Un equipo internacional de astrónomos propuso, en un artículo recientemente publicado en el servicio de preimpresión arXiv, una nueva teoría basada en la noción de la gravedad «teleparalela» de Albert Einstein que los agujeros negros podrían ocultar información, lo que los hace más complejos de lo que se creía anteriormente.
Durante décadas, los científicos consideraron a los agujeros negros como objetos astronómicos particularmente simples. Este señalamiento se debió a la teoría general de la relatividad de Einstein, quien planteó que las únicas propiedades que un agujero negro podría tener eran su masa, su carga eléctrica y su momento angular (velocidad de rotación).
El astrofísico del Instituto Flatiron (EE.UU.), Paul Sutter, citado por Space.com, comentó que esta simplicidad se expone a menudo con la expresión de que «los agujeros negros no tienen pelo». Esto significa que estas regiones finitas del espacio no contienen ninguna información adicional, limitando la compresión de estos gigantes cósmicos.
No obstante, en una nueva investigación se contempló otro enfoque diferente al que sugirió Einstein acerca de la gravedad. En su momento, el físico alemán explicó que cualquier entidad con masa y energía curvará el espacio-tiempo, determinando de esta manera el movimiento de los objetos en el universo.
La nueva concepción se desarrolló a partir del planteamiento de la curvatura del modelo matemático de Einstein, conocida como gravedad «teleparalela». Sin embargo, en lugar de centrarse en cómo se curva el espacio-tiempo, esta nueva teoría analiza su «retorsión». En otras palabras, en vez de ver la gravedad como el efecto de deformar el espacio-tiempo, la gravedad teleparalela se ve como el resultado de torcer las zonas de este objeto, en donde ocurren todos los sucesos físicos del universo, a su alrededor.
Esta torsión, aunque matemáticamente equivalente a la curvatura, proporciona una forma diferente de observar la interacción gravitacional de los objetos astronómicos. Por otro lado, esta nueva hipótesis podría ayudar a definir propiedades y comportamientos del espacio-tiempo, además de brindar información adicional sobre la naturaleza de los agujeros negros.
Los agujeros negros no son «calvos»
Los investigadores basaron su estudio en el concepto de «campo escalar», que es un objeto cuántico que habita todo el espacio y el tiempo. Esta entidad puede contribuir a la transmisión de información del interior de un agujero negro, lo que permitiría a los astrofísicos comprender más a estos objetos sin la necesidad de adentrarse en ellos.
Esta idea desafía la noción tradicional de que los agujeros negros son objetos «calvos», es decir, desprovistos de otras características que no sean la masa, la carga y la rotación. A su vez, el término «pelo» utilizado por los científicos se refiere a las nuevas características potenciales que pueden tener los agujeros negros debido al campo escalar.
Si esta premisa resulta ser correcta, podría tener importantes implicaciones para la interpretación del universo. Los expertos esperan que futuras observaciones de ondas gravitacionales revelen los signos de estos campos escalares en las colisiones de agujeros negros.
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