La jornada de este miércoles, el pleno de la Corte Suprema realizó la audiencia pública en que los ministros escucharon las exposiciones de los postulantes para integrar el Tribunal Constitucional y suceder a Rodrigo Pica, abogado que falleció el pasado 20 de junio.
Así, tras escuchar los planteamientos de ocho de los nueve aspirantes inscritos en el proceso, los magistrados se inclinaron por Raúl Eduardo Mera Muñoz, abogado de la Universidad de Chile y ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso. En 2020 postuló a ministro de la Corte Suprema, sin embargo, su nombre no alcanzó el quórum necesario.
En esta oportunidad, contó con el apoyo de once de los ministros titulares y suplentes del máximo tribunal.
Tras la selección, en todo caso, el Tribunal Constitucional aún tendrá dos cupos vacantes. Lo anterior, luego de que en junio de 2022 el Senado rechazara los nombres de Alejandra Precht Rorris y Gonzalo Fuenzalida Figueroa. Por lo mismo, aún están pendientes los procesos para completar los cupos que dejaron los magistrados Juan José Romero Guzmán y Gonzalo García Pino.
En enero del 2024, además, terminarán sus periodos los ministros Nelson Pozo y Cristián Letelier, que fueron designados por el Senado.
Polémica en la votación y sesión en Valparaíso
Previo a resolver, de todas maneras, los ministros de la Suprema se enfrascaron en una discusión que, por algunos minutos, tensionó la definición. Esto, porque el Presidente Juan Eduardo Fuentes planteó que, en esta ocasión, votarían ministros titulares y suplementes.
Si bien aquello se había replicado en la toma de otras determinaciones, pues se entiende que los ministros suplementes ejercen con todas las propiedades del cargo, algunos magistrados estimaron que no era necesario y, por lo mismo, hicieron presente su molestia.
Pese a ello, la decisión final se resolvió por medio de una votación y la postura defendida por el Fuentes se impuso. Resulto el punto, entraron al fondo y ratificaron al juez Raúl Mera, que ya había dado luces de correr como uno de los favoritos.
Si bien aún no es claro cuándo asumirá el nuevo ministro, se espera que la jornada de este jueves 31 de agosto la presidenta del TC, Nancy Yáñez, pueda entregar las primeras impresiones de la designación. Aquello, en medio de una sesión que realizará de forma inédita en Valparaíso, para la vista de causas de esta región.
La audiencia tendrá lugar en la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, institución que prestó sus instalaciones, y dice relación con el mandato que tiene el TC “para ejercer jurisdicción constitucional en todo el territorio nacional” y también con la política que pretende acercar la justicia constitucional a los habitantes de regiones.
La mochila de Mera
Raúl Mera inició su carrera en el Poder Judicial en 1980, como secretario del Juzgado de Letras de Río Negro. Desde entonces, ha sido relator en la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, además de secretario en el tribunal de alzada en Punta Arenas y fiscal judicial en la Corte de Antofagasta. Actualmente es ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
El 2020, Mera intentó dar el salto como ministro de la Corte Suprema, siendo propuesto por el entonces Presidente Sebastián Piñera. Sin embargo, su nombramiento fue rechazado en el Senado, donde fue cuestionado por sus fallos en materia de derechos humanos, tras haber absuelto por falta de pruebas a cuatro excarabineros acusados de torturas y asesinar, en 1988, a Cecilia Magni y Raúl Pellegrín, miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
En esa línea, también tuvo flancos abiertos por sus posturas ante los recursos por la contaminación en Quintero y Puchuncaví.
Otro de los cuestionamientos en su contra fueron expuestos durante la sesión de su nominación en el Senado, cuando la senadora Yasna Provoste sostuvo que pese a valorar sus credenciales profesionales, “nuestro país necesita una Corte Suprema que tenga una firme convicción en la promoción de los derechos humanos, en el respeto al medio ambiente y, además, con juezas y jueces que tengan clara una perspectiva de género. La equidad de género no se juega sólo con una mayor incorporación de mujeres al Máximo Tribunal de Justicia; la equidad de género se juega en que en los fallos tengan presente la perspectiva de género”.
Recientemente, Erika Hennings, presidenta de la organización “Londres 38, espacio de memorias”, envió una carta al presidente de la Corte Suprema para presentar sus reparos ante la postulación. Según señaló la dirigenta, el actual ministro del tribunal de segunda instancia “en el ejercicio de su cargo ha evidenciado un incumplimiento de las obligaciones internacionales de protección de Derechos Humanos, en al menos tres áreas: asegurando impunidad en delitos de lesa humanidad, negando reconocimiento del derecho al agua y a un ambiente libre de contaminación, y omitiendo ponderaciones en casos de violencia contra las mujeres”.
Pese a esos reproches, Mera sí ha contado con el respaldo de reconocidos abogados de derechos humanos, como fue el caso de los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de Iquique. Ellos, de hecho, enviaron una carta al Senado cuando se revisó su postulación a la Suprema y aseguraron: “si a raíz de los prejuicios instalados en su contra, Raúl Mera no es designado integrante de la Corte Suprema, el Poder Judicial se habrá privado, en su máximo tribunal, de un juez brillante, equilibrado y estudioso. Además, innovador. Es decir, no sólo sería una injusticia, sino también, un auténtico despilfarro para el país”
¿Cómo se elige a los ministros del TC?
Conforme lo establece el artículo 92 de la Constitución, el Tribunal Constitucional debe estar integrado por diez miembros: tres designados por el Presidente de la República, cuatro por el Congreso Nacional y tres por la Corte Suprema.
Los integrantes durarán en sus cargos nueve años y, como fija la misma norma citada, se renovarán por parcialidades cada tres.
En caso que uno de los ministros cese en su cargo, dicta la Carta Magna, “se procederá a su reemplazo por quien corresponda, de acuerdo con el inciso primero de este artículo y por el tiempo que falte para completar el período del reemplazado”. O sea, el sucesor de Pica podrá permanecer en el cargo hasta 2030.
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