Con lágrimas en los ojos, el diputado colombiano Nicolás Petro Burgos manifestó el martes ante un juez que está dispuesto a colaborar con la justicia, destapando nuevos hechos de un presunto entramado ilegal en el que él no sería el único implicado.

Las palabras del hijo mayor del presidente Gustavo Petro se dieron cuando estaba por empezar en Bogotá la diligencia de medida de aseguramiento en contra de él y de Day Vásquez, su ex pareja, en el caso que investiga la Fiscalía General colombiana por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos (en lo que respecta al diputado).

«Quiero anunciar a Colombia que hemos decidido iniciar un proceso de colaboración, donde me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé, que viene en camino», aseguró el legislador del Atlántico. Su afirmación generó sorpresa porque dos horas antes, en la diligencia de imputación, se había declarado inocente al no aceptar los cargos que le leyó el fiscal, y que lo llevaron a ser detenido el sábado pasado en Barranquilla.

En ese orden de ideas, como el capturado mostró su intención de aportar información desconocida, el juez 74 de control de garantías de Bogotá suspendió la audiencia hasta el jueves, en aras de que los investigadores, Petro Burgos y sus abogados tengan acercamientos en búsqueda de algún beneficio.

Algo que por su cuenta ha venido concertando Day Vásquez, a quien le imputaron los delitos de lavado de activos y violación de datos personales. Sin embargo, por sus testimonios ante la justicia -que no serán los únicos, pues promete hablar de entradas irregulares a campañas-, ella conseguiría un principio de oportunidad que le daría inmunidad.

Las cartas de la Fiscalía

El diputado mostró voluntad de colaborar luego de cuatro horas en las que escuchó al fiscal Mario Burgos narrar punto por punto los hechos que lo llevan a inferir que Petro se habría quedado con al menos 1.000 millones de pesos colombianos (cerca de 247.000 dólares), que no tiene cómo justificar. Según la versión de Day, esa plata iría destinada a la campaña del hoy Presidente.

Mientras que el investigador hablaba, el capturado, en algunas ocasiones, tomaba atenta nota en una hoja, ante la cantidad de fechas y movimientos bancarios que se le registraron desde el año 2020 hasta finales del año pasado.

En ellos hay unos cuantos episodios que generaron sospecha. Por ejemplo, entre los elementos probatorios hay nombres de empresarios conocidos, el pago de arriendos, la compra de una casa, la cuota inicial de una mansión y hasta una lujosa camioneta que Nicolás habría recibido de un contratista de Villavicencio, la cual terminó usando su entonces esposa.

En total, la Fiscalía reprocha que el año pasado el diputado habría incrementado ilegalmente su patrimonio en 1.053 millones de pesos (261.000 dólares). «No son el resultado de su trabajo, sino de los ingresos clandestinos de dinero desde 2021 hasta finales de 2022», aseguró el fiscal.

En ese enriquecimiento sospechoso, uno de los movimientos que más inquietan a los investigadores se hizo en septiembre, y está relacionado con César Emilio Vásquez, tío de Day, a quien supuestamente Petro Burgo le entregó 696 millones de pesos (US$172.000) de cuota inicial para la compra de una mansión en un condominio de Puerto Colombia, en el departamento del Atlántico (norte del país).

Al parecer, a través del familiar de su pareja, el diputado quiso darle apariencia de legalidad al inmueble, cuya compra estaba pactada en dos cuotas, pero que no se concretó porque en diciembre al parecer Day pidió a la inmobiliaria la devolución de gran parte del dinero. No obstante, esta intención de adquirir una mansión en dos cuotas se suma a la casa en el municipio de Tubará, en el Atlántico, que también quisieron comprar el político y su entonces pareja.

Pero no todo se lo habrían querido gastar en bienes inmuebles, pues en el comercio, Nicolás y Day se dieron gustos de elevado costo que harían parte de las cifras injustificables. En efecto, luego de analizar movimientos bancarios, y basados en lo que les ha contado la mujer, los agentes dieron con la compra de un vehículo Mercedes-Benz que valió 200 millones de pesos (US$49.500); y gastos por 13 millones (3.200 dólares) en tiendas como Salvatore Ferragamo y Carolina Herrera.

Ante el listado de compras y movimientos, la conclusión del fiscal Burgos es que «ese año (Nicolás Petro) tenía que haber tenido 1.450 millones (casi 360.000 dólares) para hacer toda esa clase de gastos», algo que con su salario como diputado del Atlántico era impensable hacer. Eso sí, el persecutor dejó claro que pudo haberlos obtenido a través de créditos o un leasing, pero que en las revisiones contables tampoco le aparecen registrados a su nombre. Fue tanto el reproche que le hicieron saber al capturado que para llevar una vida como la que se dio, al mes debía recibir al menos 200 millones de pesos colombianos (US$49.500).

Por último, otro de los momentos clave de la diligencia fue cuando se habló de supuestas solicitudes para mover plata entre gente cercana a la expareja desde un departamento en Rosales, Bogotá, hasta Barranquilla, para lo cual se contactó a personas como Melissa, Raisa y Germán, de quienes no se conocieron mayores detalles. Esos pedidos para movilizar el dinero se habrían dado, según la cronología, desde el 12 de mayo de 2021 hasta el 21 de noviembre de 2022.

Todos estos elementos llevaron al fiscal a inferir que Petro Burgos al parecer actuó como autor en el delito de enriquecimiento ilícito, y coautor en el lavado de activos.

Coautor porque este último cargo también le fue imputado a Day. A ella la tildan de supuestamente haber administrado y guardado hasta en morrales y una caja fuerte el dinero en efectivo que le pasaba Nicolás Petro.

Los otros salpicados

Tal y como se ha venido revelando en medios como El Tiempo, hay más nombres que la Fiscalía tiene bajo la lupa en este escándalo que llevó al propio Presidente Petro a pedir que se investigue a su hijo. Uno de los primeros nombres en aparecer ayer fue Samuel Santander Lopesierra, conocido como el «Hombre Marlboro».

Según Day, este excapo del narcotráfico le entregó a Nicolás 400 millones de pesos (99.000 dólares) en Barranquilla y en Bogotá, en sumas entre 70 y 100 millones. Esa plata, resaltó el fiscal, no la entregó Petro Burgos a la campaña de su papá, sino que la destinó para la compra de la mansión.

Otro de los mencionados fue el cuestionado empresario Alfonso Hilsaca. «Usted recibió dinero del ‘Turco’ Hilsaca a través de su hijo Gabriel. Sumas de 400 millones, 200 millones que se entregaron el 18 de mayo de 2022, en el departamento en Barranquilla, en presencia de Dayssuris», dijo el representante del ente acusador.

Estas personas podrían caer en la segunda fase de imputaciones y capturas que alista la Fiscalía, la cual se ejecutará en menos de dos semanas. En total hay tres fases que lideran los fiscales Mario Burgos y Luis Fernando Merchán -quien ha acompañado en las diligencias a su compañero-. Por lo pronto, alistan los argumentos que expondrán al juez sobre por qué Nicolás Preto debería recibir la medida intramural, es decir, ir a la cárcel, argumentando que un hombre cercano le habría ofrecido un plan para sacarlo del país hacia Cuba, por la frontera con Venezuela.

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