Codelco suma nuevas complicaciones. A los dolores de cabeza que le genera a la minera estatal chilena los menores niveles de producción que viene enfrentando desde hace dos años, su alto nivel de endeudamiento y el aumento en los costos de producción le valieron un duro castigo en términos financieros. La agencia de clasificación Moody’s Investors Service (Moody’s) decidió rebajar las notas crediticias de la minera.
En concreto recortó a Baa1 desde A3 las notas Euro a Mediano Plazo, los Bonos Globales, las Notas Globales y las Notas Globales Senior. Además, dejó en Ba2 desde el Baa3 previo la Evaluación Crediticia Base (Baseline Credit Assessment o BCA), asignándole además una perspectiva negativa.
Según detalló la clasificadora norteamericana, con la degradación crediticia comunicada concluyó la revisión a la baja iniciada el 29 de agosto de 2023.
En su fundamentación, explicó que la determinación de reducir las clasificaciones de deuda de Codelco “se sustentan en el debilitamiento del perfil crediticio de Codelco debido a menores volúmenes de producción, consecuentemente mayores costos, y mayores requerimientos de gasto de capital para mejorar los niveles de producción y asegurar el perfil de producción de largo plazo de la compañía sustentado en volúmenes en niveles históricos de alrededor de 1,7 millones de toneladas por año, sobre una base consolidada”.
“La perspectiva negativa incorpora la expectativa de Moody’s de que Codelco se mantendrá en una posición débil en la categoría de rating, debido al alto apalancamiento y la débil cobertura de intereses, así como la limitada visibilidad en torno a la capacidad de la compañía para restablecer el crecimiento de los beneficios y generar un flujo de caja libre positivo. La capacidad de Codelco de continuar invirtiendo para mantener los volúmenes de producción y controlar los costos operacionales es clave para mejorar sus métricas crediticias en los próximos 12 a 18 meses”, puntualiza el informe publicado este miércoles.
Factores a mirar a futuro
Según especificó Moody’s, la clasificación de Codeco podría subir o cambiar la perspectiva si la BCA se fortalece “apoyado por iniciativas para mejorar los volúmenes de producción hacia niveles históricos, al tiempo que se reducen los costos y gastos, acercando los costos a los estándares de la industria”.
“Una mejora en el perfil de producción de Codelco está estrechamente ligada a su capacidad de ejecutar sus proyectos estructurales manteniendo una liquidez adecuada. La presión al alza de la calificación dependería de la capacidad de la empresa para reducir sus niveles de deuda, ya que los ajustes en la estructura de capital harían que Codelco estuviera menos expuesta a la volatilidad de los precios del cobre”, ahondó en su análisis la clasificadora.
Reacción de Codelco
Tras conocida la decisión de Moody’s, desde Codelco enfatizaron en que el escenario de caída en la producción obliga a la minera a realizar inversiones que permitan recuperar los niveles históricos de la estatal. En esa línea, remarcaron en “la importante demanda de inversión en torno a US$ 4 mil millones anuales para el desarrollo de sus proyectos de infraestructura, lo que naturalmente impacta en el nivel de endeudamiento.
También puntualizaron que la atracción de inversiones “es la principal fuente de recursos para sostener la cartera de inversiones, ya que las utilidades generadas por la empresa son entregadas al Estado (con excepción de la capitalización entregada en 2017 y la regla autorizada entre 2021 y 2024 para retener 30% de las utilidades)”.
“No obstante las complejidades de la situación actual, Codelco está empujando decididamente la construcción y puesta en marcha de los proyectos estructurales, dado que ese desafío es el que asegura que la compañía retome un volumen de producción de 1,7 millones de toneladas hacia 2030″, subrayaron.
El reciente análisis de Bank of America
A julio de este año, Codelco acumula una caída anual de 102.200 toneladas toneladas de cobre fino, alcanzado las 808.900 toneladas de producción, su nivel más bajo para el período en los últimos 20 años. Dicha situación, remarcó el presidente del directorio, Máximo Pacheco, “nos da un tremendo dolor de cabeza“, dijo la semana pasada, en un seminario organizado por Clapes UC, dedicado a analizar los desafíos que enfrenta la minera estatal chilena.
El endeudamiento de la principal productora de cobre a nivel mundial fue uno de los tópicos que acaparó el análisis del managing director del Bank of America, Jason Fairclough.
En dicha instancia, si bien destacó que la estatal seguía siendo “el rey del cobre” en 2022, la caída en la producción de este año estaría presionando el liderazgo que ostenta como el mayor productor de cobre del mundo.
“Por supuesto, la posición de Codelco podría verse presionada y sabemos que Codelco está pasando actualmente por un período de gasto de capital importante para tratar de mantener la producción plana”, señaló.
Fairclough también recordó que la estatal “es uno de los productores de mayor alto costo” en el mundo. “Vemos que de los grandes productores de cobre en el mundo, Codelco es uno de los productores de mayor costo. Es más alto que Southern Copper, más alto que BHP y más alto que Antofagasta Minerals”, detalló.
Sin embargo, al analizar la deuda, Fairclough reflejó el complejo escenario financiero de Codelco en el contexto minero internacional. Allí, dio cuenta de que la estatal chilena es la segunda minera del mundo con mayor deuda neta, siendo superada únicamente por Glencore, pero que al analizarla contra el Ebitda de cada una, Codelco supera por lejos a sus competidores, llegando a 5,8 veces.
“La mayoría de las compañías mineras intentan mantener un balance general que sea de grado de inversión, lo que significa deuda neta contra Ebitda de menos que 3 veces, e idealmente menos que 2 veces. Vemos que todos los megamineros tienen una deuda neta contra Ebitda menos que 1 vez”, comentó el analista.
Igualmente, al analizar el gasto de capital esperado para Codelco en los próximos tres años, cifra que llegaría a los US$12.000 millones, en relación al Ebitda, la posición de la estatal chilena se distancia notoriamente de la competencia, llegando a una relación de 1 a 1.
“Esta es una medida de cuánto de las ganancias en efectivo se consume por el gasto de capital. (…) Parece que todas las ganancias en efectivo se gastarán en gastos de capital”, alertó.
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