La neblina fantasmal que innumerables estrellas emiten vagando entre las galaxias como almas perdidas se remonta a miles de millones de años, sugieren nuevas observaciones del telescopio Hubble.

Dicho de otro modo, estas estrellas no son producto de una actividad dinámica más reciente en el interior de un cúmulo de galaxias que las sacaría de las galaxias normales.

Estas estrellas no están ligadas gravitatoriamente a ninguna galaxia del cúmulo. ¿Cómo llegaron las estrellas a dispersarse tanto por el cúmulo? Existen varias teorías que apuntan a la posibilidad de que las estrellas fueran arrancadas de las galaxias del cúmulo, que se dispersaran tras la fusión de galaxias o que estuvieran presentes en los primeros años de formación del cúmulo, hace miles de millones de años.

Un reciente estudio en infrarrojos del telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, que buscaba esta denominada «luz intracúmulo», arroja nueva luz sobre el misterio.

El estudio incluyó 10 cúmulos de galaxias situados a una distancia de casi 10.000 millones de años-luz. Estas mediciones deben realizarse desde el espacio porque la débil luz intracúmulo es 10.000 veces más tenue que el cielo nocturno visto desde tierra. El estudio revela que la fracción de la luz intracúmulo en relación con la luz total del cúmulo se mantiene constante a lo largo de miles de millones de años. Esto significa que estas estrellas ya no tenían hogar en las primeras etapas de la formación del cúmulo.

Aquí se muestran imágenes del telescopio espacial Hubble de dos cúmulos masivos de galaxias denominados MOO J1014+0038 (panel izquierdo) y SPT-CL J2106-5844 (panel derecho). El color azul añadido artificialmente se traduce a partir de datos del Hubble que captaron un fenómeno llamado luz intracúmulo. Este resplandor extremadamente tenue traza una suave distribución de luz procedente de estrellas errantes dispersas por el cúmulo. Hace miles de millones de años, las estrellas se desprendieron de sus galaxias progenitoras y ahora vagan a la deriva por el espacio intergaláctico.

La capacidad y sensibilidad del telescopio espacial James Webb de la NASA, la ESA y la CSA en el infrarrojo cercano ampliarán enormemente la búsqueda de estrellas intracúmulo en las profundidades del Universo y, por tanto, ayudarán a resolver el misterio, informa el sitio web de la ESA dedicado al Hubble.

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