El escenario internacional para Chile cambió. Los riesgos que describió el Banco Central en su informe de Política Monetaria (Ipom) de septiembre han ido tomando más fuerza durante las últimas semanas y amenazan con cambiar las perspectivas que tiene el Banco Central tanto en el corto plazo como el mediano.
Entre los riesgos que mencionan está una mantención en niveles altos de la tasa de interés en Estados Unidos, la caída del precio del cobre por los vaivenes de China y la tensión por la guerra en Israel con Palestina, así lo describe un informe elaborado por Hermann González y Javier Vergara de Valtin Consulting.
Mencionan que “el aumento de las tensiones entre Israel y Palestina ha generado hasta ahora efectos acotados en los mercados financieros, ante la expectativa de que este conflicto no escale. Pero los riesgos de que otras naciones se involucren y se vea afectado el suministro de petróleo y otros productos energéticos son elevados”.
Otro de los riesgos presentes en el escenario es el “inminente cierre del gobierno en Estados Unidos a mediados de noviembre. Este es un hito que inyectará volatilidad a los mercados en la medida que se acerque la fecha límite. La situación es aún más compleja dado el estado de data dependiente en el que se encuentra la Fed porque precisamente la producción de datos económicos sería una de las actividades afectadas por este eventual cierre”.
Otro factor latente es “el endurecimiento monetario en curso que es el mayor desde inicios de la década de 1980, lo que ha llevado a un alza de tasas a niveles no vistos desde 2007 (previos a la crisis financiera global), al tiempo que el dólar se ha fortalecido significativamente desde inicios de julio”.
En ese sentido, mencionan que la inflación subyacente sigue disminuyendo, pero lentamente y la inflación total sube por el alza de los combustibles . “La inflación subyacente subió 0,3 % (4,1% anual), en línea con las expectativas del mercado, pero la inflación total subió 0,4 % (3,7%) por sobre lo esperado (0,3 %) . Con todo, el dato no parece ser suficiente como para una nueva alza de tasas en el corto plazo, pero sí para confirmar la idea de que las tasas “se mantendrán altas por más tiempo”.
Resaltan que la tasa de interés del bono del Tesoro de EE.UU. se ubica en máximos desde la crisis financiera internacional.
En la Eurozona describen que “las condiciones financieras se han estrechado de forma significativa, a niveles que no se veían desde antes de la crisis financiera de 2008″. En línea con ello, subrayan que la confianza de los inversionistas se ha deteriorado, las proyecciones de crecimiento se han corregido a la baja (crecería en torno a 0,5% este año y el próximo) y las encuestas de gerentes de compra (PMI) son compatibles.
A ello agregan una profundización de la crisis del mercado inmobiliario en China. “El desafío de las autoridades es complejo porque está en juego la estabilidad del sistema financiero”, indican y comentan que la “volatilidad en los precios de las materias primas debido a las tensiones geopolíticas. potenciales alzas del petróleo y de los alimentos dificultarían el proceso de normalización inflacionaria y ponen en riesgo la estabilidad social”.
Todo esto repercutiría en una mayor persistencia inflacionaria lo que podría requerir mayores alzas de tasas de interés. “Aunque la inflación ha bajado, sigue alta en varios países y factores como el exceso de ahorro, mercados laborales ajustados y alza de precios de combustibles, complican el trabajo de los bancos centrales”, puntualizan el análisis de Valtin.
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