Desde hace meses, las clínicas privadas han advertido sobre las crecientes deudas que el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) mantiene con ellos. Según los prestadores de salud, estas deudas no solo han persistido, sino que también han aumentado, llevando las negociaciones a un punto muerto.

La situación ha alcanzado un punto “crítico”, lo que ha generado discusiones sobre posibles acciones legales para resolver el problema. El Gerente General de la Clínica Dávila, José Ignacio Valenzuela, recientemente se pronunció sobre la presión financiera, revelando que Fonasa le debe a la institución más de $76 mil millones de pesos, y la mitad de las facturas datan de 2022. Valenzuela enfatizó la precariedad de su situación financiera, afirmando: “Claramente, nuestra sostenibilidad está en riesgo. Estamos en una situación muy delicada, financieramente bastante complicada“. Cabe destacar que el 52,5% de los pacientes atendidos en la Clínica Dávila proviene del sector público.

La Clínica Dávila forma parte del grupo de empresas Banmédica, propiedad del conglomerado estadounidense United Health Group. La deuda acumulada que Fonasa tendría con las clínicas de este grupo asciende a $94.436 millones de pesos. Valenzuela anunció que recientemente han contratado los servicios del estudio de abogados Ortúzar, Vergara & Boetsch para explorar posibles acciones legales.

Según las cifras proporcionadas por Clínicas de Chile, una asociación que representa a 40 prestadores de salud privados en Santiago y regiones, la deuda total que Fonasa tiene con las clínicas privadas asciende a aproximadamente $382 mil millones de pesos al 30 de junio de 2023.

La asociación explica que la “deuda de rebase”, adeudada por los Servicios de Salud y originada en atenciones de urgencia para pacientes del sistema público, alcanza alrededor de $200 mil millones de pesos. Destacan que esta porción de la deuda es particularmente crítica, con una parte importante pendiente durante más de tres años, sin una propuesta de pago razonable por parte de Dipres, el organismo gubernamental responsable de asignar fondos para estos pagos.

“La deuda del sector público es extremadamente alta y el comportamiento del sector público con respecto a las deudas de los Servicios de Salud es insostenible”, enfatiza Clínicas de Chile. “Dipres ha presentado un plan de pago en semanas anteriores, que es inaceptable para los proveedores privados. Implica pagar el 40% de la deuda para marzo de 2024 y el resto al final de esta administración gubernamental, sin ningún ajuste, a pesar de que se trata de deudas por servicios ya prestados y de larga data”.

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