Quedan solo cuatro días para la decisiva segunda vuelta presidencial en Argentina y hay una idea que lleva rondando varias semanas las cabezas de los seguidores de Javier Milei: que el candidato libertario sería víctima de un fraude electoral a favor del abanderado oficialista, Sergio Massa. Y si bien ninguna fuerza política ha denunciado de forma oficial las presuntas irregularidades y todo se ha basado en videos de redes sociales, existe una narrativa que se instaló y podría empañar el proceso.

Con comparaciones entre telegramas y actas de escrutinio, videos de boletas rotas y discursos exaltados, cuentas de redes sociales identificadas con el líder de La Libertad Avanza han puesto en duda la transparencia del proceso. «El fraude existe. Me da pena por la gente que va a votar y personas como yo que pasamos todo el día fiscalizando y cuidando cada voto», dice entre lágrimas una usuaria en Tik Tok, que denuncia irregularidades en el recuento provisorio en la provincia de Mendoza. «Un voto no contado ya es fraude», exclama un periodista en el canal de streaming Neura, en un recorte que se hizo viral.

Las dudas fueron instaladas por el propio Milei, quien días antes de la primera vuelta del 22 de octubre aseguró que en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de agosto «hubo irregularidades groseras» y que perdió entre el 2% y el 5% de los votos, pese a que se quedó con el triunfo, con cerca de un 30% de los sufragios.

Esta denuncia hecha en el canal Crónica HD llevó a la justicia electoral a abrir una investigación de hecho. «Se advierten manifestaciones de un candidato presidencial de una agrupación política que estaría denunciando hechos de gravedad institucional que podrían afectar de manera trascendente el desarrollo de los comicios próximos a realizarse este 22 de octubre de 2023», dijo el fiscal Ramiro González.

Luego, el segundo lugar obtenido por Milei, con el 30%, detrás de Sergio Massa que obtuvo casi el 37%, movilizó más a un sector de los seguidores del libertario. La idea ya está insertada y, cualquier resultado ajustado que se dé el domingo, podría encender las alarmas.

«Narrativa de fraude»

El concepto de «narrativa del fraude» fue acuñado por el director del Departamento de Observación Electoral de la OEA, Gerardo de Icaza, para describir un fenómeno que se presenta con diferentes formatos en muchos países, precisó a la AFP el abogado Alejandro Tullio, director nacional electoral argentino entre 2001 y 2016.

«Se trata de minar la credibilidad de las elecciones, ya sea de las leyes como de los órganos encargados de aplicarlas y, en muchos sitios, forma parte de estrategias de deslegitimación maliciosa de los resultados», dijo.

«Las elecciones son procesos complejos y la explicación de sus procedimientos puede resultar tediosa», señaló Tullio, y advirtió que «es más fácil hacer circular una leyenda negra simplista y fantasiosa que reconocer resultados que, por más que sean notables, pueden decepcionar».

Aunque no se ha formalizado ninguna denuncia, Milei afirmó en una entrevista reciente con el presentador peruano Jaime Bayly difundida en Youtube que «hubo irregularidades de semejante tamaño que ponen en duda el resultado».

El consultor político Carlos Fara consideró que en esta campaña electoral, la oposición ha alimentado una narrativa de fraude. «Es la típica coartada de si gano, gané pese al fraude y si pierdo, perdí por el fraude», declaró a la AFP.

Además, marcó que «hay un cuestionamiento a las reglas del juego si no favorecen al que emite la denuncia, lo vimos con Bolsonaro, lo vimos con Trump y ahora lo vemos con Milei».

Uno de los encargados de la campaña de Milei en redes sociales es el consultor Fernando Cerimedo, quien saltó a la escena pública en Brasil en 2022 por difundir información falsa de un supuesto fraude contra Jair Bolsonaro. Ahora, replica en su cuenta de X (antes Twitter) varias de las acusaciones virales e imágenes de las movilizaciones en Argentina.

A su vez, Milei denunció que el presidente izquierdista brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instiga una campaña en su contra a través de un equipo de estrategas electorales.

Consultado por la eventual influencia de las denuncias de fraude en el electorado de cara al balotaje, Fara consideró que «agitar el fraude puede beneficiar a la oposición porque se garantizaría que vaya gente a votar y diluir la posibilidad del voto en blanco. Actúa como un elemento que promueve la movilización».

El 30 de octubre, al cumplirse 40 años del regreso de la democracia en Argentina, la Cámara Electoral destacó que, en ese tiempo, hubo 33 procesos electorales de diverso tipo, «todos con resultados aceptados y reconocida e indiscutida legitimidad».

«Frente a invocaciones de fraude sin fundamento» se vuelve necesario «poner de relieve el valor que revisten para la historia de la democracia argentina las elecciones periódicas, libres, transparentes y auténticas», asentó en un comunicado.

«Son elecciones serias»

En medio de las dudas, la jueza federal con competencia electoral María Servini, salió al paso de los cuestionamientos y aseguró que «en la Argentina no se puede decir que hay posibilidad de fraude».

La magistrada, con amplia trayectoria en procesos judiciales históricos en el país vecino, aseguró al diario La Nación que las palabras de Milei «no se pueden decir y menos en la Argentina, donde las elecciones son serias, no tienen fraude. Puede que haya en alguna provincia o que en alguna mesa nos pase que los fiscales se vendan, pero más de una o dos no puede haber. No cambian una elección. No hay fraude».

En esa línea, Servini recalcó que el sistema electoral trasandino es confiable, «incluso me lo han dicho cuando yo he viajado, autoridades del tema el exterior». Asimismo, aseguró que no recuerda una denuncia mediática de fraude de este nivel en los 31 procesos electorales anteriores.

Con todo, la idea ya está. Habrá que ver si este relato sigue después de las elecciones del 19 de noviembre.

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