Impacto causó el caso ocurrido este miércoles en un colegio de Puente Alto, donde ocho miembros de la comunidad escolar resultaron lesionados –entre ellos dos alumnos que fueron heridos con arma blanca– en medio de una riña que se produjo al interior del establecimiento.

De acuerdo a los antecedentes policiales, el incidente se originó en el casino del Colegio Industrial Las Nieves, donde hubo un conflicto entre algunos alumnos. Ante esto, dos estudiantes fueron a la sala de clases a buscar cortaplumas. Un asistente de convivencia escolar que se dio cuenta de la situación intentó detener la pelea, pero fue agredido por uno de los alumnos, iniciándose una riña entre más estudiantes, que dejó como saldo ocho lesionados, un detenido y la intervención de Carabineros al interior del colegio.

Pese al revuelo que ha causado este hecho, está lejos de ser el único episodio de violencia en que hay armas involucradas en los colegios del país.

Según datos de la Defensoría de la Niñez, en el último han constatado un aumento de este tipo de casos en los contextos escolares.

Si bien no quiso afirmar que «se está normalizado» el uso de armas en los colegios, la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, comentó que «estadísticamente, nosotros estamos haciendo una nota técnica acerca de los casos policiales en contextos educativos y puedo adelantar que solo entre enero y agosto de 2022 hubo un aumento del 73% en episodios que involucraban el uso de arma, en contextos del entorno (escolar)». «Por lo tanto, hay un tema en esta materia», sostuvo, en entrevista con radio Universo.

Ante esto, Muñoz llamó a que «esto deje de ser mirado como una responsabilidad netamente policial, porque es un tema mucho más profundo», que requiere la acción de distintos actores.

Consultada si la instalación de detectores de metales en los colegios ayudaría a evitar estos hechos, señaló que la Defensoría de la Niñez hizo «un análisis de la experiencia comparada y de los estándares de derechos humanos en esta materia» y que «lo que ha quedado demostrado es que eso no necesariamente inhibe la posibilidad del ingreso (de armas), y también puede gatillar afectaciones a derechos que pueden ser complejos».

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