Es altamente probable que en más de una oportunidad hayas enfrentado algún síntoma repentino o inusual de una enfermedad y no hayas acudido a un médico para evaluar tu estado de salud.
Aquello puede darse por múltiples motivos, pero lo cierto, es que la prevención es una arista fundamental cuando efectivamente se sufre de un padecimiento. Más aún, cuando se trata de diagnósticos como el cáncer.
Distintos especialistas han advertido que es ideal comenzar a tratar dicha enfermedad lo más temprano posible desde que se empieza a desarrollar, ya que con el tiempo las complicaciones se agudizan.
La académica del University College de Londres y autora principal de un estudio de la organización Cancer Research UK, Katriina Whitaker, manifestó recientemente a la BBC que más del 50% de los británicos ha experimentado alguna vez síntomas que eventualmente podrían ser de un cáncer.
Sin embargo, solo un 2% pensaron que podía ser la enfermedad, mientras que un 25% ignoró completamente los signos y no consultó a un doctor.
“La gente cree que no debemos animar a las personas a ser hipocondríacas, pero tenemos un problema con los individuos a los que les da vergüenza ir al médico, pues creen que van a hacerle perder el tiempo y van a malgastar inútilmente los recursos del sistema de salud (…) si tienes síntomas que no desaparecen, particularmente aquellos que se consideran señales de alarma, no debes ignorarlos, debes ir al médico y buscar ayuda”, manifestó la experta al citado medio.
A continuación encontrarás 10 signos generales del cáncer que son una señal de alerta y que usualmente —a diferencia de otros más conocidos— pasan desapercibidos, según la American Cancer Society.
Pérdida de peso inexplicable
Consiste en cuando se empieza a perder peso aparentemente sin ningún motivo que lo explique. Una revisión del citado medio detalla que 5 kilos o más ya es una cifra que debería generar preocupación.
Generalmente, este síntoma tiende a verse más en padecimientos como el de páncreas, de estómago, de pulmón y de esófago.
Fiebre
Ocurre en casi todos los tipos de cáncer y su intensidad aumenta a medida que la enfermedad se desarrolla. Asimismo, puede ser más fuerte cuando el padecimiento o los tratamientos que recibe afectan al sistema inmunológico de la persona.
En la leucemia (cánceres de células sanguíneas) o el linfoma (un cáncer que inicia en las células del sistema linfático), puede ser considerado como un signo temprano, aunque tal como se ha mencionado, depende de cada caso.
Cansancio
Los expertos de la organización estadounidense se refieren a este término como “un agotamiento extremo que no mejora con el descanso”.
Si bien, comúnmente aparece a medida que la enfermedad avanza, en ciertos padecimientos —como la leucemia— puede notarse durante una etapa inicial.
Cambios en los hábitos intestinales o en la función de la vejiga
Con esto se refieren a efectos como el estreñimiento, la diarrea o la detección de una apariencia distinta en las heces, los cuales se mantienen constantemente. De ser así, probablemente podría ser un síntoma de cáncer de colon.
Respecto a la función de la vejiga, puede experimentarse dolor al orinar, la presencia de sangre en el líquido que se elimina o alteraciones en la frecuencia con la que se orina, es decir, aumentar o disminuir notoriamente.
Estos últimos factores eventualmente pueden vincularse con cánceres de próstata o vejiga.
La presencia de heridas que no cicatrizan
Ciertos lunares que causan molestias y sangran están relacionados con el cáncer de piel. No obstante, hay otras heridas de tamaños pequeños que pueden ser graves si no cicatrizan en más de un mes.
Por ejemplo, una en la boca que no pasa por ese proceso puede deberse a algún tipo de cáncer oral.
Según declaraciones de expertos consultados por la BBC, cualquier herida en esa zona que se mantenga por un tiempo prolongado ya es un motivo para ir inmediatamente a un doctor o dentista.
Asimismo, si se presentan llagas en zonas como el pene o la vagina, es probable que se haya contraído una infección o que sea efecto de un cáncer en su periodo inicial.
Dichos síntomas también son motivos para ir lo antes posible a la consulta de un médico.
Sangrado inusual
Tanto el sangramiento inhabitual como el amorotamiento sin motivos aparentes son factores a tener en cuenta, ya que podrían sugerir la presencia de un cáncer en etapa inicial.
En este sentido, llegar a toser sangre podría ser signo de un cáncer de pulmón, mientras que si aparece en las heces podría estar vinculado con uno de recto o hígado.
De la misma manera, el sangrado en la vagina podría ser efecto de un cáncer de cuello uterino del endometrio y si sale una secreción con sangre por el pezón puede ser un síntoma de cáncer de seno.
Por otro lado, la sangre en la orina podría ser ocasionada por un cáncer de riñón o de vejiga.
Alteraciones en la piel
Además de los cánceres de piel, hay otros que también pueden desencadenar cambios en el tejido que rodea a todo el cuerpo.
Los expertos interpretan como una alerta si se presentan señales como un oscurecimiento (hiperpigmentación), coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia), enrojecimiento (eritema), picazón (prurito) y/o crecimiento excesivo de vello.
Endurecimiento o una masa en cualquier parte del cuerpo
En relación al punto anterior, distintos cánceres pueden manifestar signos a través de la piel. Principalmente se dan en los senos, los testículos, los tejidos blandos del cuerpo y los ganglios linfáticos.
A raíz de aquello, la detección de un endurecimiento o una masa eventualmente puede traducirse como un signo temprano o tardío de algún tipo de este diagnóstico.
Tos persistente o ronquera (en la voz)
La tos que se mantiene con el tiempo suele ser vinculada con padecimientos como el cáncer de pulmón, por lo que si dura más de tres semanas, es altamente aconsejable visitar a un doctor.
Por otro lado, la ronquera — es decir, el efecto de estar ronco, con la voz áspera, entrecortada o forzada— puede estar relacionado con un cáncer de la glándula tiroides o de laringe.
Dificultades para tragar
Si esta complicación se mantiene de forma persistente, podría ser signo de un cáncer de esófago, estómago o faringe.
Pese a que cada uno de los síntomas descritos podría ser una señal del desarrollo de un tipo de cáncer, no necesariamente lo son, por lo que podrían deberse a otra complicación médica.
Es por ello que si presentas alguno de los enumerados por la American Cancer Society, es recomendable que acudas a la consulta de un médico para evaluar tu caso particular.
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