De acuerdo con diversos senadores oficialistas se dio el peor escenario, pues se incluyó en la norma la rebaja de la deuda y el reajuste de los precios base sin tope, con el compromiso de las autoridades de fijar un límite.

Con 23 votos a favor, la indicación de mutualización -presentada por los parlamentarios de la oposición, a través del senador Sergio Gahona (UDI)- fue declarada admisible por el Senado y con la misma cantidad de votos fue aprobada. Resultado que se dio producto de los senadores Demócratas y de la derecha, lo que generó preocupación en el gobierno, sobre todo para la discusión que viene en la reforma de pensiones.

Para algunos legisladores del oficialismo el resultado era una señal inquietante más que se suma a otras votaciones y al viaje que realizaron a Alemania -invitados por la Fundación Konrad Adenauer- los senadores Matías Walker y Ximena Rincón, junto al presidente de RN, Rodrigo Galilea, también miembro de la Cámara Alta. El hecho, complementado por las subterráneas negociaciones que podrían derivar en un pacto electoral entre la derecha y antiguas fuerzas que militaron en partidos de la Concertación, terminó por instalar una angustiante interrogante para el próximo período legislativo al regreso del receso legislativo de febrero, que comienza hoy.

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Dado el estrecho equilibrio de fuerzas que existe en el Senado, Walker y Rincón son clave para que el gobierno recién pueda empatar la votación de la derecha: 25 votos versus 25.

Sin embargo, si los legisladores Demócratas se alinean con la oposición, la alianza gubernamental queda en una minoría irremediable. En el mejor de los casos, el gobierno solo podría aspirar a lograr 23 votos (incluyendo a los tres senadores DC y a los independientes Fabiola Campillai y Karim Bianchi), mientras que las posturas de la derecha crecen de 25 a 27 votos.

Con esa mayoría, la oposición y Demócratas pueden imponer criterios en otros proyectos, como en la reforma previsional, incluso aprobando medidas que pueden ser cuestionadas del punto de vista constitucional, como ocurrió con la norma sobre la mutualización de la deuda de las isapres, que el gobierno ya anunció que pretende impugnarla en el Tribunal Constitucional, al inmiscuirse en facultades exclusivas del Presidente de la República en materias de seguridad social.

Consultado si la sintonía con la derecha es circunstancial o permanente, el jefe de bancada de Demócratas, Matías Walker, señaló que “nosotros siempre vamos a tener a las personas en el centro”. Y puso de ejemplo que en el debate previsional propusieron un 4,2% para cuentas individuales y 1,8% para un seguro de longevidad, tomando distancia de lo que propugnaba la derecha (6% a cuentas personales) y lo que planteó inicialmente el actual gobierno (6% para un fondo solidario).

Y agregó: “Lejos de estar alineados con los dos sectores, estamos en una postura intermedia (en materia previsional) que puede ser la base de un consenso. Así, estamos conversando con senadores de distintos partidos”.

La molestia oficialista

La inclusión de la mutualización generó molestia en los parlamentarios oficialistas, pues si se agrega este elemento, la deuda de las isapres quedaría en US$ 451 millones, menos de la mitad de lo que ha proyectado la Superintendencia de Salud, que, de acuerdo al último informe, calculaba que las aseguradoras deberían devolver a sus afiliados US$ 1.180 millones.

Incluso, una vez votada esta enmienda, diversos senadores advirtieron que se les había hecho un “perdonazo” a la industria. Eso sí, lo que más generó molestia fue la “inacción” del gobierno, pues pese a no estar de acuerdo con este concepto, no intentaron renegociar la votación. Y es que las autoridades, en más de una oportunidad, explicaron que no se incluyó la mutualización en el proyecto, porque transgrede el mandato de la Corte Suprema y el artículo 73 de la Constitución, lo que se traduciría en una nueva judicialización.

Y es que además la admisibilidad solo fue objetada por los senadores Juan Luis Castro (PS) y Daniel Núñez (PC). Y a diferencia de otras indicaciones -como el numeral 13 que establece el alza extraordinaria de los precios base-, los secretarios de Estado presentes, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, y el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, no intervinieron en este punto. En ese sentido, los senadores describen este episodio como la derrota del Ejecutivo.

El senador Daniel Núñez (PC) expresó que lo que lo que ocurrió el lunes en el sala fue “una colusión de las isapres y una colusión de senadores de derecha con el Partido Demócratas, que le ha provocado un daño irreparable a la democracia, al desconocer un fallo de la Corte Suprema”.

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En los pasillos del Senado describen al senador Sergio Gahona (UDI) como uno de los principales articuladores para que la mutualización quedara en la redacción del proyecto. Y es que fue él quien se reunió con diversos parlamentarios para explicar este concepto, y advertir que la cifra que proponía el gobierno podría significar la caída del sistema.

Con la nueva fórmula aprobada, los senadores oficialistas acudieron al ministro Elizalde para solicitarle que recurra al Tribunal Constitucional antes de que se apruebe en el Congreso. Sin embargo, y frente a la confirmación del titular de la Segpres que irán, pero después de la tramitación del proyecto, los legisladores afirmaron que por su cuenta le pedirán al TC que se pronuncie.

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