La función primordial del Aparato Digestivo es el procesamiento de los nutrientes para el aprovechamiento de lo que necesitamos y el desecho de lo que no nos hace falta, y este proceso debe ser coordinado desde la boca hasta el ano. En primer lugar, explica el Doctor Diego Sánchez Muñoz, especialista en Aparato Digestivo, el esófago es el tubo por el que los alimentos pasan de la boca al estómago, por lo que cualquier problema a este nivel se manifestará como dificultad al tragar (disfagia) o regurgitación de contenido del estómago, provocando reflujo gastroesofágico, manifestándose fundamentalmente como acidez”.
Cuando el bolo alimenticio cae al estómago, prosigue en declaraciones a Alimente, “este se encarga básicamente de “machacar” los alimentos y mezclarlos con ácido para que su digestión posterior sea más fácil. De esta forma, retrasos en este vaciamiento gástrico pueden provocar hinchazón, sensación de plenitud, incluso náuseas y vómitos, así como falta de apetito”.
Por otro lado, señala el experto, en el particular viaje que nos hace por nuestro cuerpo, “un exceso de ácido a este nivel puede provocar gastritis o úlceras, que se manifiestan habitualmente como dolor que el paciente refiere localizarse en el epigastrio (“boca del estómago”). En el intestino delgado, las alteraciones en el proceso de la digestión y descomposición de alimentos en nutrientes más pequeños son múltiples, y provocan hinchazón, gases, y alteración del hábito intestinal, entre otros”. En última instancia, el colon, que es la parte final del tubo digestivo, “se encarga de formar las heces, hidratándolas, para favorecer su paso y su eliminación. Así, alteraciones del hábito intestinal, como diarrea o estreñimiento, nos sugieren que puede haber algún trastorno a este nivel”. Todo esto, evidentemente, “es muy subjetivo”, apunta el Doctor Diego Sánchez.
Trastornos
Sin duda, los trastornos funcionales digestivos comprenden una gran parte de las consultas en cualquier centro de Gastroenterología general. De hecho, hay estudios en EE.UU. que respaldan que aproximadamente un 30 % de las consultas de Aparato Digestivo son por problemas funcionales. Entre estos, destaca el especialista, “se encuentra el Síndrome de intestino irritable, que es un trastorno en el que aparece dolor abdominal asociado a alteración en el hábito intestinal durante un tiempo prolongado y de forma recurrente”.
Del mismo modo, “la dispepsia funcional, en el que los pacientes presentan hinchazón abdominal, meteorismo, náuseas o plenitud entre otros síntomas, es también muy frecuente, muy asociada a infecciones o a intolerancias alimentarias”. “No podemos olvidar al reflujo gastroesofágico, que es muy prevalente en la población general”, añade el experto.
La Enfermedad Celíaca y La Enfermedad Inflamatoria Intestinal cada vez son más diagnosticadas en las consultas, “probablemente por la mayor capacidad diagnóstica y el mayor conocimiento que tenemos de estas”, matiza Sánchez.
Por último, “en nuestro centro en el que también realizamos endoscopias digestivas, la frecuencia de detección de pólipos colónicos es muy elevada. Esto es muy importante, porque su correcta detección y extirpación hace que la prevención del Cáncer de Colon mediante la realización de colonoscopia sea un método muy eficaz”.
Avances
Precisamente, recientemente se ha hallado un biomarcador para biopsia líquida que detecta el cáncer de colon antes de aparecer los síntomas. “El futuro -enfatiza el doctor tiene que tender a intentar establecer un diagnóstico precoz de la patología neoplásica de la forma menos invasiva posible e intentando llegar al máximo de población. Hoy en día disponemos de herramientas muy eficaces para el diagnóstico precoz del cáncer de colon. Una de ellas es la detección de sangre oculta en heces, que si bien es muy sencilla de realizar, tiene el problema de tener tasas elevadas de falsos positivos y negativos. La mejor técnica para el diagnóstico precoz del cáncer de colon hoy en día es la realización de colonoscopia a personas con riesgo de padecer cáncer de colon, ya que más de un 30 % de estas colonoscopias tendrán pólipos, y su extirpación conlleva la prevención del cáncer de colon, ya que no estamos permitiendo que estos pólipos crezcan y degeneren”.
En la actualidad, se están llevando a cabo diversos estudios para evaluar nuevas técnicas poco invasivas para el diagnóstico precoz del cáncer de colon y, una de ellas, derivada además de un estudio español, es la biopsia líquida.
“Los datos preliminares orientan a que puede ser un método bastante fiable para la detección precoz en pacientes asintomáticos –alienta el doctor– si bien aún son necesarios estudios clínicos amplios para establecer su verdadero rol en el diagnóstico precoz del cáncer colorrectal. Así, el futuro es prometedor, pero pasarán años antes de que podamos ver su utilidad clínica real”.
Cansancio, irritabilidad…
Es curioso cómo hace muchos años, cuando no existían medios diagnósticos, los problemas gastrointestinales se asociaban a trastornos del humor, relata el especialista. Así, si un paciente estaba triste, deprimido o irritable, la causa más probable de ello era la presencia de una úlcera gastroduodenal. Con esta anécdota, el experto quiere enfocar que, efectivamente, otra sintomatología extradigestiva, puede estar relacionado con trastornos gastrointestinales.
Por ejemplo, comenta, “la pérdida de peso, aunque puede ser debida a muy diversas causas, se enfoca como un problema digestivo en primer lugar. También otra sintomatología como cansancio, irritabilidad, alteraciones en el sueño o alteraciones en el estado de ánimo pueden estar relacionadas con problemas digestivos. De hecho, existe lo que denominamos un eje intestino- cerebro por el cual, alteraciones en la microbiota y en la permeabilidad del intestino delgado hacen que se segreguen hormonas y mediadores celulares a nivel cerebral, muchos de ellos favorecedores de estrés, lo cual, mediante un círculo vicioso, perpetúa el problema a nivel intestinal”.
Por otro lado, matiza, “no es rara la presencia de cefalea en pacientes con ciertas intolerancias alimentarias, o dolor muscular y articular en pacientes con patología funcional digestiva, relacionándose de este modo dos patologías tan frecuentes en la población general como el Síndrome de Intestino Irritable y la fibromialgia. La anemia es otro síntoma muy frecuente que obliga a descartar patología digestiva en primer lugar”.
Gases
Los gases no son más que el producto de fermentación por parte de los microorganismos que forman parte de nuestra microbiota intestinal de nutrientes no digeridos, fundamentalmente hidratos de carbono, y que persisten en la luz intestinal más tiempo del habitual. Al no poder digerirlos, estos hidratos de carbono fermentan y forman burbujas de gas que tienen a unirse, de ahí surge la hinchazón abdominal y las molestias abdominales asociadas a los gases. “Estos se solucionan mediante su expulsión, su disolución con el paso de las horas o con tratamiento anti-flatulento, que suele ser poco efectivo una vez que estas burbujas se han producido”, aclara el Doctor Sánchez.
De esta forma, “uno de los mecanismos por el que se forman es por la alteración de la microbiota intestinal. Habitualmente, una flora intestinal sana permite la absorción de estos nutrientes sin problemas, pero si se desequilibra, aparecen microorganismos que habitualmente no están presentes en nuestro intestino delgado y no tienen la capacidad de metabolizar estos nutrientes para su digestión. Así, este es uno de los efectos a medio plazo no solo de la infección por Covid, sino de cualquier infección, ya que tanto por si misma como en muchas ocasiones por el tratamiento antibiótico que se prescribe, pueden favorecer una alteración en la composición de nuestra microbiota”.
Imprescindible tener en cuenta
Hay una serie de síntomas llamados “de alarma”, que deberían alertar al paciente para ir a consulta y comenzar un estudio. Entre ellos, concluye Diego Sánchez, “destacan la presencia de sangrado digestivo, fiebre, dolor abdominal, la presencia de una masa abdominal o la pérdida de peso. Que estos síntomas se llamen de alarma no significa necesariamente que haya una enfermedad grave detrás, pero sí que ese paciente debe ser estudiado para descartar un problema importante de salud”.
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