El mercado laboral sigue lejos todavía de recuperar los niveles de empleo que el país tenía antes de la pandemia. Si bien se han creado puestos de trabajo, todavía restan unos 420 mil para volver a una tasa de ocupación similar a la que existía en ese tiempo, del orden de 58%. Hoy es de 55,6%.
En la última medición del INE, en el trimestre mayo-julio, se crearon 178.816 ocupaciones, lo que se traduce en un alza anual de 2%, menor a la registrada en el trimestre anterior.
La fuerza de trabajo, por su parte, creció 3%, es decir hay más personas buscando empleo, lo que presiona hacia arriba la tasa de desempleo. Esto sucede porque la oferta laboral no es capaz de absorber la mayor demanda por empleo.
Por esa razón el desempleo subió en 0,9 puntos porcentuales, llegando al 8,8%, mayor en 0,3 puntos porcentual en relación al trimestre previo. Por su parte, las personas desocupadas aumentaron14,1% en un año, incididas por quienes se encontraban cesantes (14,7%) y por quienes buscan trabajo por primera vez (7,8%).
Asimismo, se observó que los cesantes anotaron un incremento de 14,7% anual. Desde principios de año, trimestre a trimestre, el número de cesantes en comparación al mismo periodo del año pasado superan las 100 mil personas más. Los cesantes son personas que, habiendo tenido un empleo, ya no lo tienen y están buscando uno nuevo. En total, al trimestre mayo-julio llegaron a 795.649, su mayor nivel desde el trimestre marzo-mayo de 2021.
Estas cifras del INE van en línea con los registros administrativos de la Dirección del Trabajo (DT). Así, de acuerdo al informe mensual de despidos que publica la DT, entre enero y agosto hubo 310.523 despidos por necesidad de la empresa, lo que constituye un aumento de 15,9% en relación a los 267.906 que se anotaron en el mismo período del año pasado. Esta es la mayor alza y el mayor número de despidos por esta causal desde 2020, en plena pandemia, para igual lapso.
En efecto, según la DT, en 2020 en los primeros ocho meses del año tales despidos llegaron a 368.073, mientras que en 2021, la cifra bajó a 236.306. Luego, entre enero y agosto de 2022 el registro de desvinculaciones fue de 267.906 y este año subió a 310.523.
Ahora, al analizar la serie mensual, se aprecia que en agosto hubo 41.845 despidos por esta causal, siendo un 11,4% mayor al mismo mes de 2022, y además la tercera cifra más alta de 2023, después de enero con 42.999 y marzo con 43.516.
De acuerdo al Código del Trabajo, el despido por la causal de necesidades de la empresa parte de la premisa que el término del contrato debe estar asociado, por regla general, a una razón que no sea la sola voluntad unilateral y discrecional del empleador, por cuanto debe fundarse en hechos objetivos que hagan inevitable la separación de uno o más trabajadores.
En ese sentido, algunas situaciones que pueden invocarse como constitutivas de ella son la racionalización o modernización de la empresa, establecimiento o servicio; las bajas en la productividad, y los cambios en las condiciones del mercado o de la economía. Por lo anterior, esta causal para los expertos refleja, en buena medida, la situación económica del país.
El por qué de los expertos
Los economistas afirman que la evolución de los despidos por necesidad de la empresa está estrechamente relacionada con la marcha de la economía y del crecimiento del país y, por ende, es un antecedente relevante de monitorear al analizar la situación del mercado laboral, en conjunto con otros indicadores.
Para Mauricio Tejada, académico del Departamento de Economía de la Universidad Diego Portales, el alza de los despidos por necesidad de la empresa se relaciona directamente con el comportamiento del desempleo: “La tasa de desempleo ha mostrado un incremento de casi un punto porcentual entre enero y julio de 2023, pasando de 8% a 8,8%. Este comportamiento responde tanto a una reducción de la creación como a un incremento en la destrucción de empleo. Por el lado de la demanda de trabajo, las vacantes han mostrado una tendencia sistemática a la baja desde su nivel más alto en la pospandemia, que fue en agosto de 2021, y que alcanzó en agosto de 2023 una caída de más de 60%”.
Para el académico, la debilidad del mercado laboral “es evidente desde hace ya varios meses. El incremento en la destrucción de empleo no solo refuerza dicha debilidad, sino que también permite prever que el mercado está aún lejos de recuperarse y que es muy probable que observemos nuevos deterioros en los indicadores de desempleo en los meses que vienen”.
Por su parte, Soledad Monge, economista de Libertad y Desarrollo, comenta que si bien “la tasa de desempleo no ha tenido un alza tan abrupta como se esperaba, la debilidad del mercado laboral este año ha estado reflejada en el deterioro en la creación de empleo, que está directamente relacionada con las bajas en las ofertas laborales y también con los despidos por necesidad de la empresa”.
En ese contexto, puntualiza que “la economía se ha estado ajustando y contrayendo en los últimos trimestres, lo que quiere decir que el país está produciendo menos, por lo que las empresas necesitan menos trabajadores que antes y, por ende, aumentan los despidos y caen las ofertas laborales”.
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