Durante miles de años, las personas han informado haber visto luces y objetos extraños volando por el cielo. Hoy en día, estos fenómenos inexplicables se llaman comúnmente ovnis, o fenómenos aéreos no identificados (UAP) tal como los llama el Pentágono. Pero, ¿qué son exactamente los ovnis? ¿Son visitantes de otro mundo? ¿Dónde han ocurrido avistamientos famosos?
Algunas personas creen que los ovnis son en realidad naves de otros planetas, pilotados por visitantes extraterrestres. Otros incluso han afirmado haber sido abducidos por estas misteriosas naves flotantes. Aunque nunca ha habido ninguna evidencia irrefutable de la existencia de extraterrestres, es imposible descartar por completo esta posibilidad. Es más, muchos de los informes que tenemos sobre ovnis provienen de pilotos que han afirmado ver objetos voladores que no se ven ni se comportan como ningún avión que hayan visto antes. Y si a esto le sumamos los últimos incidentes ovni en todo el mundo, entonces tenemos pruebas que demostrarían que hay mucho más de lo que no explican. Pero ahora tenemos nuevos testimonios, y son realmente inquietantes.
Intervención OVNI
Los ovnis han estado “deshabilitando ojivas nucleares” e interfiriendo con el entrenamiento militar, según han revelado dos veteranos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que hablaron en una reciente audiencia. Las asombrosas declaraciones fueron ofrecidas en la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los dominios, o AARO, que está investigando los avistamientos de ovnis cerca de bases militares, según informa Daily Mail Online.
El ex oficial de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Robert Salas, testificó que estaba de servicio en la base de la fuerza aérea Malmstrom en Montana el 24 de marzo de 1967, cuando un OVNI naranja en forma de disco se acercó brevemente sobre la puerta principal. Segundos después de que la seguridad informara del avistamiento a Salas, los 10 misiles en la base cayeron fuera de línea uno tras otro y las armas nucleares eran imposibles de lanzar, y tomó varias horas repararlos y reorientarlos.
Aunque los militares realizaron una investigación oficial, nunca se encontró ninguna explicación lógica y racional para el cierre de los misiles. Salas y sus colegas fueron entrevistados en ese momento por agentes de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea y obligados a firmar acuerdos de confidencialidad.
Pero los investigadores ahora están interesados en Salas para dar evidencia como parte de la investigación del gobierno de los Estados Unidos sobre 510 avistamientos de ovnis por personal militar que datan desde la década de 1940. Salas, ahora de 82 años, dijo que estaba impresionado por la investigación después de décadas de que el incidente fuera ignorado o negada por el gobierno.
“He querido contarle mi historia a una agencia gubernamental durante más de 50 años”, dijo Salas. “Fue un gran alivio. Eran muy magnánimos. Escucharon atentamente. Les di un informe completo sobre los incidentes de Malmstrom. Estoy más seguro ahora de lo que iba en que están tratando de hacer un esfuerzo sincero”.
En un correo electrónico agradeciéndole por su evidencia, los investigadores le dijeron a Salas que esperaban que las contribuciones colectivas de patriotas como él y el nivel actual de interés e inversión del gobierno proporcionen respuestas a las preguntas que los ciudadanos estadounidenses han exigido durante tanto tiempo.
Otro ex oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el Dr. Robert Jacobs, testificó sobre una película de 35 mm que grabó en 1964 de un platillo volador derribando un misil. Jacobs estaba a cargo de un equipo de cámaras telescópicas que filmaban lanzamientos de misiles de prueba en la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California en la década de 1960. En un lanzamiento el 15 de septiembre de 1964, un disco voló hacia un misil en movimiento, disparó una serie de rayos y se alejó, causando que la ojiva ficticia cayera del cielo.
“Vimos la tercera etapa quemarse y en el cuadro vino algo más”, dijo Jacobs, ahora de 84 años. “Voló hacia el marco y disparó un rayo de luz a la ojiva. Ahora recuerde, todo esto está volando a varios miles de kilómetros por hora, así que esta cosa dispara un rayo de luz a la ojiva, la golpea, y luego se mueve hacia arriba, dispara otro rayo de luz, baja y dispara otro rayo de luz y luego vuela por la forma en que entró. Y la ojiva cae del espacio. El objeto, los puntos de luz que vimos, la ojiva y demás, viajaban a través del subespacio unos 100 kilómetros hacia arriba. Y iban a algún lugar en el vecindario de 17.000 a 22.000 kilómetros por hora cuando este OVNI los alcanzó, voló, voló a su alrededor y regresó. Ahora vi eso. Me importa un bledo lo que alguien más diga al respecto. Lo vi en una película. Yo estuve allí”.
Jacobs dijo que su jefe, el mayor Florenze J. Mansmann, le ordenó guardar silencio sobre las imágenes, quien las vio con él en una reunión con dos oficiales de la CIA en los días posteriores al incidente. Antes de su muerte en 2000, Mansmann confirmó el incidente diciendo que vio el video del objeto “en forma de platillo” cuatro veces antes de que la CIA lo enviara a un lugar no revelado.
“Me pareció la entrevista más delicada, más honesta y acogedora que he tenido con respecto a este tema”, dijo Jacobs en su testimonio hace quince días. “Al final de nuestra charla, dije: ‘He estado tratando durante más de 40 años de que el gobierno escuche mi testimonio’. Y él dijo: ‘Lo acabas de hacer’. El gobierno finalmente escuchó. No estoy seguro de a quién van a perseguir a continuación. Pero tengo mucha fe en esta organización tanto como en cualquier gobierno”.
El director de AARO, el Dr. Sean Kirkpatrick, también está entrevistando a otros nueve testigos de casos similares. Sin duda alguna nos encontramos ante testimonios realmente sorprendentes que demuestra que existe una intervención que más más allá de lo que podemos entender y explicar. Tal vez el fenómeno OVNI ha vuelto a la actualidad, pero la realidad es que lleva con nosotros desde tiempos inmemorables.
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