Ninguno de los cinco hijos del ex primer ministro italiano y empresario Silvio Berlusconi, fallecido el pasado 12 de junio, podrá controlar en solitario Fininvest, la sociedad de cartera familiar, según una nota de la sociedad emitida hoy tras la lectura del testamento del magnate.
Aunque Marina y Pier Silvio Berlusconi tienen el 53 por ciento de las acciones según el reparto expresado en las últimas voluntades que adelantó hoy la agencia italiana ANSA.
“Marina Berlusconi, presidenta del Consejo de Administración, y Pier Silvio Berlusconi, Barbara Berlusconi y Luigi Berlusconi, consejeros, tras habérseles leído el testamento de su padre Silvio Berlusconi, informan de que se desprende que ninguna parte ostentará indirectamente el control exclusivo de Fininvest SpA, que antes ejercía el propio padre”, dice el comunicado, en el que no se cita a la quinta hija del magnate, Eleonora, que ya no tenía ningún papel en la sociedad.
“El notario que leyó el testamento cumplirá los requisitos legales en las próximas horas”, concluyó la nota después de que el testamento de Berlusconi, fallecido a los 86 años y uno los hombres más ricos de Italia, fuese abierto ante dos testigos en Milán y ser leído ante sus cinco hijos y herederos.
La agencia italiana ANSA, que aseguró que ha visionado el testamento, informó de que tras el reparto de la cuota de acciones en posesión de Berlusconi, un 61,21 %, “los dos primogénitos alcanzan juntos el 53 % del grupo con cuotas iguales”.
Según ANSA, Berlusconi habría también dejado un legado de 100 millones a su compañera sentimental en los últimos años, Marta Fascina, de 33 años y diputada de su partido, Forza Italia, con quien incluso celebró una especie de boda, aunque sin validez legal.
También dejó otros 100 millones a su hermano Paolo y 30 millones para Marcello Dell’Utri, quien fue durante años su brazo derecho y cofundador de Forza Italia y que en 2014 fue condenado a 7 años de prisión, de los que cumplió cuatro en prisión y uno en arresto domiciliario, por ser reconocido como un mediador con Cosa Nostra, la mafia siciliana.
En el testamento, según la agencia italiana, Berlusconi escribió un mensaje a sus hijos: “Gracias, tanto amor a todos. Vuestro papá” y otro en el que adelantaba el legado a Fascina y Dell’Utri: “Por lo mucho que los quise y por lo mucho que me quisieron”.
La decisión sobre Fininvest y sus activos Berlusconi ya la había tomado en 2006, según la agencia ANSA. El 2 de octubre de ese año, Silvio Berlusconi escribió a mano sus deseos en un bloc de notas amarillo pajizo con el encabezamiento “Villa San Martino”. Once líneas en una hoja y diez en otra para su testamento, en un estilo seco y claro. “Dejo el disponible a partes iguales a mis hijos Marina y Pier Silvio. Dejo todo lo demás a partes iguales a mis cinco hijos Marina, Pier Silvio, Barbara, Eleonora y Luigi’. En 2020 añadió las disposiciones a favor de su hermano. Y en 2022 a Dell’Utri y Fascina.
Marina y Pier Silvio son hijos de su primer matrimonio con Carla Dall’Oglio y los únicos que tienen cargos ejecutivos en su emporio, pues la primogénita preside Fininvest, la sociedad de cartera familiar, y su hermano controla Media For Europe (MFE), la antigua Mediaset.
Ayer, Pier Silvio negó la venta del grupo mediático durante la presentación de la próxima temporada televisiva.
“Estoy orgulloso de que las empresas italianas estudien su expansión internacional y no de que trozos de Italia sean conquistados por un grupo extranjero”, argumentó tras responder con un tajante “no” a una pregunta sobre una posible venta del conglomerado.
Los otros tres hijos, Barbara, Eleonora y Luigi, son fruto de su matrimonio con la actriz Veronia Lario.
Un imperio de 6 mil millones de euros
A lo largo de su vida, el político conservador, tres veces primer ministro, amasó una fortuna estimada en más de 6.000 millones de euros (unos 7 mill millones de dólares) entre empresas y propiedades de todo tipo, desde cuadros, villas, barcos, joyas o helicópteros, y cuyo reparto no ha sido conocido.
Finivnest, un holding con 5.000 millones de facturación y más de 20 000 empleados, es la “caja fuerte” que guarda los principales tesoros de la familia del ex primer ministro. Este holding suponía el 60 % del imperio del magnate, que ahora fue repartido entre sus cinco hijos.
El negocio de la televisión ha sido durante mucho tiempo la joya de la corona de la familia. En ese sentido, el “tesoro” más importante de Finivnest, es el conglomerado televisivo Mediaset. Se trata de un grupo cuyos cimientos Berlusconi puso a finales de los años setenta con la adquisición de la cadena local Telemilano.
Mediaset registró unos ingresos netos consolidados de 2.914 millones, un 11 por ciento más que en 2020, con un beneficio neto de 374 millones, un 169 por ciento más que el año anterior y casi el doble de la cifra anterior a la covid en 2019. En la bolsa de Milán está valuada actualmente unos 1800 millones de euros.
Otros activos son la cuota mayoritaria en Mondadori, la mayor editorial de libros y revistas de Italia y el tercer operador en Francia de revistas de consumo; también posee la red de librerías más extensa del país.
A esto hay que sumarle una cuota del 30% -equivalente a 1.850 millones de dólares- en el Banco Mediolanum, una institución líder del mercado financiero italiano con 1.129.000 clientes, 70.700 millones de euros administrados y gestionados, 2.171 empleados.
Berlusconi también seguía activo en el fútbol con el Monza, un club comprado por Berlusconi tras la venta del Ac Milan, y que en pocos años llevó de la serie C hasta la serie A.
Una gran parte de los activos inmobiliarios, incluidas las residencias más famosas como Arcore o Villa Grande, son de la empresa Dolcedrago, que era propiedad exclusiva de Berlusconi.
(Con información de EFE)
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