El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, afirmó este miércoles que Rusia está «pidiendo demasiado» en su propuesta inicial de paz para poner fin a la guerra en Ucrania. Las declaraciones se dieron en una reunión organizada por la Conferencia de Seguridad de Múnich en Washington, donde Vance expresó una visión más optimista que la del presidente Donald Trump sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo.

“No diría que los rusos no están interesados en resolver esto”, señaló Vance. “Lo que diría es que están pidiendo un conjunto de concesiones que, en este momento, consideramos excesivas”.

Aunque evitó detallar los términos exactos de la oferta rusa, Vance enfatizó que la administración estadounidense busca superar el enfoque limitado en un alto el fuego de 30 días —propuesta rechazada por Moscú— y avanzar hacia una negociación directa entre líderes rusos y ucranianos con miras a un acuerdo duradero y realista.

“Los rusos han dicho que un alto el fuego de 30 días no está en sus intereses estratégicos. Por eso intentamos pasar esa etapa y centrarnos en una salida sostenible al conflicto”, explicó.

Consultado posteriormente, Trump no contradijo a su vicepresidente: “Es posible que él tenga razón”, dijo a los periodistas desde la Casa Blanca, dejando entrever que Vance podría tener información que él no maneja directamente, dada su atención en otros asuntos.

En un tono más conciliador, Vance evitó repetir las críticas que había lanzado previamente contra el presidente ucraniano Volodímir Zelensky y valoró la disposición de Kiev para dialogar. Sin embargo, subrayó que la falta de voluntad rusa para aceptar un alto el fuego inmediato representa un obstáculo importante.

Más allá de Ucrania: libertad de expresión e Irán

Durante su intervención, Vance también abordó otros temas sensibles en la agenda internacional. Recordó su participación en la cumbre de febrero en Alemania, donde sus comentarios sobre la libertad de expresión en retroceso en Europa generaron controversia. Esta vez matizó su postura: “No es ‘Europa mala, Estados Unidos bueno’. Es que creo que tanto Europa como Estados Unidos nos hemos desviado un poco, y animo a todos a volver al buen camino juntos”.

Respecto al programa nuclear de Irán, el vicepresidente evitó precisar el calendario de conversaciones con Teherán, pero fue claro al describir la posición de la administración Trump: el acuerdo nuclear de 2015, firmado bajo el mandato de Barack Obama, es considerado por Washington como débil en sus mecanismos de inspección y cumplimiento.

“Creemos que es posible llegar a un acuerdo que reintegre a Irán en la economía global y beneficie al pueblo iraní, pero que también asegure la eliminación completa de cualquier posibilidad de que obtengan un arma nuclear”, concluyó Vance.

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