El tema previsional siempre ha generado ruido y discusiones más allá de cualquier gobierno, sin embargo, es sabido que los cotizantes valoran mucho la propiedad y herencia de los mismos, si bien es cierto que las administradoras no gozan del beneplácito de las personas, no es menos cierto, que el estado se haga cargo de dichos ahorros genera incertidumbre e inquietud.
Con todo lo sucedido de las fundaciones utilizadas como medio para desviar dineros públicos, que todos aportamos llamados impuestos, y que hoy a salido a la luz pública, sobre todo un partido perteneciente al gobierno actual, que venían a demostrar superioridad moral, ha demostrado que la ambición y el poder, en sus diversas formas, corrompen a todos por igual, dejando sin palabras y sin recursos a los más vulnerables, a los que viven en campamentos, es algo aberrante y merece el repudio de todos y es de esperar que la justicia haga su trabajo.
Dicho lo anterior, hoy queda demostrado que, el estado no genera riqueza y por el contrario es un administrador de nuestros tributos, y despilfarra recursos y al momento de proteger al más débil, al que no ha tenido oportunidades, por falta de educación, de conocimientos o diversas circunstancias de la vida, se aprovecha de la necesidad ajena y desvía dineros a bolsillos de sus propios partidos sin asco alguno.
Que los impuestos los administre el gobierno de turno, corresponde, que además de ello pretenda también administrar los ahorros previsionales del 6% adicional, que será aportado por el empleador, es algo que no debe permitirse. La solidaridad con dineros ajenos, no es digno de quien promueve aquello. Quien puede asegurarnos que esos ahorros no serán destinados a otras fundaciones truchas, a otras necesidades, o simplemente a que estos lleguen a manos inescrupulosas, o sean distribuidos de manera fraudulenta.
Si hay algo que quedó demostrado en los retiros del 10%, es que el dinero si estaba disponible en las AFPs, para quienes optaron por hacer giros, de sus propios ahorros previsionales. Las entidades privadas tienen sus controles y entidades fiscalizadoras, como también las entidades públicas, sin embargo, cuando no se fiscaliza como corresponde, o se hace vista gorda por intereses partidistas, simplemente se “pierden” millones de pesos y el hilo siempre se corta por lo más delgado, y en el fondo, no hay sanciones ni despidos a quienes están a cargo de ministerios comprometidos.
Que el sistema previsional requiere mejoras, no cabe duda, pero también hay que considerar que las personas requieren libertad de administrador, ya sea público o privado, asegurar la herencia, también la inembargabilidad, que el 6% vaya íntegramente a la cuenta individual y la propiedad de los ahorros se mantenga, y no encontrarnos con sorpresas como las denunciadas, que es un desfalco a nuestros impuestos, por quienes vinieron a cambiarlo todo y simplemente nos están dejando sin nada.
Margot Guerrero Bruner
Asesora Previsional
Corredor de Seguros
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