Un equipo de astrónomos adscrito al Instituto Carnegie para la Ciencia (ICC), de EE.UU., descubrió un inusual sistema planetario en el que un gran planeta gigante gaseoso similar a Júpiter, denominado TOI 5205b, orbita una pequeña estrella enana roja, del tipo M, llamada TOI-5205. Este ‘Júpiter’ presenta una de las proporciones de masa más altas para los planetas que orbitan estrellas enanas de tipo M, con una proporción de masa de casi 0,3 %. Este hallazgo desafía ideas arraigadas sobre la formación de esos planetas, comunicaron este miércoles los especialistas.
Estrellas enanas de tipo M
Las enanas M son las estrellas más comunes en la Vía Láctea: representan casi las tres cuartas partes de nuestra galaxia, aunque no se pueden ver a simple vista. Por su pequeño tamaño, estas estrellas tienden a ser la mitad de calientes que el sol y mucho más rojas. Se caracterizan también por tener luminosidades muy bajas, pero en cambio gozan de vidas extremadamente largas. Las particularidades de su formación hacen muy poco probable que las orbiten planetas gigantes gaseosos. El planeta TOI 5205b fue identificado recientemente por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA.
Un «guisante alrededor de un limón»
«La estrella anfitriona, TOI-5205, es casi cuatro veces el tamaño de Júpiter, pero de alguna manera logró formar un planeta del tamaño de Júpiter, lo cual es bastante sorprendente», dijo Shubham Kanodia, quien dirigió el estudio. Hasta ahora no se había encontrado ningún gigante gaseoso en un sistema planetario alrededor de una enana M de baja masa como TOI-5205 (alrededor de 40 % de la masa del Sol). De hecho, cuando el TOI 5205b, con una masa y un radio similar a Júpiter, cruza frente a su anfitriona, bloquea alrededor del 7 % de su luz, uno de los tránsitos de exoplanetas más grandes que se conozcan.
Según Kanodia, «un planeta similar a Júpiter que orbita alrededor de una estrella equivalente al Sol podría compararse con un guisante que gira alrededor de una toronja. Frente a TOI-5205b, porque la estrella anfitriona es mucho más pequeña, se parece más a un guisante alrededor de un limón». Loa hallazgos se publicaron este miércoles en The Astronomical Journal.
Desafiando las teorías
La teoría más comúnmente aceptada en cuanto a la formación de planetas gaseosos plantea que se requieren alrededor de 10 masas terrestres de material rocoso, en la órbita de las estrellas jóvenes, para que se acumulen y formen un núcleo rocoso masivo. Después, ese núcleo limpia rápidamente grandes cantidades de gas de las regiones vecinas del disco giratorio de gas y polvo, para formar el planeta gigante.
«La existencia de TOI-5205b amplía lo que sabemos sobre los discos en los que nacen estos planetas», explicó Kanodia. «Al principio, si no hay suficiente material rocoso en el disco para formar el núcleo inicial, entonces no se puede formar un planeta gigante gaseoso. Y al final, si el disco se evapora antes de que se forme el núcleo masivo, entonces tampoco se puede formar un planeta gigante gaseoso. Sin embargo, TOI-5205b se formó a pesar de esas barreras. Según nuestra comprensión nominal actual de la formación de planetas, el TOI-5205b no debería existir; es un planeta ‘prohibido'», manifestó la astrónoma.
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