El fiel colaborador por décadas de Benedicto XVI, el obispo alemán Georg Gänswein, no ha ahorrado esta semana críticas al Papa reinante Francisco, quien despidió este jueves con un solemne funeral al pontífice ultraconservador fallecido el pasado 31 de diciembre.

El hijo putativo del papa alemán, que renunció azotado por los escándalos y las intrigas, un religioso de 66 años conocido por su elegancia impecable y su severidad doctrinal, se comprometió a defender su legado a todo precio.

Una serie de entrevistas y anuncios lanzados durante la semana de duelo en el Vaticano, mientras los despojos del papa emérito todavía estaban expuestos en una capilla ardiente en la basílica de San Pedro, suscitaron polémica.

La decisión de Francisco de prohibir la celebración de la misa en latín pese a la rehablitación en 2007 de Benedicto XVI, «le partió el corazón», reveló Gänswein en una entrevista a medios alemanes.

«No me esperaba que se desataron las polémicas tan pronto», reaccionó el experto en historia de las religiones, Massimo Faggioli a propósito de las críticas de Gänswein.

En una entrevista al director del diario italiano La Reppublica, Ezio Mauro, divulgada en parte esta semana, el obispo sostiene que «el diablo ha actuado contra Benedicto XVI», al hablar de los «problemas» que debilitaron al pontífice emérito.

El obispo alemán, que participó en la preparación de las exequias del pontífice emérito y que según medios religiosos eligió inclusive el vestuario con que fue sepultado en una cripta en las llamadas grutas vaticanas, rechaza la idea de que Joseph Ratzinger tomara la decisión de abdicar por los escándalos sexuales, morales y económicos que marcaron su breve papado de 8 años.

«La palabra escándalo es un poco fuerte, pero es cierto que durante el pontificado hubo muchos problemas, Vatileaks (la filtración de documentos confidenciales del papa, ndr) y luego el IOR, el banco vaticano», reconoció.

«Pero es obvio que, como diría el Papa Francisco, la maldad, el malvado, el diablo, no duerme. Queda claro que golpea siempre en donde más duele», dijo.

Se teme también por lo que podría revelar en su libro de memorias sobre el llamado «mundo vaticano», que deberá salir a las ventas a mediados de enero.

Venganza, traiciones y reivindicaciones

Bajo el título en Italia de «Nient’altro che la veritá. La mia vita al fianco di Benedetto XVI» (Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI), de la editorial Piemme, el religioso, especialista en derecho canónico, ofrece «un retrato íntimo» pero también un testimonio de los enfrentamientos internos que marcaron el controvertido papado.

«Estas páginas contienen un testimonio personal de la grandeza de un hombre calmado, un fino estudioso, un cardenal y un papa que ha hecho la historia de nuestro tiempo», adelantó la editorial.

«Pero también son una narración en primera persona que trata de arrojar luz sobre algunos aspectos incomprendidos de su pontificado y describir desde dentro el verdadero mundo vaticano», advierte la nota.

«Gänswein conoce muchos de los secretos, y de los ‘pecados’ de la Curia vaticana. ¿Los usará para defender la memoria del Papa emérito?», se interroga Jesús Bastante, un atento observador de los asuntos vaticanos en la página Religión Digital.

«Pronto veremos si las memorias de Gänswein son una reivindicación de su vida, y de la del papa emérito, o un ‘ajuste de cuentas’ ante los ‘traidores’ que permitieron la renuncia y la soledad del hombre que, con su renuncia, abrió un nuevo hito en la bilenaria historia de la Iglesia», escribió.

Por ahora, el religioso se ha limitado a narrar y describir algunos de los momentos más intensos vividos desde que conoció al prestigioso teólogo y cardenal por primera vez en 1995, hasta cuando fue elegido papa y llegó luego a abdicar convirtiéndose en el primer pontífice en casi 600 años en renunciar a su cargo.

«Fui el último, el que apagó las luces cuando Benedicto XVI abandonó el Vaticano. Fue un momento muy emotivo y muy triste», confesó el religioso en la entrevista.

Muchos recuerdan en efecto las imágenes en directo entonces del llanto de Gänswein, todo un emblema de una vida dedicada al papa ultraconservador.

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