El Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó esta semana que Chile será el único país de la región que mostrará una caída en el PIB en 2023 según sus estimaciones, aunque este jueves restó dramatismo a ese hecho y destacó la mejora en la proyección del país y también el funcionamiento de sus instituciones.
En Washington DC, el director interino para el Hemisferio Occidental de FMI, Nigel Chalk, consultado por Pulso al respecto, indicó que “Chile es el único país que vemos tendrá una contracción este año en la región, pero creo que eso hay que verlo en su contexto. Chile creció 14% durante los últimos dos años, así que creemos que va a haber un poco de retroceso y se va a contraer 1% este año, pero Chile se encuentra todavía en bastante buena forma para salir de esa situación muy rápidamente”.
El World Economic Outlook (WEO) del FMI, dado a conocer este martes, mejoró la proyección de PIB de Chile desde una caída de 1,5%, a una de 1% para este año.
El experto explicó que, por esto, los datos para 2023 muestran que “hay algún ajuste moderado, pero creo que cuando se sale de un shock tan grande, cuando tanto la oferta como la demanda cambian en niveles tan grandes debido a la pandemia, no es de extrañar que habrá algunos baches. Pero Chile va a volver a tener un crecimiento fuerte”.
Reforma tributaria
La última revisión de los datos de Chile realizada por el FMI se efectuó el pasado enero. Entre ese momento y ahora la reforma tributaria que estaba en marcha fue rechazada por el Congreso.
Sobre el impacto que ve el FMI de esta decisión y la visión hacia adelante del país, Chalk puntualizó que “Chile tiene un marco institucional realmente fuerte, tanto para la política fiscal como para la monetaria. Creo que eso se refleja en los inversores extranjeros, si nos fijamos en los diferenciales de la deuda pública. Hay mucha confianza en el sistema de gestión económica de Chile”.
Sin embargo, agregó que “nosotros pensamos que la reforma tributaria es necesaria, vemos que hay un montón de necesidades de gasto en la economía, incluido el gasto social que será importante financiar, por lo que necesitarán más ingresos. También vemos que hay muchas buenas ideas, y creo que la clave ahora es que el gobierno intente trabajar con el Congreso y encontrar un terreno común para sacar adelante esa reforma tributaria”.
Chalk afirmó que mientras antes pase eso, mejor será para el país. “Tan pronto como eso suceda, mejor, como he mencionado antes. La incertidumbre no es muy buena para la inversión y el consumo, y creo que tener más certeza acerca de cómo será la reforma tributaria es bueno”.
Visión de la región
Chalk entregó su mirada de lo que espera para la región y puso especial énfasis en el rol más restrictivo que debería jugar la política fiscal para ayudar a reducir la inflación, que es un problema en gran parte de los países de América Latina.
“El estímulo fiscal de 2020, que fue fundamental para apoyar a las economías durante la pandemia, se ha retirado en gran medida, pero para este año se espera una política fiscal esencialmente neutral en la mayoría de los países. Una orientación más restrictiva ayudaría a desacelerar la demanda interna, permitiendo que las tasas de interés comiencen a bajar más pronto. Esto reduciría posibles riesgos para la estabilidad financiera derivados de mantener las tasas altas por un tiempo prolongado y ayudaría a reducir los niveles de deuda pública, creando más espacio fiscal para responder al próximo shock económico. En otras palabras, una combinación de políticas más balanceadas mejoraría las probabilidades de doblegar la inflación y aplacar los riesgos de recesión”, señaló.
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