A medida que la población envejece, mantener la salud física y la independencia se vuelve cada vez más relevante. En este contexto, la fisioterapeuta británica Lucy Macdonald, de RestartPhysio, ha advertido —según el medio The Independent— sobre seis hábitos que las personas mayores de 60 años deberían evitar para preservar su bienestar y reducir el riesgo de lesiones.
Estas recomendaciones se complementan con las orientaciones de Harvard Health, que también promueve un estilo de vida activo como clave para envejecer con seguridad y vitalidad.
Adaptar rutinas para un envejecimiento saludable
El proceso de envejecimiento conlleva cambios físicos inevitables, pero ajustar las rutinas puede marcar la diferencia en la calidad de vida. Tanto The Independent como Harvard Health coinciden en que el sedentarismo, los malos hábitos y la resignación pueden limitar la movilidad y aumentar el riesgo de enfermedades o lesiones.
Según Lucy Macdonald, mantenerse en movimiento y adaptar los ejercicios a las condiciones personales es esencial para conservar la independencia. Por su parte, los expertos de Harvard destacan la importancia del ejercicio regular, el entrenamiento del equilibrio y la fuerza muscular para fortalecer el sistema musculoesquelético.
Seis hábitos a desterrar después de los 60
1. Aumentar repentinamente la actividad física
Uno de los errores más comunes es incrementar el nivel de actividad de forma brusca. Macdonald advierte: “Los aumentos inesperados o hacer algo que el cuerpo no ha hecho durante un tiempo es una gran forma de lesionarse”.
Recomienda progresar poco a poco, dividir las tareas exigentes en varias sesiones y preparar el cuerpo antes de esfuerzos intensos. Harvard Health coincide: la progresión gradual reduce el riesgo de lesiones y mejora los resultados físicos.
2. Ignorar el entrenamiento de fuerza
No incluir ejercicios de fuerza es un error frecuente. Macdonald señala que “nunca es demasiado tarde y no requiere mucho tiempo”. Aconseja realizar al menos dos sesiones semanales de 30 minutos que involucren todos los grupos musculares principales, empezando con cargas ligeras.
Harvard Health refuerza esta idea: el entrenamiento de fuerza ayuda a preservar la masa muscular y facilita la movilidad cotidiana.
3. Pensar que la mejor etapa física ha pasado
Muchos creen que, después de cierta edad, ya no es posible mejorar la condición física. Sin embargo, Macdonald asegura que algunas de las personas más activas que ha tratado superan los 70 años y disfrutan de una excelente forma gracias a hábitos saludables.
Harvard Health añade que la edad nunca debe ser un obstáculo para alcanzar el bienestar: con tiempo y constancia, es posible mejorar a cualquier edad.
4. Subestimar el daño de antiguos malos hábitos
El impacto de malos hábitos pasados no desaparece con los años. “No podemos ignorar una mala nutrición o la falta de sueño”, advierte Macdonald.
El cuerpo tarda más en recuperarse, por lo que mantener rutinas regulares de descanso, dieta equilibrada y ejercicio es fundamental. Harvard Health coincide en que un estilo de vida saludable puede mitigar los efectos negativos de los excesos del pasado.
5. Temor a probar nuevas actividades físicas
El miedo a lo desconocido puede limitar el bienestar. Macdonald anima a experimentar nuevas actividades: “Nunca es tarde para empezar algo distinto”.
El ejercicio debe ser agradable y, si es posible, compartido, ya que el componente social aumenta la motivación y la constancia. Según Harvard Health, el ejercicio en grupo mejora no solo la salud física, sino también el estado emocional.
6. Considerar inevitable perder el equilibrio
La pérdida de equilibrio no es un destino inevitable. Macdonald asegura: “Si trabajas tu equilibrio, verás resultados”.
Recomienda dedicar unos minutos al día a ejercicios específicos para prevenir caídas, una de las principales causas de lesiones en la tercera edad. Sugiere integrar estos ejercicios en la rutina diaria, por ejemplo, mantenerse de pie sobre una pierna al lavarse los dientes, siempre con precaución.
Harvard Health subraya que la práctica regular del equilibrio fortalece la estabilidad y reduce el riesgo de accidentes.
Envejecer activamente: una decisión diaria
El mensaje conjunto de Macdonald y Harvard es claro: la prevención y el autocuidado deben formar parte de la vida diaria, sin importar la edad.
El envejecimiento activo permite que las personas mayores asuman un papel central en el cuidado de su salud y bienestar, evitando los principales riesgos asociados a la inactividad y la pérdida de movilidad.
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