Eran las 12.45 horas del lunes cuando en La Moneda el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, les daba la bienvenida a los exministros del gobierno de Sebastián Piñera. Las exautoridades habían llegado a una reunión para aportar con sus experiencias sobre la forma cómo habían enfrentado los incendios forestales de 2017 y 2019.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, se sumó unos minutos después, y se mantuvo en silencio, anotando en su libreta todo lo que ahí se sugería. Entre esas recomendaciones, la que hizo el exministro de Agricultura Antonio Walker llamó la atención:
-Hay personas muy importantes que han estado a cargo de los equipos, comandando la emergencia de los incendios, que no han sido consideradas y deberían reintegrarlas a la toma de decisiones- planteó el exministro de Agricultura.
Walker hablaba de Aída Baldini, una ingeniera forestal que entre el 2018 y 2022 había sido gerenta de Incendios en Conaf, pero que en abril, y a propósito del cambio de gobierno, había sido removida de su cargo y destinada al área de plagas forestales, lejos del fuego.
Los exministros ya habían sugerido en privado que la reintegraran, pero un día después de la reunión en La Moneda, ya estaba colaborando dentro del equipo de la cartera y participando en las reuniones.
La escena es una más de la serie de gestiones que el gobierno ha puesto en marcha ante la gravedad de la situación que hasta ahora ha dejado 24 personas fallecidas, consumido 370 mil hectáreas y afectado a 1.250 viviendas.
Conscientes de que esto significa la primera gran prueba de su gestión al mando del país, en La Moneda -después de un año cargado de problemas y crisis políticas- saben que tienen que demostrar que son capaces de lidiar con esta emergencia y estar a la altura de las exigencias.
De ahí entonces -comentan en el gobierno- la disposición a escuchar a la oposición, así como a actuar en forma colaborativa con organizaciones civiles y con el mundo empresarial. De hecho, el domingo, el Presidente -quien interrumpió sus vacaciones el viernes antepasado- se reunió con los representantes de las empresas de la zona en peligro, acompañado de la ministra Camila Vallejo. Y mientras el primero dijo por Twitter que el mundo público y privado se necesitan para salir “juntos adelante”, la vocera señaló a la prensa -flanqueada por los empresarios- que “el mundo privado ha sido clave en la logística, en la gestión de movilización de maquinaria pesada para cortafuegos, para labores de limpieza” , entre otras declaraciones.
El Mandatario, quien al decidir volver a sus labores se encontraba en Coyhaique, coordinó su regreso con la Fach. Viajó en helicóptero hasta el aeropuerto de Balmaceda y desde ahí en avión a Concepción.
Al llegar, se encontraba solo con un periodista, pero sin su equipo completo, quienes lo esperaban en Santiago. Su pareja, Irina Karamanos, en tanto, se quedó unos días más en el sur del país y volvió a Santiago.
El Presidente Boric canceló sus vacaciones y ha estado en todas las regiones afectadas por los incendios.
Las primeras alertas de que lo que venía era grave comenzaron las últimas semanas de enero. Por esos días, el debutante Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) ya había declarado alerta roja para Quillón y Chillán Viejo, en Ñuble, por la presencia de incendios en ambos lugares.
A fines de noviembre se habían realizado las primeras reuniones interministeriales en Interior para enfrentar la inminente emergencia en un verano que los expertos advertían batiría varios récords de temperatura. Se adoptaron medidas especiales, como incrementar el presupuesto para incendios a $ 83.816 millones, un 22% más que el destinado para la temporada pasada . El nuevo Senapred (ex Onemi), que inició sus funciones el 1 de enero, también era una carta que daba tranquilidad a las nuevas autoridades.
Sin embargo, nadie predijo lo que vino el jueves 2 de febrero en la zona centro-sur del país. Ese mismo día, el Presidente Gabriel Boric iniciaba sus vacaciones en vuelo comercial con destino a la Patagonia y la discusión de las listas electorales para el Consejo Constitucional -en especial la disputa entre el PS y el PPD de ir en lista conjunta o separada- se tomaba la agenda política.
Pero mientras eso ocurría, los incendios se ampliaron a 12, con foco en Ñuble, los cuales obligaron a cerrar una autopista, suspender faenas y evacuar un hospital. A partir de ahí, el fuego solo creció.
“El megaincendio de Santa Juana, donde se concentró el mayor número de fallecidos, equivale a tener un incendio continuo entre Santiago y Rancagua” , señala el presidente de Corma (gremio que reúne a las empresas forestales), Juan José Ugarte, para explicar la magnitud de lo acontecido.
Cuatro días después -es decir, el lunes 6 de febrero-, la ministra Tohá entregaría otra cruda comparación. “Lo que se suele quemar en dos años se ha quemado en sólo cinco días” , dijo.
Tohá, en conjunto con Monsalve y la ministra de Defensa, Maya Fernández, han estado al centro de la coordinación de la emergencia, y el mundo del Socialismo Democrático se ha encargado de hacerlo saber.
Mantienen línea directa con Boric, quien personalmente se ha hecho cargo de gestionar la ayuda internacional, además de mantenerse muy activo con los ministros en terreno, a quienes llama permanentemente o les envía mensajes a través de Signal.
El subsecretario socialista ha estado al mando de la operatividad, mientras que Fernández coordina con las Fuerzas Armadas presentes en las zonas de catástrofe, la titular de Interior se ha encargado –junto al Mandatario- de la distribución de autoridades en terreno y del aspecto comunicacional, un tema clave en una crisis como esta. Porque pese al dramatismo que significa un incendio de estas dimensiones, La Moneda vio tempranamente una oportunidad para dar una señal de unidad en el país, en momentos en que la popularidad del gobierno es muy baja.
La rutina por estos días ha sido así: todas las mañanas la ministra del Interior en conjunto con el subsecretario asisten a la reunión con el Comité de Riesgo de Desastres (Cogrid). Luego de eso, ambas autoridades le reportan la información al Presidente, a quien le ha importado especialmente cumplir con el protocolo y que la institucionalidad esté operando correctamente.
En el gobierno señalan, además, que los incendios han tenido un efecto de unidad en el gabinete, que hasta ahora no se había percibido en otros temas. “El cambio de gabinete dejó de ser tema”, señala una fuente de Palacio.
Y eso también apunta al área comunicacional. La Secom -cuyo director, Pablo Paredes, también aparecía en la lista de los posibles “salientes” en marzo- ha tenido una buena evaluación entre las distintas carteras en esta pasada. Los ministerios celebran que ahora reciben constantemente sus minutas con las bajadas comunicacionales.
El llamado a la unión de los chilenos y chilenas ha estado presente en todas las intervenciones diarias de Boric. Otra de las bajadas comunicacionales es que primero hay que apagar el fuego, preocuparse de la gente y después preocuparse de perseguir responsabilidades.
La tarde del martes, Tohá convocó a La Moneda a los jefes de Comunicaciones de todos los ministerios. En la reunión, en la que también estuvo presente Pablo Paredes, la ministra les instruyó que transmitieran a sus ministros y a sus equipos que había que destacar la nueva institucionalidad de emergencia, Senapred , ley que promulgó el expresidente Sebastián Piñera en julio de 2021.
A eso se le sumó la instrucción de destacar los avances, esfuerzos y aprendizajes del sector público y privado para enfrentar los incendios forestales en el país, luego de la llamada “tormenta de fuego” en 2017.
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