Un equipo internacional de astrónomos reportó, en un artículo recientemente publicado en el servicio de preimpresión arXiv, el descubrimiento de cuatro enanas blancas, dos de las cuales son consideradas como las estrellas fugitivas más rápidas conocidas hasta la fecha.

Su hallazgo contribuirá a comprender la formación de algunas supernovas. Los científicos explicaron que las cuatro enanas blancas son el resultado de una supernova tipo Ia, una de las explosiones estelares más violentas del universo.

Por lo general, este evento astronómico ocurre cuando una enana blanca extrae el material de una estrella vecina, provocando que su masa aumente considerablemente hasta que termina por explotar. No obstante, existe una posibilidad de que las explosiones de supernovas se produzcan por el choque de dos enanas blancas que giran en espiral.

Al ser tan pequeñas y densas, las enanas blancas pueden orbitar entre sí más rápido que otras estrellas a una corta distancia, por lo que cuando una de un sistema binario explota, la otra es disparada al espacio a gran velocidad. Obtener evidencia sobre la formación de supernovas a partir del choque de dos enanas blancas ha representado un desafío para los investigadores.

Tratando de resolver el desafío

Sin embargo, en un nuevo estudio se detectó cuatro enanas blancas, cuyas velocidades radiales superan los 1.000 kilómetros por segundo (km/s), indicando que su existencia es posible. Esto se logró mediante la utilización del catálogo estelar obtenido por la sonda espacial GAIA de la Agencia Espacial Europea.

«Si encuentras una enana blanca yendo tan rápido, básicamente está garantizado que vino de alguna enana blanca binaria donde una explotó», explicó el científico de la Universidad de Harvard, Kareem El-Badry, citado este miércoles por NewScientist. Asimismo, aseguró que «simplemente» no existe otro medio «concebible» que demuestre que estos cuerpos celestes vayan «tan rápido».

De acuerdo con los astrónomos, dos enanas blancas, identificadas como ‘J1235’ y ‘J0927’, viajan a 1.694 km/s y 2.285 km/s respectivamente, que son las velocidades más altas registradas para estrellas de movimiento libre, a pesar de que se han encontrado estrellas que orbitan rápidamente alrededor de un agujero negro.

Además, detallaron que los cuatro cuerpos celestes están compuestos, casi en su totalidad, de carbono y oxígeno, lo que prueba que estos fueron proyectados por una supernova, puesto que esta explosión elimina tanto el helio como el hidrógeno de la superficie de las estrellas.

Por último, los científicos sugirieron que las supernovas que se generaron por colisiones estelares representan la mitad de todas las de tipo Ia, lo que significa que es necesario localizar más enanas blancas que viajen a grandes velocidades.

/psg