La semana pasada continuaban las críticas contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes, y algunos parlamentarios lo apuntaban como una opción para remover en el tercer cambio de gabinete que se concretó este miércoles, cuando el Presidente Gabriel Boric se contactó con él.
Por esos días, el Mandatario quiso entregarle una señal de respaldo y tranquilidad al secretario de Estado. Ese día, según quienes conocieron del tenor de ese diálogo, Boric le dijo a Montes que su intención era mantenerlo en el equipo ministerial y le enumeró algunas razones para justificar su decisión.
La señal del Jefe de Estado no fue menor debido a que el ministro, quien es militante del Partido Socialista, ha estado en el foco de las críticas. Esto, porque fue en su cartera donde se originó la crisis del lío platas: su ministerio firmó los cuestionados convenios con la fundación Democracia Viva, lo que destapó otros casos similares a lo largo del país entre fundaciones y reparticiones del Estado, que están siendo investigados por el Ministerio Público.
A eso, además, se suma que la gestión de crisis de Montes no ha estado exenta de polémicas. El secretario de Estado, acusan en el propio oficialismo, ha tenido en ocasiones un desempeño deficiente debido a vocerías enredadas o tardías reacciones para contener la crisis.
Cuando en junio estalló el escándalo, Montes fue cuestionado por las dudas respecto a cuándo se enteró de la firmas de los convenios y también por no haber denunciado -según acusaron algunos- oportunamente los hechos ante la justicia. La semana pasada, en tanto, volvió a enredarse al entregar declaraciones contradictorias respecto a la decisión del Consejo de Auditoría Interna General de Gobierno -que fue instruida cuando Giorgio Jackson era ministro de la Segpres, en junio de 2022- de dejar de reportar detalles sobre las transferencias de recursos a terceros.
“No soy un experto en esta materia, pero todo lo que he oído de expertos es que efectivamente eso hubiese dado luces más anticipadas de los riesgos que se estaban corriendo y de los hechos que podrían ocurrir. Espero que eso se revise y se replantee”, dijo Montes en la ocasión, contradiciendo directamente un comunicado que había sido emitido horas antes por el organismo dependiente de la Segpres, el cual aseguraba que la determinación se trataba de una de una medida de carácter técnico y no habría favorecido la ocurrencia de hechos que hoy indaga el Ministerio Público por eventuales delitos de corrupción en los convenios entre fundaciones y distintas reparticiones del gobierno central.
En esa oportunidad, el propio Jackson y la ministra del Interior, Carolina Tohá, le pidieron corregir sus dichos. Y así lo hizo.
El ministro Montes también ha sido objeto de las críticas y arremetidas de la oposición. Desde Chile Vamos, en más de una ocasión, han pedido su renuncia, mientras que el Partido Republicano anunció hace algunas semanas que estudiaría una acusación constitucional en su contra. Esto último, eso sí, hasta ahora no ha avanzando.
Pese a todo lo anterior, en el gobierno transmiten que el Presidente Boric considera que Montes ha hecho una buena gestión y que ha levantado oportunamente “alertas” respecto al lío de platas. El Mandatario además, agregan las mismas fuentes, quería evitar que una salida del ministro alimentara la idea de que existe una disputa entre coaliciones (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático). Esto, debido a que en los días previos al ajuste ministerial se había instalado que el destino del ahora exministro Jackson -quien renunció a Desarrollo Social en medio de duros cuestionamientos en su contra por ser el fundador de RD, partido que se ha visto envuelto en la crisis- estaba ligado al de Montes.
Eso originó una tensión entre el Frente Amplio y el Partido Socialista para intentar proteger a sus autoridades.
La timonel del PS, Paulina Vodanovic, y el ministro Montes durante estos días han mantenido contacto fluido. A la líder socialista si bien la pilló de sorpresa el día del ajuste ministerial (ya que esperaba que fuera en semanas próximas y autoridades de gobierno le avisaron durante la mañana del miércoles) no así la permanencia del secretario de Estado en Vivienda.
Ella misma se encargó, dicen en el sector, de transmitirles a directos personeros del gobierno, entre ellos, a los ministros Tohá y Álvaro Elizalde (Segpres), que sería injusto remover a Montes por una crisis que involucra a militantes de otra coalición, en la cual el titular de Vivienda ha intentado contener. La senadora además le habría hecho saber al propio Presidente Gabriel Boric que para el partido era importante mantenerlo en el cargo.
Aunque en el PS el senador Fidel Espinoza criticó al titular de Vivienda, lo cierto es que la mayoría de la colectividad cerró filas en torno a él. Fue más de un gesto que le hicieron para salir a blindarlo públicamente. Esos factores, creen en el oficialismo, también contribuyeron a que Montes se transformara en el gran sobreviviente del tercer cambio de gabinete.
Escrito para La Tercera por Isabel Caro y Paula Catena
/gap