Bajo la presión de sus socios, Alemania autorizó este miércoles el envío de tanques de combate Leopard a Ucrania, que los reclamó con insistencia para defenderse mejor de la invasión rusa.

Alemania entregará a Ucrania 14 tanques Leopard 2A6 procedentes de las reservas de su Ejército, anunció el vocero del gobierno, Seffen Hebestreit, tras un consejo de ministros.

Al mismo tiempo, Berlín permitirá a los países europeos que lo deseen suministrar a Kiev los blindados que tienen, tal como venía exigiendo Polonia, muy activa en esta cuestión.

«El objetivo es reunir rápidamente dos batallones de tanques Leopard 2 para Ucrania», dijo el portavoz alemán.

Poco antes de conocerse la decisión, el Kremlin avisó que estos tanques «arderán, al igual que todos los demás».

Ucrania, a su vez, se congratuló por este «primer paso» de Berlín.

El portavoz Hebestreit detalló que el entrenamiento de las fuerzas ucranianas en el uso de estos tanques «comenzará pronto» en Alemania.

El paquete acordado tras unas intensas negociaciones con los aliados de Ucrania incluye apoyo logístico, munición y mantenimiento de estos tanques de combate.

«Esta decisión concuerda con nuestra línea, que consiste en apoyar a Ucrania con todas nuestras capacidades. Actuamos de manera estrechamente coordinada y concertada a nivel internacional», dijo en el comunicado el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.

Un activo codiciado

El Leopard es un tanque pesado que según los especialistas podría romper las líneas rusas en el este de Ucrania, cuando acaban de cumplirse once meses de la invasión.

Esos tanques están muy extendidos por Europa, pero para ser enviados a Kiev era necesaria la autorización de Alemania, que en ese sentido recibió una tremenda presión de sus socios de la OTAN en los últimos días.

«Tenemos que darle a Ucrania sistemas más pesados y más avanzados, y tenemos que hacerlo más rápido», dijo el martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras entrevistarse en Berlín con el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius.

Desde Moscú, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo este miércoles que Occidente «sobrestima el potencial que (los tanques) podrían darle al Ejército ucraniano». «Esos tanques arderán, al igual que todos los demás. Son demasiado caros», enfatizó.

Del lado occidental, las primeras felicitaciones por la decisión de Berlín no tardaron en llegar.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que había presionado con fuerza en los últimos días, dio las gracias a Berlín. «Es un gran paso para detener a Rusia. Juntos somos más fuertes», afirmó.

Los Leopard «reforzarán la potencia de fuego defensiva de Ucrania» y son «la decisión correcta», dijo el primer ministro británico Rishi Sunak, cuyo país anunció recientemente el envío de 14 tanques pesados Challenger 2 a Ucrania.

Francia dijo felicitarse de la decisión alemana. El gobierno del presidente Emmanuel Macron todavía no decidió si enviar a Ucrania sus propios tanques Leclerc.

Según los analistas, las vacilaciones de Alemania se debieron al temor a una escalada militar con Rusia. La cuestión provocó tensiones en el seno del gobierno de coalición, entre el Partido Socialdemócrata de Scholz, los Verdes y los Liberales.

Según el Wall Street Journal, que cita a altos funcionarios norteamericanos, Estados Unidos se plantea a su vez enviar sus tanques de asalto Abrams M1, cosa que hasta ahora se negaba a hacer por supuestas dificultades de mantenimiento y formación.

El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antonov, aseguró que si Washington entrega tanques a Ucrania demostrará quién es «el verdadero agresor en el actual conflicto».

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