Las últimas cifras del mercado laboral chileno muestran un creciente desgaste producido por el debilitamiento de la economía, lo que se espera que siga profundizándose de cara a los próximos meses y aumente la presión del concierto de voces que piden mayores apoyos estatales para ayudar a las familias a hacer frente a esta coyuntura. Así es como propuestas peligrosas -a ojos del Gobierno y expertos- como un nuevo retiro desde los fondos previsionales cobran fuerza.
Esto, además, en momentos en que en el Congreso se discute una reforma al sistema de pensiones y un incremento en el salario mínimo, sumado a que las empresas están preparando el terreno para comenzar a implementar la ley de 40 horas. Todo, en mayor o menos medida, tendrá un impacto sobre el mercado del trabajo.
A pocos días de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) actualice la evolución de la tasa de desempleo, los datos de febrero y marzo han sido bastante reveladores. En el tercer mes del año la desocupación se escapó, saltando de 8 a 8,4%, mientras que en abril el dato volvió a subir fuerte, hasta 8,8%.
Este último, se trata del mayor nivel del desempleo en el país desde julio de 2021 (8,9%), cuando el mercado laboral chileno resentía el golpe de la pandemia y las medidas restrictivas que frenaban las búsqueda de trabajo.
Asimismo, el último reporte laboral del INE indicó que la ocupación total en el país alcanzó un nivel de 9 millones de personas en marzo de este año. Si bien, se trata de un alza anual de 2,3%, es el incremento más acotado desde abril de 2021.
En medio de este deterioro, el mayor golpe lo están sufriendo los trabajadores con contrato, impulsando con ello la indeseable informalidad. De acuerdo con los datos administrativos que publica la Superintendencia de Pensiones, en marzo hubo una disminución de 1% en los cotizantes dependientes, alcanzando las 5,8 millones de personas.
Así, se encadenan dos caídas consecutivas del empleo con contrato en el país, además es la mayor contracción desde febrero de 2021.
Otra forma de reflejar el efecto del debilitamiento de la economía sobre el empleo formal es mirar las cifras de despidos por necesidad de la empresa, que continúan subiendo. Según datos de la Dirección del Trabajo (DT), en los registros de cantidad de trabajadores involucrados en cartas de aviso de término de contrato registradas cada mes ante la DT, involucrados con un único empleador, llegaron a 43.516 en el tercer mes del año.
El dato significó un alza en doce meses 26,2% y alcanzó el mayor nivel de destrucción de empleos dese mayo de 2022, en plena pandemia.
«El incremento de los despidos por necesidades de la empresa ha ido de la mano con el debilitamiento de la actividad económica. Hay que considerar que el cuarto trimestre de 2022 la economía chilena experimentó una contracción anual del PB de 2,3% y que durante el primer trimestre de 2023 la actividad económica se contrajo 0,6% anual, lo que indica que se cumplen 2 trimestres consecutivos de caída y por ende, que se están produciendo menos bienes y servicios hace un año», comentó a El Mercurio Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la U. Diego Portales.
«Esto está alineado con el debilitamiento del mercado laboral, que muestra las cifras del INE y los registros administrativos de cotizantes dependientes de AFP y cotizantes del Seguro Cesantía», agregó.
A estas malas cifras se suma otro indicador clave: el Índice de Avisos Laborales en Internet (IALI) que forma parte de las «estadísticas experimentales» del Banco Central. En marzo cayó 44,1% respecto al mismo mes del año pasado, encadenando la décima reducción anual del indicador.
«Persisten indicadores que apuntan a un mercado laboral menos dinámico hacia adelante. La demanda por empleo ha continuado retrocediendo, tal como lo refleja el Índice de Avisos Laborales de Internet (IALI). Lo anterior se condice con la disminución de la búsqueda de trabajadores por parte de las empresas y la percepción de una menor dificultad para encontrarlos», señaló el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo.
Mientras tanto: El empleo público sube
En cambio, lo que sí ha subido es el empleo público, lo que, de paso, ha generado polémica por la efectividad de las cifras del INE.
A fines de marzo, el organismo estadístico informó que en el trimestre diciembre 2022-febrero 2023 la ocupación de los asalariados en el sector público creció 7,8% anual, equivalente a 86.600 nuevos puestos de trabajo en un año, mientras que el empleo asalariado privado avanzó solo 1,9%.
Cifras que levantaron cuestionamientos a la incidencia que está teniendo el gobierno en el mercado laboral, por lo que distintas autoridades de Hacienda salieron a desestimar que efectivamente hubiera un incremento en el empleo público. Incluso, a fines de abril, el propio INE desestimó el alza que habían informado.
«No existen diferencias estadísticamente significativas», dijo el INE, agregando que los datos informados tienen intervalos de confianza y, dado eso, «se constata que no existe un cambio estadísticamente significativo, sino más bien se encuentra dentro de los intervalos de confianza de los años anteriores», sostuvo en esa oportunidad el subdirector técnico del organismo, Leonardo González.
Sin embargo, según consignó El Mercurio, el argumento de los intervalos de confianza no convenció Juan Bravo, que además de su puesto en la UDP, forma parte del comité laboral del INE. Señaló que, en este caso, se requería realizar un test de hipótesis, un procedimiento técnico para corroborar los datos. Así, en Ocec hicieron el trabajo y enviaron el documento al INE, lo que permitió comprobar que el aumento del empleo asalariado público era efectivo, afirmó Bravo.
La respuesta del INE llegó después de que se publicara una nueva encuesta de empleo, en la que el organismo reconoció el alza. A fines de abril, el instituto informó que en el trimestre enero-marzo los asalariados públicos crecieron esta vez 8,6% anual, con 94.100 nuevos puestos. Esto, mientras los empleos asalariados en el sector privado se siguieron desacelerando y subieron apenas 1%.
«Para el trimestre móvil enero-marzo de 2023, efectivamente la diferencia en 12 meses de los asalariados públicos es estadísticamente significativa», sostuvo al mismo medio el subdirector técnico del INE Leonardo González.
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