El mercado laboral sigue con una tendencia de cifras mixtas. Por un lado, la encuesta de empleo que publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestra que la tasa de desempleo subió 0,7 puntos porcentuales (pp.) en doce meses y se ubicó en 8,5%, siendo el séptimo incremento anual consecutivo.
Al mismo tiempo, ese reporte correspondiente al trimestre marzo-mayo reflejó una recuperación del empleo asalariado, el cual subió 3,1% (199.583) acelerándose en relación al crecimiento de 1,7% del trimestre febrero-abril y tuvo un mejor comportamiento que los trabajadores por cuenta propia que cayeron 0,2%. De todas formas, respecto a eso los expertos han dicho que hay que mirar si esa tendencia se mantiene o fueron datos por una vez.
Y al mirar los registros administrativos la situación no es positiva. De acuerdo al informe mensual de despidos que publica la Dirección del Trabajo entre enero y junio se totalizaron 229.589, lo que se traduce en un incremento de 16% en relación a los 198.388 que se registraron en el mismo período del año pasado. Esta es la mayor alza y el mayor número de despidos por esta causal desde 2020, en plena pandemia.
Para tener una referencia, esta alza en los despidos va en línea con el aumento de los cesantes que muestra la encuesta de empleo del INE: en abril subieron 18,3% y en mayo 15% anual lo que se traduce en un incremento de 100.844 en esa condición.
Ahora si se compara con el primer semestre del 2021, el aumento es de 27% cuando se registraron 180.867. No obstante, es menor a las cifras que hubo en 2020 cuando para el mismo período casi se llega a los 300 despidos por necesidad de la empresa.
Sin embargo, al analizar las cifras de manera trimestral, se observa una desaceleración entre el primer y el segundo trimestre en términos anuales. Si en el primer cuarto del año el alza fue de 22,5%, en el segundo trimestre el aumento anual fue de 9,7%.
En términos mensuales, junio registró la menor alza desde abril de 2022 con 6,1%, totalizando 38.652.
Los expertos afirman que la evolución de los despidos por necesidades de la empresa está estrechamente relacionada con la situación económica y, por ende, es un antecedente relevante de monitorear al analizar la situación del mercado laboral, en conjunto con otros indicadores.
De acuerdo al Código del Trabajo, el despido por la causal de necesidades de la empresa parte de la premisa que el término del contrato debe estar asociado, por regla general, a una causa que no sea la sola voluntad unilateral y discrecional del empleador, por cuanto debe fundarse en hechos objetivos que hagan inevitable la separación de uno o más trabajadores.
En ese sentido, algunas situaciones que pueden invocarse como constitutivas de ella son la racionalización o modernización de la empresa, establecimiento o servicio; las bajas en la productividad, y los cambios en las condiciones del mercado o de la economía.
“Los términos de contrato por la causal del artículo 161 Nº1, esto es, por necesidades de la empresa, se asocian a procesos de racionalización o modernización, bajas en la productividad o cambios en las condiciones del mercado o de la economía, que hagan necesaria la separación de uno o más trabajadores”, explica Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP).
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, añade que “los registros administrativos van en línea con las cifras de menor creación de empleo, lo que a su vez es coherente con una economía que se ha ido desacelerando”.
Para Rojas, en el tercer trimestre, la economía se mantendrá estancada con una creación de empleo “prácticamente” nula. Por ello, dice que “no me extrañaría que los registros de despido se mantengan en estos niveles”.
Bravo suma argumentos que describen la debilidad por la que atraviesa el mercado laboral. “Las cifras del INE muestran una fuerte alza de la cesantía y además que el empleo asalariado informal en el sector privado, esto es, empleos bajo subordinación, pero donde el empleador no paga las cotizaciones de salud o vejez, está teniendo un rol muy relevante en la generación de empleo en conjunto con el empleo asalariado en el sector público”, subraya.
El economista menciona además que “los registros administrativos de cotizantes dependientes de AFP y cotizantes del Seguro de Cesantía muestran caídas interanuales y las vacantes laborales siguen exhibiendo un fuerte desplome respecto al año anterior”.
Perspectivas
Los expertos coinciden en que para el tercer trimestre las perspectivas apuntan a un estancamiento, por lo que los registros de despidos por necesidad de la empresa se mantendrán con cifras sobre los 30 mil despidos mensuales. Ya hacia el último cuarto del año se espera un repunte en la actividad lo que traerá consigo un alza en la creación de empleo.
“Hacia la última parte del año es probable que la economía mejore, lo que repercutirá en un repunte en la creación de empleo, pero hasta agosto veremos una situación laboral deteriorada con tasa de desempleo sobre 9%”, sostiene Rojas.
Mientras que Bravo puntualiza que “la perspectiva es que la actividad vuelva a mostrar tasas de crecimiento positivas en la segunda mitad de 2023, lo que permitirá ir mejorando paulatinamente la situación del mercado laboral, lo que debiera traducirse en que los despidos por necesidades de la empresa comiencen a registrar descensos interanuales hacia fines de este año″.
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