La economía cerró el 2022 con un alza de 2,7%, y si bien para este año, las perspectivas apuntan a una contracción, las discrepancias radican en la magnitud de la caída. En Hacienda esperan una merma de 0,5%, el Banco Central prevé un rango entre -0,75% a -1,75%, y ahora se sumó una nueva previsión.

Se trata de la actualización de la proyección que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene para Chile. Si a inicios de octubre el organismo internacional preveía para Chile una caída de 1% en el informe World Economic Outlook (WEO), y a fines del mismo mes -en el marco del informe preliminar anual sobre el país- la redujo a 1,3%, ahora se profundizó esa contracción hasta -1,5%, siendo el único país de la América Latina y el Caribe que tendrá una contracción. La nación que más crecerá este año sería Venezuela con 6,5%, seguido por Paraguay con un alza de 4,3%, Uruguay con un 3,6%, Ecuador 3%. (Ver tabla).

La caída esperada para Chile se debe a que el país fue el que más fuertemente expandió su economía en 2021, impulsado medidas de estímulos y liquidez para las familias y empresas. A ello se sumaron los tres retiros de los fondos de pensiones. Esa combinación de factores más el contexto internacional llevó a que la inflación cerrara el año pasado en 12,8% su mayor nivel en 31 años.

Esto trajo como consecuencia que el Banco Central subiera fuertemente su Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta 11,25% frenando el consumo de corto plazo. El ajuste ya comenzó el año pasado, específicamente en el cuarto trimestre con una caída del PIB de 1,6% y por ello, ahora se espera una contracción anual.

La mirada del FMI

En las conclusiones finales de su directorio ejecutivo respecto del informe del staff de la institución sobre Chile, en el marco del tradicional Artículo IV, publicado el 20 de enero recién pasado, el FMI dijo sobre Chile que “se prevé que el crecimiento interanual del PIB continúe ralentizándose en el último trimestre de 2022 y que se recupere en el último trimestre de 2023. Dada la contracción monetaria y la brecha del producto negativa, se proyecta que la inflación converja hacia la meta a finales de 2024. Se prevé que el déficit en cuenta corriente retorne gradualmente al promedio histórico de aproximadamente 3 por ciento del PIB, gracias al adecuado plan estructural de consolidación fiscal de las autoridades y el tipo de cambio flexible”.

También argumentó que hay riesgos a la baja, pero que “la resiliencia de Chile está apuntalada por fundamentos económicos y políticas sumamente sólidos”. Entre estos riesgos externos está una mayor y repentina desaceleración mundial, condiciones financieras más restrictivas, shocks en precios de commodities. Mientras, por el lado interno, los riesgos están “sobre todo a la posibilidad de que la alta inflación persista por más tiempo de lo previsto, al malestar social por los altos precios de los alimentos y la energía, o la demora en la atención de las demandas sociales”.

Para la inflación, en tanto, espera que se reduzca desde el 12,8% con que cerró 2022 hasta un 5% hacia fines de 2023. Esta proyección se ubica por arriba de lo que el Banco Central tiene considerado en su último Informe de Política Monetaria (IPoM).

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