El presidente Joe Biden dijo el lunes a los residentes en Estados Unidos que los sistemas financieros del país son sólidos, tras la rápida y sorprendente quiebra de dos bancos que hizo temer una convulsión más amplia.
“Los estadounidenses pueden confiar en que el sistema bancario es seguro”, dijo desde la Sala Roosevelt antes de un viaje a la Costa Oeste. “Sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten”.
Los reguladores estadounidenses cerraron el Silicon Valley Bank el viernes después de que sufriera una corrida bancaria tradicional, en la que los depositantes se apresuraron a retirar sus fondos todos a la vez. Se trata de la segunda mayor quiebra bancaria de la historia de Estados Unidos, sólo por detrás de la de Washington Mutual en 2008.
Como muestra de la rapidez con la que se estaba produciendo la hemorragia financiera, los reguladores anunciaron que el Signature Bank, con sede en Nueva York, también había quebrado.
El presidente, desde la Sala Roosevelt poco antes de la apertura de los mercados estadounidenses, dijo que intentaría responsabilizar a los culpables y presionó para que se mejorara la supervisión y la regulación de los grandes bancos.
“Voy a pedir al Congreso y a los reguladores bancarios que refuercen las reglas para los bancos, de modo que sea más improbable que se repita este tipo de quiebra bancaria”, dijo en declaraciones televisadas desde la Casa Blanca.
Biden añadió que “la dirección de estos bancos será despedida”.
Asimismo, Biden prometió que ninguna pérdida correría a cargo de los contribuyentes.
“El dinero procederá de las cuotas que los bancos pagan por el seguro de depósitos”, afirmó.
Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña tomaron medidas extraordinarias para evitar una posible crisis bancaria.
Los reguladores estadounidenses trabajaron durante todo el fin de semana para encontrar un comprador para el Silicon Valley Bank, que tenía más de 200.000 millones de dólares en activos y abastecía a las empresas tecnológicas de nueva creación, a las empresas de capital riesgo y a los trabajadores bien remunerados del sector tecnológico.
Aunque esos esfuerzos parecían haber fracasado, las autoridades aseguraron a todos los clientes del banco que podrían acceder a su dinero el lunes.
El Banco de Inglaterra y el Tesoro británico comunicaron a primera hora del lunes que habían facilitado la venta de la filial londinense del banco de Silicon Valley a HSBC, el mayor banco europeo, garantizando la seguridad de 6.700 millones de libras (8.100 millones de dólares) en depósitos.
Las garantías formaban parte de un amplio programa de préstamos de emergencia destinado a evitar una oleada de avalanchas bancarias que amenazaría la estabilidad del sistema bancario y de la economía en su conjunto.
/psg