Las perspectivas económicas para el crecimiento del país han ido mejorando. Si bien todavía se mantienen en niveles negativos, se abrió una puerta para que la actividad crezca. Eso ayudó a que Chile subiera del octavo al quinto lugar en el Indicador de Clima Económico que trimestralmente mide la Fundación Getulio Vargas, de Brasil. Sin embargo, se mantiene por debajo el promedio de América Latina.
Esta es una encuesta económica a nivel de América Latina que se hace con base a informaciones trimestrales facilitadas por expertos en las economías de sus países.
Así, a nivel general, el Indicador de Clima Económico (ECI) de América Latina cayó en el segundo trimestre de 2023 influenciado por el empeoramiento de las evaluaciones sobre la situación económica actual. Las expectativas han mejorado, pero se mantienen en la zona desfavorable. La falta de confianza en la política económica local sigue siendo uno de los principales problemas para el crecimiento económico de la región según los expertos consultados.
De acuerdo al reporte, el Indicador de Clima Económico de América Latina pasó de 73,4 puntos a 65,8 puntos entre el primer trimestre y el segundo trimestre de 2023. El resultado se explica por la caída del indicador que mide la percepción de los especialistas sobre la situación económica actual (ISA), que se redujo 24,7 puntos entre los dos primeros trimestres de 2023. En sentido contrario, el indicador que mide las expectativas ganó 10,2 puntos, ascendiendo a 80,3 puntos, recuperando parte de las pérdidas sufridas en el trimestre anterior. Todos los indicadores se mantienen en la zona desfavorable en la evaluación del clima económico.
Comparando los dos primeros trimestres de 2023, el clima económico mejoró en Chile, Uruguay y Colombia. Para todos los demás países, se observó una disminución en el indicador. En el caso de Brasil, el indicador pasó de 73,5 puntos a 58,8 puntos, una disminución de 14,7 puntos. En la zona de evaluación favorable se encuentran Uruguay y Paraguay, aunque este último registró una caída de 22,4 puntos en el indicador.
El empeoramiento del clima económico en América Latina se refleja en la revisión a la baja del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023, que pasó de 1,4% a 1,1% entre la Encuesta del primer y segundo trimestre de 2023. Con excepción de Colombia y Chile, las proyecciones eran de un crecimiento inferior al esperado previamente para el año. La mayor diferencia se dio en Argentina, país donde la proyección anterior de crecimiento de 1,2% se convirtió en una caída de 1,0%. En Brasil, la revisión fue de un crecimiento del 1,1% al 1,0%.
De acuerdo a la encuesta a especialistas de la región, los principales problemas para América Latina en el tercer trimestre fueron, en orden descendente: infraestructura inadecuada, corrupción, falta de innovación, aumento de la desigualdad de ingresos; falta de confianza en la política económica, falta de competitividad internacional, barreras legales y administrativas para los inversionistas, demanda insuficiente, falta de mano de obra calificada, clima desfavorable para los inversionistas extranjeros, inestabilidad política y falta de capital.
Qué pasó en Chile
Entre los principales problemas que tiene el país y que los expertos lo ven como obstáculos para el crecimiento económico de los países está la falta de innovación, aumento de la desigualdad de ingresos, falta de confianza en la política económica del gobierno, barreras legales y administrativas para los inversores. También acusan una demanda insuficiente, falta de mano de obra calificada, clima desfavorable para los inversores extranjeros e inestabilidad política.
De acuerdo a la encuesta, los tres principales problemas que enfrenta el país es la falta de confianza en la política económica del gobierno e Inestabilidad política, clima desfavorable para los inversores extranjeros y aumento de la desigualdad en los ingresos.
Carolina Molinare, economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), afirma que “el índice muestra un nivel bajo para la percepción actual del país con una mayor preocupación en la confianza hacia la política económica del gobierno, aunque la autoridad ha mostrado una política fiscal responsable”. Sin embargo, añade que “se mantienen los niveles de incertidumbre dado el debate sociopolítico del país, a la luz de una reforma tributaria, constitucional y de pensiones”.
El economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores, subraya que “la rechazada reforma tributaria fue un elemento que en su momento generó mucha inestabilidad, tal como ocurre actualmente con el sistema privado de salud y el devenir de la reforma previsional”.
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