China reportó una importante suba en el número de hospitalizaciones por COVID-19 en la última semana, la del 15 de enero. Según un informe publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud, se trata del nivel más alto desde el inicio de la pandemia.
Según indica el documento, la cantidad de personas hospitalizadas por esta enfermedad en el gigante asiático aumentó un 70% de una semana a la otra, llegando así a 63.307.
De todas formas, la OMS aún aguarda los “datos provinciales detallados y desglosados por semana de informes” para poder tener una imágen más clara y precisa de la situación epidemiológica de cada región del país. En estos documentos que Beijing enviará se precisará, además, sobre 60.00 muertes hospitalarias adicionales relacionadas al covid-19 que fueron reportadas en el país la semana pasada y no habían sido incluidas en el recuento.
El pasado diciembre, el régimen de Xi Jinping dispuso el fin de las estrictas políticas de COVID-Cero a raíz de una serie de protestas que estallaron en varias ciudades del país. Esta decisión provocó un descontrol de la situación epidemiológica en el país, dado que los largos aislamientos no permitieron que la sociedad lograra una inmunidad de rebaño, sumado a que gran parte de la población no había recibido las dosis de refuerzo.
En este contexto en el que, además, China se niega a brindar demasiada información por su política de hermetismo y control, la OMS ha advertido que Xi Jinping está subestimando la magnitud del brote luego de que, este jueves, se refiriera a una “nueva etapa” en la prevención de la pandemia de COVID en el país, en la que el virus ha “descendido en su patogenicidad”.
También, han reiterado su pedido por datos más detallados, como la cantidad de muertes, el exceso de mortalidad y las secuencias genéticas, que permitan detectar de manera temprana una nueva variante.
Sin embargo, en las últimas horas, el propio Xi admitió estar preocupado por la rápida suba de casos de coronavirus, principalmente en las áreas rurales del país, donde la infraestructura sanitaria es “relativamente más débil”.
El anuncio se dio a tan sólo horas de que comenzaran los festejos por el Año Nuevo Lunar -que tiene lugar entre el 20 y el 28 de enero- y que, tradicionalmente, provocan el desplazamiento de miles de ciudadanos por todo el país e incluso al exterior. Sin embargo, para muchos, la temporada alta de viajes comenzó oficialmente el 7 de enero, lo que explica estas subas en los casos.
Xi alertó de los riesgos de volver a los lugares de origen dado que en las áreas al interior del país, los trabajos de prevención “tienen un alto grado de dificultad”. A su vez, la visita a familiares de mayor edad supone un riesgo para este sector de la población que está más propenso a desarrollar un cuadro de gravedad, de contraer el virus.
Es por ello que Beijing pidió a las autoridades locales “fortalecer los servicios anti epidémicos” ante el “regreso de trabajadores migrantes y estudiantes” a sus hogares. También, demandó protección para los “enfermos, ancianos, niños y mujeres embarazadas” de las zonas alejadas de los núcleos urbanos, a la par que señaló la necesidad de “proteger en la mayor medida la salud de los campesinos” para que pasen unas fiestas “seguras”.
Estimaciones de la compañía británica de análisis del sector sanitario Airfinity apuntan a que en esta semana de vacaciones por el Año Nuevo Lunar, la cifra de muertes por el virus podría alcanzar las 36.000 diarias.
(Con información de Reuters)
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