El nuevo libro Endgame del biógrafo real Omid Scobie reveló momentos de tensión en la familia real británica previo al fallecimiento de la reina Isabel II. Según Scobie, quien ha mantenido una estrecha relación con el príncipe Harry, el Duque de Sussex no estaba informado sobre la gravedad de la situación de la monarca, y recibió la noticia de su inminente muerte a través de una llamada telefónica recibida por insistencia de Meghan, su esposa.
El 8 de septiembre de 2022, un número desconocido apareció en el teléfono del príncipe Harry, una llamada que normalmente hubiera ignorado. Sin embargo, tras la recomendación de Meghan, atendió la llamada de último minuto, donde su padre, ahora el rey Carlos III, le informó sobre el delicado estado de salud de la reina e instó a Harry a dirigirse inmediatamente a Escocia.
Mientras tanto, el príncipe William, hermano de Harry, ya había conseguido un vuelo para él y otros miembros de la familia real, pero, según alegaciones del libro, no respondió los mensajes de Harry donde le pedía que fueran juntos a ver a su abuela paterna. El silencio entre los hermanos amplía la percepción de una relación fracturada que, según Scobie, parece estar lejos de la reparación, sobre todo después de que Harry ventilara varios secretos de la familia en su autobiografía Spare.
El príncipe William percibe a Harry como un “desertor”, una descripción que resuena con las propias palabras de Harry, quien anteriormente calificó a William como su “archienemigo”. William, por su parte, habría considerado que un ejército de terapeutas le ha lavado el cerebro a su hermano menor.
El libro también describe un momento de angustia y aislamiento para el príncipe Harry, quien, siguiendo instrucciones de su padre, se dirigió solo a Balmoral, sin la compañía de Meghan (Kate Middleton tampoco podía acompañar a William debido al protocolo real). Cuando llegó al castillo en Escocia, la reina Isabel II ya había fallecido.
Esto debido a que el mal clima impidió que Harry pudiera aterrizar a tiempo en Escocia; el equipo de prensa de la realeza intentó retrasar el comunicado del fallecimiento de Isabel II, pero el retraso fue demasiado. Cuando Harry estaba por tocar tierra, notificaciones en su teléfono le dieron la noticia: la Reina Isabel II había muerto, intensificando el sentimiento de aislamiento de Harry dentro de la familia real.
Un amigo íntimo del duque de Sussex compartió lo siguiente sobre cómo afectó a Harry la forma en que su familia lidio con la muerte de Isabel: “Su relación con la Reina lo era todo para él. Ella habría querido que lo supiera antes de que se difundiera. Podrían haber esperado un poco más, no habría sido nada en el gran esquema de las cosas, pero nadie lo respetó en absoluto”.
Cuando Harry finalmente pudo llegar a Balmoral, fue recibido por su tía Ana, quien lo saludo calurosamente y lo condujo a donde se estaba velando el cuerpo de Isabel. El menor de los hijos de Diana de Gales quiso hablar con su padre, pero se le informó que Carlos ya había partido a Birkhall junto a William y Camila; nuevamente, Harry fue excluido de los planes de su familia.
Finalmente, en medio de la catártica experiencia de perder a su abuela y al parecer, a su padre y a su hermano, Harry no encontró razones para seguir en Balmoral, por lo que en cuanto tuvo oportunidad, decidió conseguir un vuelo a través de British Airway y regresar a su hogar con Meghan. Este sólo fue el principio de un difícil drama en la familia real.
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