En las últimas horas, expertos de la NASA lograron mediciones más precisas en la historia de la humanidad de la rotación de Marte y descubrieron por primera vez cómo el planeta oscila debido al “oleaje” de su núcleo de metal fundido. Asimismo, detectaron que la rotación del planeta rojo se está acelerando en aproximadamente 4 milisegundos por año. Tras estos hallazgos, el debate sobre la situación de la Tierra volvió a ganar terreno.
Ya sea porque gira más rápido, o más lento; o porque su núcleo se aceleró, o se frenó. O, incluso, porque su eje se modificó y ahora se encuentra levemente “torcido”. Las noticias sobre nuestro planeta crecen a medida que los científicos analizan su “estado de salud”. Sin embargo, al ser el cuerpo celeste que nos contiene, es irremediable analizar en qué estado se encuentra.
Es que, mientras Marte sufre la “reducción de la duración del día marciano en una fracción de milisegundo por año”, los especialistas en la Tierra analizan qué ocurre en nuestro planeta. Para conocer cuál es el debate sobre esta realidad terrestre, Infobae dialogó con el profesor y doctor Raúl Roberto Podestá, físico especializado en Física Solar, Docente e Investigador en la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) y Director del Observatorio Nova Persei II; y Manuel Mazzanti, periodista especializado que cubre el programa espacial desde hace más de 13 años como único reportero en español desde Cabo Cañaveral.
La situación de la Tierra en la actualidad
Según los recientes datos divulgados por la NASA, tras analizar la información suministrada por los instrumentos de InSight: un transpondedor de radio y antenas conocido como Rotation and Interior Structure Experiment o RISE, la rotación de Marte se acelera aproximadamente 4 milisegundos de arco por año, lo que equivale a una reducción en la duración del día marciano en una fracción de milisegundo por año.
Y mientras el planeta rojo es la noticia más reciente, la ciencia, de la mano de los expertos, evalúa la velocidad de la Tierra desde hace décadas y su debate vuelve a las mesas académicas más importantes del mundo. Una de las últimas informaciones sobre la velocidad de rotación de la Tierra se brindó hace casi un año, el 3 de agosto de 2022, cuando se informó que nuestro planeta tuvo el día más corto de su historia. Según indicaron los expertos, esta situación se relacionó con un bamboleo de su eje, el cual provocó que completara el “día” con un segundo menos.
Para ser exactos, y con sentido cronológico, en 2020 el planeta experimentó su día más corto desde la década de 1960. El 19 de julio de ese año, el globo completó su rotación en 1.4602 milisegundos menos que los habituales 86.400 segundos, es decir las 24 horas del día. Pero además, ese mismo año, se identificaron 28 días “más cortos”. Ahora, en 2022 estos “ahorros” fueron aún mayores.
El 29 de junio del año pasado el giro completo del globo se realizó en 1,59 milisegundos menos que los 86.400 segundos que conforman un día, según el sitio web timeanddate.com. Mientras que el 26 de julio de 2022 fue 1,50 milisegundos más corto.
Lo cierto es que esta tendencia, que se evidencia en los números, también tiene una contraparte. Es que los científicos han visto una inversión en los últimos años y las razones detrás de este fenómeno son objeto de debate científico. Desde el bamboleo de Chandler, que fue detectado por primera vez en la década de 1880, hasta factores como las mareas oceánicas y la gravedad lunar, las teorías abundan.
Una de estas hipótesis se centra en lo argumentado por un grupo de científicos compuesto por Leonid Zotov, Christian Bizouard y Nikolay Sidorenkov: el bamboleo de Chandler. Este fenómeno se describe como una desviación en el eje de rotación de la Tierra, que fue descubierto por el astrónomo Seth Carlo Chandler, produce que los polos se tambaleen en un ciclo de 14 meses.
Este fenómeno es influenciado por factores como las mareas oceánicas, la presión atmosférica y los movimientos del manto terrestre. Aunque es un patrón cíclico, su amplitud y fase pueden experimentar variaciones. Para decirlo con una analogía, este bamboleo en el eje de rotación de la Tierra podría asimilarse al temblor observado en un trompo que gana o pierde impulso.
Qué dicen los expertos sobre la velocidad de rotación de la Tierra
Cuando se quiere hablar sobre la velocidad de rotación de la Tierra, los expertos detallan que “gira normalmente, y lo tenemos medido, en 23 horas 56 minutos 4 segundos”, según indicó Podestá. En ese sentido, explicó que nuestro planeta tiene una “velocidad angular de 7,27 radianes por segundo y una lineal o tangencial de 1.770 kilómetros por hora, que no es lo mismo que la velocidad angular”.
Con estos datos sobre la mesa, fue que el experto afirmó que, en la actualidad, “hay quienes están asegurando que la Tierra está girando 1,59 milisegundos más rápido en relación al giro habitual del tiempo. Pero, por otro lado, también se está negando que sea real que está girando más rápidamente”. Es más, según afirmó, “algunos especialistas, inclusive la misma NASA, lo niegan y afirman que está en proceso de desaceleración desde hace mucho tiempo”.
“Estos cambios, en un futuro lejano, harán que el día sea ligeramente más largo, según lo que dicen algunos especialistas, también de la NASA. Pero, al ser valores tan bajos, de milisegundos, es complicado medirlo”, explicó el además Director de los Cursos de la Liga Iberoamericana de Astronomía.
“De ser real que la Tierra gira más rápidamente, es decir, del orden de los 1,59 milisegundos, aunque la NASA dijo que es falso, este fenómeno se puede estar relacionado con el derretimiento de los hielos, lo cual provocaría que la Tierra tenga una rotación mucho mayor y de mayor velocidad debido a la distribución de la masa del planetaria”, afirmó Podestá.
En ese sentido, Mazzanti aseguró que, en consecuencia con las últimas investigaciones, “muchos pueden ser los factores que pueden haber incidido en esta situación”, tales como “el derretimiento de los polos y el calentamiento global, entre otros factores; aunque esto no afecte para nada nuestra vida diaria”. Hay papers científicos que hablan al respecto, pero la verdad es que no hay una causa específica de por qué ahora la Tierra rota con un poco más de velocidad, sobre todo en los últimos 50 años”, agregó.
“Esta situación, más que nada, estaría vinculada al tema del cambio climático, de deshielos y de un mayor volumen de agua por los glaciares que se están derritiendo. Sobre todo por la acumulación de agua en los reservorios del hemisferio norte, que tienen mucho mayor volumen que antes, aunque no hay una causa concluyente”, indicó el especialista.
De todas maneras, Mazzanti advirtió, a tono con los expertos de la NASA, que “es muy probable que sea temporal y que la velocidad vuelva a bajar en los próximos años, aunque de esto no estamos seguros, por supuesto”. Creo que también está relacionado con el calentamiento global que está haciendo que se produzcan más desastres naturales que antes. Entonces, debe haber una correlación entre ambos fenómenos”, añadió el especialista.
Cuáles pueden ser las consecuencias de este efecto
Más allá de su relación con la duración del día, los expertos advierten la aparición de otros fenómenos. “¿Cuáles serían las consecuencias? Inicialmente, si es realmente ese tiempo, las consecuencias son mínimas. Pero de ir aumentando, se aumentaría también la velocidad en la que se producen los grandes huracanes. El efecto Coriolis, que es un efecto debido a la rotación, aumentaría también con el tiempo”, señaló Podestá.
Este efecto se resume como el planeta provoca que las cosas no se muevan en línea recta, sino sobre su superficie (como el viento) y que se desvíen un poco de su camino, tomando una curva.
Por su parte, Mazzanti aseguró que este aumento en la velocidad “no afectaría para nada nuestra vida diaria, aunque sí puede hacerlo en aquellos aparatos o constelaciones de alta precisión, por ejemplo GPS. Quizá se necesite adaptarlos a los micromilisegundos de diferencia”.
“Estamos hablando de una diferencia muy pequeña en años o en siglos. Pero esa diferencia puede llegar a significar una falla de precisión en relojes atómicos o en constelaciones de GPS”, recalcó el especialista. Al tiempo que recordó que, a diferencia de lo que ocurre en Marte, la situación en la Tierra depende de sus propias características. “Cada planeta, dependiendo de sus características, puede tener una variación muy pequeña en su velocidad de rotación. A mayor complejidad del planeta y a mayores factores, esta variación se puede acrecentar o no”, concluyó.
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