Los países con el sueldo mínimo mensual más alto en América Latina son Costa Rica (US$650), Chile (US$550) y Uruguay (US$550).
Las cifras a secas, sin ningún contexto, no reflejan el valor real que tiene ese dinero en cada país. Para eso, es necesario responder una pregunta básica: qué se puede comprar con esa cantidad.
En los tres países hay una mejor situación económica que en muchas otras naciones de la región.
Sin embargo, en la misma medida que los sueldos son más altos, el costo de vivir también es mayor.
Y el efecto que tiene en la calidad de vida de las personas cambia muchísimo según las circunstancias de cada familia.
Si se trata de una pareja joven y sana con un solo hijo en la que los dos aportan un sueldo mínimo al ingreso familiar, la situación es menos apremiante.
Pero suele ocurrir que las personas que viven con un sueldo mínimo forman parte de grupos familiares más extendidos, donde a veces hay adultos mayores con enfermedades o niños pequeños que alimentar.
Con las huellas económicas que dejó la pandemia y la ola inflacionaria que recorre el mundo, la región está pasando por un momento difícil marcado por altas tasas de interés y bajo crecimiento económico.
Cerca de la mitad de la población latinoamericana trabaja en el sector informal, es decir, vive según lo que puede conseguir cada día, no tiene contrato laboral, ni estabilidad, ni seguro social, ni ahorros para su vejez.
Aunque en 2023 las cosas han ido mejorando poco a poco, los bolsillos de la población más vulnerable siguen resentidos, especialmente cuando la mayor parte de sus ingresos se destina a alimentación o el pago del alquiler.
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