El centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres) publicó un informe que estudió los números del sector, y concluyó que Uruguay es efectivamente un país caro y es por eso que hay que “hacerlo competitivo”.
“Es difícil atraer turistas con el actual nivel de encarecimiento”, establece el documento, que agrega que Uruguay también se ha encarecido en el último tiempo con respecto a otros países y regiones, más allá de la Argentina.
El análisis concluye que Uruguay está 66% más caro respecto al promedio histórico con Argentina; 44% por encima de Brasil; 31% más que Chile; 27% respecto a Estados Unidos; 26% respecto a la Unión Europea, y 23% más que Paraguay.
Esa es la comparación histórica, pero si se tiene en cuenta el momento actual, la brecha de precios con la Argentina se acentúa. Ceres concluye con el dato de que en julio, el último mes medido por el Observatorio de Precios de la Universidad Católica del Uruguay -informe en el que se basó para este dato-, la brecha de precios entre Uruguay y la Argentina fue de 126%, lo que es “difícil de cambiar en el mediano plazo”.
En los primeros ocho meses de 2023 ingresaron 2.037.000 turistas, que casi duplican los recibidos en el mismo período del año pasado y es 7,7% más que en 2019, el último año prepandemia, pero es 20% inferior a la cifra de 2017, el mejor año registrado últimamente en esta materia.
Es que hasta 2017 se registró un boom de visitantes extranjeros, pero, a partir de ese año, cuando se registró una depreciación del peso argentino, comenzó a caer. Los argentinos pasaron de ser el 74,4% de los visitantes de Uruguay en 2017 al 65,7% en 2019, cuando ya se registraba una segunda depreciación. En los ocho primeros meses de 2023 fueron el 60,3%. En orden le siguen los brasileños con el 17,3%, los estadounidenses con el 2,8%, los chilenos con el 2,8% y los paraguayos con el 1,6%.
Pero medido en pesos constantes, los turistas han gastado en lo que va de 2023 un 23% menos que en el mismo período de 2019, el último año sin pandemia, y un 44% menos que en el mismo período de 2017.
En cuanto a los pasajeros extranjeros que han pasado por el Aeropuerto Internacional de Carrasco, en los primeros ocho meses hay una recuperación del 45% con respecto a 2022, pero una disminución del 10% con respecto a 2019 y del 21% con respecto a 2017. Esto, explica Ceres, se debe a varios motivos. Uno es que las frecuencias aún están por debajo de la prepandemia, y otro es que “el porcentaje de impuestos sobre el precio final es en promedio más del doble que en Santiago, Asunción y aeropuertos de Brasil”.
Esta situación hace que el rubro turismo, que en promedio antes de la pandemia tenía un peso del 7,5% en el PBI de Uruguay, se estima que será del 5,4% en 2023.
Y en lo que respecta a la balanza entre el turismo receptivo y emisivo, Ceres indicó en su trabajo que en el primer semestre de 2023 se da el primer período con saldo neto turístico negativo al menos desde 2015, porque los gastos de uruguayos en el exterior han sido de 950 millones de dólares, lo que indica “niveles máximos”, y los ingresos por extranjeros que gastan en Uruguay fueron de 903 millones de dólares.
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