Una extraña señal procedente de un galaxia cercana acaba de echar por tierra una de las pocas cosas que los astrónomos creían tener claras sobre los FRB, los misteriosos ‘estallidos rápidos de radio’ que llegan a la Tierra sin que nadie sepa aún qué son ni cómo se originan.
La poderosa señal de radio recién detectada, en efecto, no es como las demás. Fue captada con el radiotelescopio australiano ASKAP por un equipo de investigadores dirigido por Martin Glowacki, del Centro para la Investigación en Radio Astronomía (ICRAR) y muestra, según se explica en un artículo publicado en ‘The Astrophysical Journal’, una serie de características únicas y muy diferentes a las del resto de los FRBs conocidos. Llamado FRB 211127, el nuevo estallido rápido de radio llega de una galaxia espiral a más de 600 millones de años luz de la Tierra.
Como se sabe, los FRB se caracterizan por ser intensos destellos de energía en las longitudes de onda de la radio. Destellos que apenas duran unos pocos milisegundos, pero que liberan en ese tiempo la misma energía que el Sol es capaz de producir en varias décadas. Nadie sabe aún qué tipo de fenómeno puede generar una señal de radio tan poderosa, pero todas las que se conocían hasta ahora tienen en común el hecho de venir de galaxias muy tumultuosas, lo que sugiere que se necesitan condiciones muy extremas, como una colisión galáctica, para generarlas. El nuevo hallazgo ha dado al traste con esta idea.
«De las ráfagas de radio en las que hemos estudiado en detalle sus galaxias anfitrionas -dice Glowacki- , hemos visto colisiones y fusiones. Pero en esta investigación no estamos viendo las mismas señales claras de una galaxia turbulenta. Al contrario, lo que hemos visto es que la galaxia anfitriona parece tranquila, incluso inmutable. Lo que sugiere que la estrella masiva que causó el FRB no nació violentamente, o que este poderoso estallido de radio fue creado por algo completamente diferente». Algo, sí, ¿pero qué?
Por desgracia, muchos de los FRBs conocidos se encuentran tan lejos que no es posible hacer un estudio detallado de las galaxias que los albergan. Y se necesita mucha más investigación para estudiar y comprender mejor los entornos en los que estas potentes señales se producen.
Sin ninguna respuesta concreta, no falta quien dice que los FRBs son de origen artificial, señales generadas por lejanas civilizaciones extraterrestres para comunicarse a enormes distancias… En todo caso, naturales o no, se trata de un misterio aún por resolver.
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