contrario, podrían haber ocurrido mucho antes y contribuir al 10 % de los elementos pesados que existen en la galaxia.
El modelo sugiere que, tras una fractura interna, el material de la corteza del magnetar es expulsado al espacio. En ese entorno extremo, los núcleos atómicos capturan rápidamente neutrones, generando átomos inestables que, al desintegrarse, se transforman en metales como el oro o el platino. Este proceso sería responsable de gran parte de los metales preciosos hallados en la Tierra.
El hallazgo pone de manifiesto que los componentes metálicos presentes en dispositivos electrónicos podrían tener un origen cósmico violento. “Es impresionante pensar que materiales de nuestros móviles o anillos proceden de explosiones tan extremas”, afirmó Patel.
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