Distintas interpretaciones y focos aparecen a la hora de analizar las cifras de la Encuesta Nacional de Empleo que mes a mes publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Y uno de los análisis que se plantea para el trimestre marzo-mayo de 2023 es que el mercado laboral muestra señales mixtas sobre su estado actual.
En lo general, la tasa de desempleo subió 0,7 puntos porcentuales (pp.) en doce meses y se ubicó en 8,5%, siendo el séptimo incremento anual consecutivo. Este se debió a que la fuerza de trabajo, que son las personas que están en el mercado laboral, tuvieron un alza de 2,8%, incremento mayor al registrado por las personas ocupadas (2,0%). Por su parte, las personas desocupadas se expandieron 12,3%, incididas por quienes se encontraban cesantes (15,0%) que aumentaron en poco más de 100 mil personas.
Asimismo, las tasas de participación y de ocupación continuaron aumentando (aunque a un menor ritmo) y se situaron en 60,9% y 55,7%, creciendo 1,1 pp. y 0,6 pp., respectivamente. Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 1,9%.
Ya entrando en el análisis en particular, lo positivo que mostraron estas cifras es que el empleo asalariado tuvo un mejor comportamiento que los trabajadores por cuenta propia que cayeron 0,2%. Esta es la primera caída desde el trimestre noviembre-enero de 2023.
En el desglose de los trabajadores asalariados, que son los que tienen algún tipo de contrato o dependencia, estos tuvieron un alza de 3,1% (199.583) acelerándose en relación al crecimiento de 1,7% del trimestre febrero-abril. En suma, totalizan 6.591.376 trabajos en esa categoría. Esta alza sigue siendo liderada por el empleo público que, si bien ha ido moderando sus incrementos desde el peak de 7,8% de incremento anotado a fines del año pasado, subió 4,5% (50.666), mientras en los asalariados privados el aumento fue de 2,8% (148.917).
“Los meses anteriores el empleo asalariado privado había mostrado debilidad en su crecimiento respecto al empleo por cuenta propia y en esta última medición la tendencia se revirtió, lo cual es positivo para el mercado laboral. Sin embargo, para ratificar este cambio en la tendencia y afirmar que ya pasó lo peor, se deben esperar los datos de las próximas mediciones”, sostiene la economista de Libertad y Desarrollo (LyD) Soledad Monge.
Otra mirada entrega Arturo Claro, economista de Econsult, quien afirma que “es una sorpresa porque la creación de empleo asalariado privado se da a pesar de que los Avisos Laborales en Internet continúan muy bajos (-44,8% año a año) y los despidos por necesidades de la empresa han continuado al alza en los últimos meses”. No obstante, subraya que esto “puede ser explicado por la holgura en cantidad de ocupados que existe en la economía chilena: aún falta recuperar 470 mil empleos para alcanzar la tasa de ocupación pre-pandemia”.
Por sector económico, lo que destacan los economistas es el comercio. “La generación de empleo, tanto en formal como informal, estuvo en su mayoría (en torno al 70%) focalizado en comercio. Esto, pudo haber estado incidido por factores puntuales asociados al feriado de semana santa en abril, y en mayo, al feriado del día del trabajador y también a la celebración del día de la madre”, apunta Claudia Sotz, economista Jefe de Tanner Investments.
En Scotiabank añaden que “el comercio precisamente ha experimentado contracciones interanuales desde mayo 2022, y desestacionalizadas casi consecutivamente desde enero 2023″. Por ello, En plantean una serie de hipótesis, entre ellas “un efecto transitorio positivo en empleo producto del cyberday; implementación gradual de la Ley 40 horas en algunos centros comerciales con cobertura nacional que pudo llevar a contrataciones asalariadas para mantener la calidad del servicio y un peculiar aumento en el uso del IFE laboral en el penúltimo mes de postulación”.
El empleo total en doce meses subió 2% manteniéndose casi intacto al alza del trimestre anterior. En número, se crearon 179.155 puestos, siendo esta cifra la menor en comparación a todo 2022.
Zoom a los cesantes
En lo negativo de las cifras, al desglosar las cifras del INE, se muestran que los cesantes registraron un alza de 15% anual lo que se traduce en un incremento de 100.844 en esa condición. Pero desde principios de año, trimestre a trimestre, el número de cesantes en comparación al mismo periodo del año pasado superan las 100 mil personas. Los cesantes son personas que, habiendo tenido un empleo, ya no lo tienen y están buscando uno nuevo. En total, al trimestre marzo-mayo hay 774.400. Esto se suma a los 67.515 personas que están buscando empleo por primera vez y no encuentran. En total, en este trimestre terminado en mayo, en el país hay 841.916 desempleados.
¿Cómo se descompone esta cifra de cesantes? De acuerdo al análisis del director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), la mayor alza se da en primer lugar entre los hombres con un aumento de 17,2% que se traduce en 62.550 más que hace un año. Entre las mujeres, en tanto, el incremento es de 12,4% lo que se refleja en un alza de 38.294. Además, tiene una mayor prevalencia entre quienes tienen educación secundaria. Este grupo mostró un alza de 20,6% que equivalen a 64.925 en el último año.
El director del OCEC-UDP, Juan Bravo, acota que “la cesantía entre personas con educación superior completa ha crecido mucho menos, al 8,5% anual. Esto último se debe, en parte, a que este segmento de personas es el que exhibe el mayor dinamismo en la generación de empleo, lo que ha permitido mantener más controlado el aumento de la cesantía”, comenta.
Otro foco que resalta Bravo es que las personas de 55 años y más y los jóvenes de 15 a 24 años exhiben incrementos de la cesantía significativamente mayores a los observados entre las personas de 25 a 54 años, lo que refuerza el hecho de que estos segmentos requieren mayores medidas de apoyo ante el debilitamiento del mercado laboral. En cifras, el grupo entre 55 años y más tuvo un alza de 31,8%, mientras que entre 15 a 24 años el aumento fue de 21,4%.
El economista resalta además que si bien en número de personas el grueso del aumento de la cesantía proviene de personas cuyo último empleo se acabó porque se terminó el plazo del contrato, proyecto o el periodo de reemplazo, “en términos de crecimiento anual el mayor incremento ocurre entre cesantes que perdieron su trabajo por despido debido a reducción de personal, con un alza de 27,9%”.
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