La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) bloqueó decenas de miles de millones de dólares depositados allí por startups y fondos de capital privado, lo que hace temer una onda expansiva en todo el sector tecnológico.
“El socio financiero de la economía de la innovación” era el eslogan con el que se presentaba el SVB, puesto el último viernes bajo el control del regulador estadounidense FDIC para evitar daños mayores.
“Ellos conocían a la comunidad de emprendedores”, dijo a la AFP Joseph DeSimone, profesor de la Universidad de Stanford y fundador de varias start-ups. “Nos ayudaban a reclutar gente, (…) asesoraban a nuevos directivos, (…) Su desaparición es una auténtica pérdida”, estimó.
SVB se jactaba de tener “casi la mitad” de las empresas tecnológicas y biocientíficas financiadas por inversores estadounidenses.
La declaración de quiebra permitirá que cada cliente recupere hasta 250.000 dólares, el máximo garantizado por la FDIC, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos. Pero, según el informe anual de SVB, la parte de los depósitos no asegurados ascendía a aproximadamente el 96% del total de los 173.000 millones de dólares confiados al banco.
La FDIC dijo el viernes que la devolución de estos fondos dependería de los montos recuperados de la venta de activos del banco, un proceso a menudo largo y con ganancias inciertas.
“Las verdaderas víctimas de la caída de SVB son los depositantes: las start-ups con 10 a 100 empleados, que ya no pueden pagar salarios, tendrán que poner a la gente en paro técnico o despedir el lunes”, reaccionó en Twitter Garry Tan, CEO de Y Combinator, una incubadora de empresas jóvenes.
“Dentro de un mes o dos, habremos aniquilado a una generación de start-ups estadounidenses”, advirtió el directivo. “Son años de innovación estadounidense los que están en juego”.
“No saldrás indemne”
La desaparición del banco californiano “podría destruir un importante motor de la economía a largo plazo, ya que las empresas respaldadas por capital de inversión dependían de SVB para sus préstamos y sus presupuestos”, tuiteó el inversionista activista Bill Ackman.