La situación de los Derechos Humanos en China se transformó en un tema ineludible durante una reservada cena con el embajador Chino en Chile, Niu Qingbao, que sostuvieron el martes en la noche un grupo amplio de parlamentarios, que integran el Comité de Diálogo entre ambos países (instancia formal de coordinación del Congreso chileno con la Asamblea Popular Nacional de China).

La comida realizada en la casa del jefe diplomático extranjero -a la que concurrieron la diputada Karol Cariola (PC) y su pares Jorge Alessandri (UDI), Tomás de Rementería (PS), Rubén Oyarzo (PDG) y el senador Iván Moreira (UDI)- fue parte de una ronda conversaciones preparatorias para la visita a China que realizará el Presidente Gabriel Boric entre el 12 y 18 de octubre.

Los dichos del Presidente Boric fueron los que marcaron esa parte de la discusión. El Mandatario fue consultado en Nueva York sobre si mantendría su tono condenatorio de las violaciones de derechos humanos “vengan de donde vengan”. “Sí”, respondió en la oportunidad, en medio de su segundo paso por Naciones Unidas.

Luego, el Jefe de Estado insistió en este punto en una entrevista otorgada al medio estadounidense “The Washington Post”, en donde aseguró: “Voy a ir a China en octubre para una visita oficial. Va a ser mi primera vez. Lo que podemos exigir a todos es el respeto del derecho internacional y los derechos humanos. Esto se aplica a todos los países del mundo, incluida China”.

El debate por los Derechos Humanos en China se mantuvo este martes en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara. Mediante una solicitud del diputado Cristián Labbé (UDI) se acordó respaldar las palabras de Boric, añadiendo más tensión al tema, que se ha convertido en materia de discusión política en toda visita que ha realizado un Presidente chileno a China.

Si bien estaba al tanto de los dichos del Mandatario, el embajador chino se enteró en la misma comida -por relato de los parlamentarios- lo que había acordado la comisión de Relaciones Exteriores.

Entre quienes estuvieron presentes advirtieron que las alusiones del embajador Niu Qingbao al debate por los derechos humanos en su país no fueron al azar. Más bien, algunos parlamentarios aseguran que obedece a una “forma diplomática” de tratar el tema que instaló el propio Presidente Boric desde Estados Unidos.

Según presentes, el encargado diplomático del país asiático advirtió, en relación a las declaraciones de Boric, que hay que cuidar el tono de ese tipo de intervenciones debido a que existen instancias formales para plantear esas materias, por ejemplo, en la ONU. Eso sí, las mismas fuentes transmiten que Qingbao entendía que las palabras del Presidente fueron en el marco de una entrevista, en donde le requirieron por el tema.

Sobre este asunto, la diputada Cariola señaló que “hay un elemento bastante claro, y el propio embajador lo ha manifestado. Hay un acuerdo entre Chile y China respecto de cómo se tratan estas materias, que es a través del Consejo de DD.HH. de Naciones Unidas, hay un mecanismo de diálogo y conversación que todos los presidentes de Chile anteriores han desarrollado. Por lo tanto, no es un tema que moleste ni acompleje”.

Rubén Oyarzo, en tanto, comentó que el embajador mencionó que a su gobierno le interesa “que el Presidente vea cómo China se preocupa de los DD.HH. y su gente”.

Hay dos casos emblemáticos de países que han cuestionado la situación de los derechos humanos en China y que han recibido una importante respuesta desde el gigante asiático. Luego de criticar el caso de Hong Kong, Australia acusó sanciones comerciales en su contra. En particular apuntaron a restricciones a miles de productos, entre ellos el vino, el carbón, la carne de res y la cebada. Solo hace unas semanas Pekín levantó los aranceles impuestos sobre esta última exportación de Canberra.

Otra situación similar ocurrió con Noruega, desde donde padecieron consecuencias similares, principalmente con la exportación de salmón a China. De esto son conscientes los parlamentarios que cenaron con el embajador Niu Qingbao.

En medio de esta inquietud, este jueves el canciller Alberto Van Klaveren llegará hasta la embajada del gigante asiático en Chile, en el marco de la celebración del día nacional de China.

Preocupación por temas económicos
En la primera parte de la reunión -que se extendió por dos horas- también hubo una franca conversación respecto de asuntos económicos. Todos los parlamentarios presentes coincidieron en que quien marcó el tono de la discusión fue el embajador Qingbao. El diplomático habría planteado la preocupación del país presidido por Xi Jinping respecto de dos situaciones particulares en suelo nacional que involucran los intereses de ciudadanos chinos.

Uno de los casos citados fue el de la salmonera Australis, controlada por la gigante china, Joyvio. Hace un par de meses, la empresa asiática presentó una querella por estafa con un perjuicio patrimonial de US$921 millones, en contra del empresario chileno Isidoro Quiroga y exejecutivos de Australis.

Al mismo tiempo, el embajador también habría indicado su preocupación por la situación de una gigante hidroeléctrica con capitales chinos instalada en el Alto Biobío, así como también la inquietud de los inversores asiáticos por la situación de seguridad.

Sobre estas materias, el diputado Oyarzo añadió que Niu Qingbao “mencionó que los inversores chinos están preocupados sobre todo, por los factores medioambientales, que han dado señales preocupantes para poder invertir en Chile”.

Uno de los asistentes a la cena, que pide no ser identificado, señala que igualmente le llamó mucho la atención que el embajador chino entregara detalles sobre inversores chinos que están enfrentando trabas con la “permisología”. Incluso señala que en un momento de la conversación, el representante diplomático manifestó que a su gobierno le preocupaba que estos asuntos se transformaran en “un problema” en el marco de la visita.

El estilo directo la diplomacia china no sorprende y, de hecho, aún hace eco la gestión que tuvo el antecesor de Niu Qingbao, Xu Bu. Su paso por Santiago estuvo marcado, entre otras cosas, por contradecir públicamente al otrora ministro de Salud, Jaime Mañalich, y calificar de “hipócrita” al entonces secretario de Estado de Donald Trump, Mike Pompeo, cuando estuvo en Chile.

Pese al tono franco de la cita, también hubo un espacio para distenderse y degustar de un variado menú, que incluyó un surtido de fiambres, sopa de zapallo con pescado, brochetas de ternera, venera al vapor con ajo picado, vermicelli chino, espárragos y lirios salteados, fideos estofados con cordero y frutas surtidas. Todo esto fue acompañado por un vino.

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