Las dietas poco saludables se han clasificado como un factor importante de muerte y enfermedad cardiovascular (ECV) a nivel mundial, como constata un estudio publicado en The New England Journal of Medicine. Las recomendaciones nutricionales contemporáneas se basan en las asociaciones de alimentos, nutrientes y patrones dietéticos individuales con ECV en muchos estudios de cohortes prospectivos antiguos y contemporáneos, realizados principalmente en América del Norte, Europa y el este de Asia.

Los datos recientes de algunos trabajos han desafiado las recomendaciones convencionales sobre qué componentes dietéticos son protectores o dañinos. Las exposiciones dietéticas (como los productos lácteos enteros), que anteriormente se pensaba que aumentaban las enfermedades cardiovasculares, recientemente demostraron ser neutrales o protectoras en grandes ensayos.

Ahora llega una nueva investigación, publicada en European Heart Journal, dirigida por investigadores de McMaster University y Hamilton Health Sciences en el Population Research Health Institute (PHRI), mediante la que se ha descubierto que no comer una cantidad suficiente de seis alimentos clave combinados se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en adultos.

Las claves

La ingesta de frutas, verduras, legumbres, nueces, pescado y productos lácteos enteros es clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. El estudio también encontró que una dieta saludable se puede lograr de varias maneras, como incluir cantidades moderadas de granos integrales o carnes sin procesar.

Investigaciones anteriores y similares se han centrado en los países occidentales y las dietas que combinan alimentos nocivos ultraprocesados ​​con alimentos ricos en nutrientes. Esta investigación tuvo un alcance mundial y se basó en los alimentos comúnmente considerados saludables.

La Organización Mundial de la Salud estima que casi 18 millones de personas murieron de ECV en 2019, lo que representa el 32% de todas las muertes en el mundo. De estas muertes, el 85% se debieron a ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Los investigadores del PHRI y sus colaboradores globales analizaron datos de 245.000 personas en 80 países de múltiples estudios.

Los investigadores obtuvieron una puntuación de la dieta del estudio epidemiológico prospectivo urbano y rural (PURE) mundial a gran escala y en curso del PHRI, y luego la replicaron en cinco estudios independientes para medir los resultados de salud en diferentes regiones del mundo y en personas con y sin ECV previa.

«Los puntajes de dieta anteriores, que incluyen la dieta planetaria EAT-Lancet y la dieta mediterránea, probaron la relación de la dieta con las enfermedades cardiovasculares y la muerte principalmente en países occidentales. El puntaje de dieta saludable PURE incluyó una buena representación de países de ingresos altos, medios y bajos”, ha asegurado Salim Yusuf, autor principal e investigador principal de PURE. Además de ser verdaderamente global, el PURE Healthy Diet Score se centró en alimentos exclusivamente protectores o naturales.

Las porciones

«Fuimos únicos en ese enfoque. La otra dieta combina alimentos considerados dañinos, como alimentos procesados ​​y ultraprocesados, con alimentos y nutrientes que se cree que protegen la salud», ha afirmado el coautor Andrew Mente, PHRI, científico y profesor asistente en el Departamento de Métodos, Evidencia e Impacto de Investigación en Salud de McMaster.

«Recientemente hay un mayor enfoque en un mayor consumo de alimentos protectores para la prevención de enfermedades. Aparte de una mayor cantidad de frutas, verduras, nueces y legumbres, los investigadores demostraron que la moderación es clave en el consumo de alimentos naturales», ha apostillado.

«Cantidades moderadas de pescado y lácteos enteros se asocian con un menor riesgo de ECV y mortalidad. Se pueden lograr los mismos resultados de salud con un consumo moderado de granos y carnes, siempre que sean granos integrales sin refinar y carnes sin procesar», ha añadido.

El PURE Healthy Diet Score recomienda una ingesta diaria promedio de frutas en dos o tres porciones, verduras en dos o tres porciones, nueces en una porción y lácteos en dos porciones. La puntuación también incluye de tres a cuatro raciones semanales de legumbres y de dos a tres semanales de pescado. Los posibles sustitutos incluían cereales integrales en una porción diaria y carnes rojas o aves sin procesar en una porción diaria.

En este sentido, el jefe de Servicio del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y coordinador de la Unidad de Obesidad del Hospital Ruber Juan Bravo, el doctor Alfredo Alonso Poza, ha asegurado que “si limitamos los cambios a la alimentación nos será más difícil alcanzar el objetivo principal para mantenerse en un peso adecuado”.

“Es fundamental lograr un cambio en el estilo de vida que permita, en su caso, un descenso gradual de la masa grasa y el mantenimiento del peso perdido a lo largo del tiempo. Así, es imprescindible acompañar estas modificaciones de la dieta con un aumento gradual en la actividad física diaria”, ha valorado.

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