De forma abrupta concluyó el homenaje en la Cámara de Diputados y Diputadas al fallecido Presidente Salvador Allende, quien encabezó el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973) que fue derrocado el 11 de septiembre de 1973 por las fuerzas militares al mando del general Augusto Pinochet.
Pasadas las 15.00 horas, al inicio de la sesión en Sala, comenzó el homenaje al expresidente socialista. Las bancadas oficialistas fueron las primeras en intervenir y, principalmente, destacaron los avances y logros del gobierno de la Unidad Popular.
Sin embargo, en la intervención de la UDI -el único partido de derecha que decidió exponer en el acto conmemorativo a Allende- las tensiones entre ambos bloques se exacerbaron. El diputado Gustavo Benavente fue el encargado de exponer la visión del gremialismo sobre el gobierno de la Unidad Popular.
“Al inicio de su gobierno se notó la tolerancia de la UP respecto al actuar impune de grupos armados cuya actuaciones eran incentivadas por el propio gobierno, lo que fue aumentando cada vez más…”, dijo el diputado Benavente antes de que el presidente de la corporación, Ricardo Cifuentes (DC), le aplicara un llamado de atención por vulnerar el reglamento, ya que las palabras de los diputados debían ceñirse al sentido del homenaje.
El diputado UDI continuó con su alocución, sin embargo, la situación fue escalando, al igual que las sanciones aplicadas por el presidente de la testera. Tras ello, Benavente se trenzó en una discusión con las vicepresidentas de la Cámara, las diputadas Carmen Hertz (PC) y Daniella Cicardini (PS), a la que se sumó el resto de la bancada UDI.
Finalmente, a Benavente se le aplicó el artículo 91.5 del reglamento, que priva del uso de la palabra al diputado sancionado mientras dure la sesión. Como la bancada de la UDI era la última inscrita para intervenir en el homenaje a Allende, la sanción aplicada al legislador llevó a que se diera por finalizado el acto conmemorativo y se diera paso a la discusión de proyectos.
En la antesala de la sesión, los diputados de RN notificaron de su decisión a través de una carta dirigida al presidente de la Cámara Baja, Ricardo Cifuentes (DC), en la que expresaron su firme desacuerdo con el reconocimiento de un líder político “que consideran responsable del quiebre institucional de Chile en 1973″.
De esta forma, si bien los integrantes de la bancada quedan en libertad de acción para estar presentes en el hemiciclo, tomaron la decisión de no intervenir en la misma. Misma resolución a la que llegó la bancada de Evópoli, según informó el líder de los diputados Francisco Undurraga.
“No vamos a intervenir, porque creemos que en este caso el silencio puede ayudar más que hablar, pero sí vamos a estar presentes”, sostuvo Undurraga.
A una definición distinta llegaron sus socios de coalición, ya que la UDI confirmó que participarán en el homenaje al expresidente Allende. Según adelantó el diputado Jorge Alessandri, los representantes de su partido “no solo no van a salir de la sala, sino que el acuerdo es que la UDI ocupe su tiempo reglamentario y haga uso de la palabra”.
“Los discursos tienen que ser respetuosos, tienen que ser objetivos y, por supuesto, tienen que tener una opinión política, ésta es la Cámara política por excelencia”, manifestó el diputado Jorge Alessandri.
Desde el partido fundado por José Antonio Kast, a través de una declaración pública, informaron que no participarán del homenaje en honor al exjefe de Estado.
Entre sus motivos, destacan que, a su juicio, el exmandatario de la Unidad Popular “lideró uno de los peores gobiernos de la historia de Chile”.
“La Bancada de Diputados del Partido Republicano, deseamos expresar que hemos tomado la decisión de no participar en el homenaje en la Cámara Baja, al que se ha convocado para el día de hoy lunes 11 de septiembre, en honor al ex presidente Salvador Allende Gossens, quien -a nuestro juicio- lideró uno de los peores gobiernos de la historia de Chile”, señala la misiva.
En el documento, además, los parlamentarios “reafirman” su “compromiso con los chilenos, trabajando incansablemente por un futuro mejor, basados en la justicia, el progreso social, la libertad y la seguridad de todos quienes habitamos esta bella nación”.
En representación de la bancada socialista -partido en el que militó Allende-, el diputado Daniel Manouchehri, portando una rosa y un retrato del expresidente en su bolsillo izquierdo, fue el primero en tomar la palabra en el marco del homenaje al líder de la UP.
“Salvador Allende empeñó su palabra de que respetaría la Constitución, las leyes y la voluntad de la mayoría que lo había llevado a La Moneda, y así lo hizo. Sin dar un paso atrás, pagó con su vida la lealtad del pueblo. El acto final de Allende se contrasta con el acto final de Pinochet, cobarde, quien murió simulando una demencia para eludir a la justicia por sus crímenes y actos de corrupción”, expuso el legislador PS.
Luego de Manouchehri, tomó la palabra el jefe de bancada comunista, el diputado Luis Cuello Peña y Lillo que, en la misma línea que su par PS, destacó los avances y logros del gobierno de la Unidad Popular.
“Sus palabras resuenan, inspiran y alimentan la fuerza para las luchas del presente y seguirán guiando a las generaciones que vendrán. Allende vive en cada población, en las capitales del mundo, en cada trabajador que se levanta en contra de la injusticia. Allende es patria, es futuro, es pueblo y es humanidad”, dijo Cuello.
Mientras que en representación del PPD, el diputado Cristián Tapia recordó la iniciativa de la UP para nacionalizar y estatizar la gran minería del cobre. “Ese recuerdo nadie lo va a poder borrar. Cuando se dice que sin Allende no hubiera existido Pinochet, por favor, seamos cautos y respetemos la memoria de nuestro Presidente, la memoria de tantos detenidos desaparecidos que todavía no pueden ser encontrados por sus familiares”.
Tras su intervención, fue el turno del diputado y presidente de la DC Alberto Undurraga, quien aseguró que la falange era un partido “con muchas luces, pero también con muchas sombras”. Undurraga recordó que la DC ejerció como opositora al gobierno de Allende y remarcó que los líderes decé “se la jugaron hasta el último día para una salida institucional a la crisis política de 1973″.
/Escrito por Rodrigo Verdejo para La Tercera
/gap