El hallazgo de documentos clasificados en su residencia privada se convirtió en un escándalo inusitado para Joe Biden. Mientras la Casa Blanca intentar controlar las repercusiones, una oficina del gobierno de Estados Unidos le pidió a expresidentes y exvices que revisen sus pertenencias. El pedido llegó a Donald Trump, a quien la Justicia ya investiga por el supuesto manejo irregular de información clasificada, pero también a otros como Barack Obama y George W. Bush.
La cuestión se agravó días atrás cuando se conoció que también el exvicepresidente de Trump, Mike Pence, también tenía registros secretos. Si bien el dirigente republicano señaló que “no tenía conocimiento” de esos registros, la manipulación de archivos confidenciales de los funcionarios que dejan el poder se convirtió en un asunto delicado en el país.
En ese contexto, la oficina de los Archivos Nacionales de Estados Unidos hizo un llamado para que los expresidentes y exvices hasta la era de Ronald Reagan (1981-1989) chequeen sus pertenencias y se fijen si, por si acaso, tienen documentos secretos. Lo hicieron mediante una carta dirigida a sus representantes, según consignó la agencia AP.
Los Archivos enviaron la carta a los representantes de los expresidentes Donald Trump, Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton, George H.W. Bush y Ronald Reagan, y de los exvicepresidentes Pence, Biden, Dick Cheney, Al Gore y Dan Quayle.
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