Los precios de las verduras, principalmente las hortalizas, podrían verse impactados por los efectos de las inundaciones en la zona centro-sur de país. Al igual que lo sucedido en junio, pero ahora, estos factores climáticos se sumarán al alza que ya tuvo el transporte público en $10 y el alza del dólar que se ubica en $857.
Esa combinación de factores es lo que podría generar un impacto en la evolución de los precios, aunque los economistas afirman que todavía es pronto para cuantificarlo. No obstante, más allá de la magnitud los efectos se verán reflejados en el IPC de septiembre.
En lo inmediato, Tomás Flores, economista de LyD sostiene que “el impacto en hortalizas, legumbres y tubérculos podrían agregar cerca de 2 décimas a la variación del IPC de septiembre, lo que aún no implica cambiar la proyección para el año”.
Mientras que el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, acota que “los desbordes de ríos y canales provocados por las lluvias han producido un daño en la agricultura de la zona centro sur del país, especialmente en lo referido a la producción de hortalizas. Esto va a llevar a alzas en los precios de estos alimentos, que se reflejaría en una a dos décimas de mayor inflación al cierre del año”.
Natalia Aránguiz, socia y gerente de Estudios en Aurea Group, sostiene que “ciertamente estos acontecimientos presionan los precios de numerosos ítems de la canasta, pero no necesariamente se traducen en un alza significativa en la inflación”.
Para la economista, se debe tener en cuenta lo siguiente: “En primer lugar, en el caso de las lluvias es precipitado realizar estimaciones de las pérdidas en el sector agrícola. En segundo lugar, el alza del dólar creemos que es algo transitorio y no responde a los fundamentales, por lo que esperamos que regrese pronto bajo los $830 y finalmente, el alza en el transporte de 10 pesos en las tarifas causa un impacto en la canasta total inferior al 0,02%”.
Lehmann añade que “el efecto del alza de las tarifas del transporte público es de segundo orden. Lo anterior ya se recoge en las proyecciones de inflación para agosto, septiembre y octubre. El efecto combinado nos ha llevado a elevar las perspectivas de cierre de año en cuatro décimas respecto a lo que veíamos hace un mes y medio atrás”. De esta manera, dice que “proyectamos una inflación que cerraría en 4,2%, con sesgo neutral”.
Y Flores acota que “si bien no se altera aún la proyección para el año si cambia a sesgo alcista ya que otras divisiones del IPC están con trayectoria alcista, como ocurre con los combustibles”. Puntualiza que septiembre “es el mes que recoge el impacto de las lluvias y tarifa de RED, mientras que el aumento del dólar observado en agosto se transmitirá en los siguientes meses”.
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