La noticia cayó como una bomba en el Socialismo Democrático. Entre aplausos, gritos y saltos, el comité central del Partido Socialista realizado este sábado se puso de pie ante el anuncio emitido por la timonel de la tienda, Paulina Vodanovic, sobre que la expresidenta Michelle Bachelet está dispuesta a competir en las elecciones de consejeros constituyentes, programada para el próximo 7 de mayo.
Bachelet, eso sí, puso una importante condición. Desde la bancada de diputados PS aseguran que ella estaría dispuesta a asumir una candidatura, pero solo en el caso de que los 10 partidos del oficialismo, además de la Democracia Cristiana, concuerden integrar una lista única, sin exclusiones.
Pero el desafío no es menor, ya que también la tarde del sábado el consejo general del PPD ratificó -con el 94% de aprobación- la decisión de su comisión política sobre competir en una lista aparte de Apruebo Dignidad, coalición que agrupa al Frente Amplio y al Partido Comunista.
Previo a eso, desde el PPD se enfatizó en reiteradas ocasiones su voluntad de diferenciar las coaliciones en los comicios. El exsenador Guido Girardi (PPD), incluso, tildó de “lista del indulto” la eventual unión electoral del oficialismo, en referencia a la seguidilla de problemas que ocasionó el beneficio otorgado por el gobierno a 13 condenados.
Así, con la carta de Bachelet sobre la mesa, una enorme responsabilidad recayó en la espalda del PPD, partido encabezado por Natalia Piergentili. Y es que el jefe de bancada de los diputados socialistas, Marcos Ilabaca, explicitó que “la presidenta fue súper clara: ella quiere una lista unitaria y en el momento en que exista esta lista, ella va a ser candidata”.
De esa forma, la bajada de la eventual candidatura de Bachelet, desde el punto de vista de los socialistas, sería responsabilidad del PPD y aquellos otros partidos que prioricen emprender un rumbo electoral propio, como lo hizo el sábado pasado el Partido Radical.
Pero eso no es todo. Antes del anuncio de Vodanovic sobre Bachelet, el PPD también jugó su carta más fuerte. Poco antes de las 11 horas se anunció que el expresidente Ricardo Lagos (PPD) tendría una intervención inesperada en el consejo nacional del partido.
A través de Zoom, el exmandatario afirmó, aunque sin hacer referencia explícita al debate sobre las dos listas, que “para dar más fuerza al gobierno tiene que haber una expresión fuerte y solidaria del Socialismo Democrático, que el PPD está llamado a encarnar junto a las otras fuerzas (…). No es dramático el que para defender una coalición de gobierno entendamos que el PPD debe ser capaz de encabezar un amplio conglomerado en donde democratacristianos, radicales y socialistas democráticos puedan participar activamente (…)”.
Así, se evidenció un enfrentamiento entre la voluntad de ambos exmandatarios. Por un lado, Lagos reforzó la idea de formar una lista sin Apruebo Dignidad. Por el otro, Bachelet puso como condición para competir que los 10 partidos oficialistas, desde el Partido Comunista hasta el PPD, acuerden integrar una sola lista.
Los anuncios de ambos expresidentes hacen más complejas las discusiones que los partidos oficialistas deberán desarrollar de aquí al 6 de febrero, fecha en que deben ser inscritas las listas electorales. Y es que, pese a las decisiones de sus respectivas instancias partidarias, y en consideración de que las resoluciones del PPD y el PS se contraponen, la responsabilidad de tomar una decisión finalmente recae en las directivas de las tiendas.
La primera en dar luces de cómo podría incidir la irrupción de Bachelet en el plano electoral fue Piergentili, quien señaló que “la presencia de la expresidenta en el debate es muy valiosa, pero creemos que no solo nuestro partido, sino también la DC, el PR y el PL han sido enfáticos respecto de cómo quieren llevar adelante este proceso electoral, de modo que, al contrario, esperamos que el PS se sume a la lista del Socialismo Democrático”.
Asimismo, la timonel PPD descartó que la condición de Bachelet signifique una presión para los partidos del Socialismo Democrático que han optado por ir en listas separadas. “No es una presión, no es una definición que ponga en jaque o que ponga en duda el liderazgo de la presidenta Bachelet. Es una definición consciente que ha venido tomando el PPD, por lo tanto, espero que ella no decline ser candidata por el PS, y que el PS integre la lista del Socialismo Democrático”, remarcó Piergentili.
En tanto, tras concluir el comité central del PS, Vodanovic señaló que Bachelet “me autorizó para anunciar que ella está disponible para liderar esta lista de unidad progresista (…). Cada partido tiene sus derroteros propios, sus caminos institucionales propios. Pero nada es óbice a que podamos seguir conversando y discutiendo. Confío en que la presencia de la presidenta dé garantías de inclusión”.
Sobre este dilema, el presidente de los radicales, Leonardo Cubillos, manifestó que “los planes de segunda lista no se mueven”. Según explicó, porque el debate no se basa en quién las pueda encabezar. “Se trata de un problema más profundo, que no ha entendido Apruebo Dignidad. Ir en dos listas permite que este gobierno tenga una proyección más allá del 7 de mayo, para concretar las reformas que se ha propuesto”, justificó.
Lo cierto es que al menos dentro del PPD y el Partido Radical están bastante seguros de que no se dejarán convencer por el PS. De hecho, junto a la DC, ya han avanzado en detalles de lo que será su trabajo en conjunto, como en simulaciones electorales y la creación de un comité comunicacional instalado en la sede de los radicales. Se juntan ahí, dicen, porque el PPD comparte sede con el Partido Liberal y no quieren que sus planes se escuchen.
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