“Nuestra tierra se está secando y nuestra agua está contaminada”, dice Nati Machaca, una de las manifestantes que monta guardia en un bloqueo de carretera en la aldea de Purmamarca, en lo alto de los Andes.
Machaca es portavoz de los grupos indígenas que viven en Jujuy, una provincia en el norte de Argentina.
Jujuy se encuentra en lo que se ha llegado a conocer como el “triángulo del litio”, una franja de los Andes que abarca la triple frontera entre Argentina, Bolivia y Chile, donde se encuentran los yacimientos de litio más grandes del mundo.
El metal se usa para fabricar baterías recargables en todo tipo de dispositivo, desde teléfonos inteligentes hasta computadoras portátiles.
Se ha vuelto especialmente cotizado para los automóviles eléctricos, que también usan litio en sus baterías y se están volviendo cada vez más populares.