La mayor salida de fondos del Ahorro Previsional Voluntario (APV) que administran las AFP desde que se creó este instrumento de inversión. Ese es el récord que se registró durante 2022, ya que al cierre del año pasado las personas retiraron $608.223 millones (unos US$697,2 millones), lo que significa un incremento de 48% versus las salidas que se produjeron en 2021, que era el ejercicio que hasta ahora tenía el máximo, por lo que alcanzó un nivel nunca antes visto.
Es más, por primera vez un año termina anotando más retiros que depósitos de APV, al menos al ver las cifras desde que en 2008 se incorporó un nuevo régimen tributario para los aportes de APV. Esto, considerando que según los datos que consolida la Superintendencia de Pensiones durante todo el año pasado se depositaron $573.922 millones (US$657,9 millones) en los APV que administran las AFP, lo que significa un alza de 23% en comparación a los depósitos que se hicieron durante 2021. Así, en el neto, considerando los depósitos menos los retiros, se sacaron $34.301 millones (US$39,3 millones).
Al ver el mes en que se sacaron más recursos en la historia del APV (desde 2002), el récord se registró en 2021, cuando en noviembre las personas hicieron retiros por $78.075 millones (US$89,5 millones). Luego se posiciona noviembre de 2022, con retiros por $65.627 millones (US$75,2 millones). Y en tercer lugar está diciembre de 2021 con retiros por $62.863 millones (US$72,1 millones).
La directora de Brain Invest, María Eugenia Jiménez, atribuye este incremento en los retiros a varios factores. Primero, producto de las personas que destinan sus APV a financiar pensión y traspasan este ahorro voluntario a compañías de seguros para solventar rentas vitalicias, por ejemplo.
Sin ir más lejos, el número de nuevos pensionados que hubo al cierre del año pasado también batió todos los récords, ya que por primera vez superaron los 200 mil para un periodo enero-diciembre, marcando un nivel no visto desde que hay registro (2004). En total, durante 2022 se pensionaron 206.805 personas, lo que significó un alza de 60,5% en comparación a 2021.
Eso puede explicar una parte del alza. Pero Jiménez también menciona otros factores, como por ejemplo, personas que necesitaban dinero para financiar sus gastos y tuvieron que retirar fondos, en medio de un año donde se acabaron ya los retiros de las AFP y las ayudas estatales. Otro elemento que señala la ejecutiva es el temor a la reforma previsional y el plebiscito de salida por la nueva Constitución, o los cambios al sistema de pensiones que fueron tema de debate durante el año pasado.
Por su parte, la jefa de estudios previsionales de Alfredo Cruz y Cía, Bernardita Infante, comenta que se han producido salidas de fondos de APV desde las AFP a otras instituciones. “La confianza en la norma que regula las AFP se ha debilitado en los usuarios, por lo tanto, durante el 2022 han buscado nuevas alternativas de inversión de estos fondos”, sostiene.
Asimismo, Infante también dice que después de la pandemia y el proceso constituyente creció el número de pensionados en 2022, “utilizando sus fondos de APV para financiar rentas vitalicias, lo que significa sacar los fondos de las AFP. En este sentido, hay que considerar que los fondos tipo E en las AFP, que es uno de los más usados por las personas ad portas de pensionarse, tuvieron en general rentabilidades del 8% real. Por lo tanto, hubo una recuperación del capital respecto del 2021″.
El tercer factor al que apunta Infante es al “incremento durante el año 2022 de las tasas de interés”, porque explica que eso “ha generado aumento en la venta de productos de APV con rentabilidad garantizada, asociados a pólizas de seguros”, donde a diferencia de las AFP, se ofrece una rentabilidad que incorpora una garantía de UF más algún porcentaje.
Respecto a lo anterior, Infante detalla que “esto ha generado una corrida de capitales a estos instrumentos. Ello, en contraposición con las rentabilidades que tuvieron las AFP durante el año 2022 en los fondos accionarios (A, B, C), que fueron hasta -20% en el caso del fondo A, -15,8% en el fondo B y -9,21% en el caso del Fondo C. Por lo tanto, hay una búsqueda de instrumentos más seguros no solo como resguardo, sino como una forma de ´recuperar´ rentabilidad, considerando la inestabilidad accionaria y del dólar”.
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