La Inteligencia Artificial General (AGI) se perfila como la futura evolución de esta tecnología, la cual incluso podría emular las capacidades cognitivas humanas. A diferencia de la inteligencia artificial tradicional, que está diseñada para tareas específicas y requiere programación previa, la AGI tiene el potencial de desarrollar máquinas capaces de aprender y resolver problemas de forma autónoma y generalizada.

Y aunque es considerada por algunos expertos como la próxima frontera de la investigación en IA, su desarrollo aún se encuentra en fases iniciales. De hecho, a pesar de los avances y el interés creciente, se estima que su realización práctica podría estar a décadas de distancia, siendo el año 2030 como un horizonte tentativo para logros significativos en este campo.

Y debido a que esta inteligencia buscaría replicar la manera en la que los seres humanos entienden, aprenden y procesan la información, figuras prominentes como Stephen Hawking o Elon Musk han expresado preocupaciones sobre posibles futuros distópicos derivados de un desarrollo irresponsable de la AGI.

Cuál es la diferencia entre la IA y AGI

La principal diferencia entre la IA y la Inteligencia Artificial General reside en el nivel de autonomía y generalidad de las funciones que pueden desempeñar. Mientras que la primera ejecuta tareas para las cuales ha sido expresamente programada, la AGI permitiría a una máquina operar en una amplia gama de actividades sin necesidad de programación específica para cada una de ellas.

Su capacidad va más allá al involucrar juicios, razonamiento en situaciones de incertidumbre, comunicación en lenguaje natural, planificación y aprendizaje.

Este avance representaría un cambio cualitativo en la forma en la que las máquinas interactúan y asisten en tareas humanas, ampliando el espectro de posibilidades en sectores como la salud, el transporte y la seguridad.

La AGI no debe confundirse con la llamada “inteligencia artificial débil” o “estrecha”, que se enfoca en tareas específicas y se ha destacado en aplicaciones como el ajedrez y el procesamiento de lenguaje natural.

Ejemplos recientes incluyen modelos generativos como ChatGPT y DALL-E, que demuestran la capacidad de aprender patrones y estructuras de datos y generar contenido relacionado.

Sin embargo, para los investigadores las matemáticas son una frontera en el desarrollo de la IA generativa y conquistar esta capacidad, donde solo hay una respuesta correcta, implica mayores capacidades de razonamiento que se asemejarían a la inteligencia humana.

Es por ello que a diferencia de una calculadora que puede resolver un número limitado de operaciones, la Inteligencia Artificial General puede generalizar, aprender y comprender.

Actualmente, el campo de la AGI se encuentra en una fase exploratoria, con estudios y prototipos que buscan asentar las bases para futuras implementaciones; sin embargo, el consenso general entre los expertos es de cautela, enfocándose tanto en el potencial de esta tecnología como en el establecimiento de marcos éticos y seguros para su desarrollo.

Open AI avanza en el desarrollo de la AGI

La compañía, que en los últimos días debido a la polémica desatada con Sam Almant, creador de ChatGPT, también estaría concentrando sus esfuerzos en un reciente avance de AGI, el cual ha causado bastante revuelo entre los expertos.

Según los informes de a agencia Reuters y The Information, OpenAI trabaja en un medelo llamado Q* (pronunciado Q Star) que se demostró recientemente internamente y es capaz de resolver problemas matemáticos simples.

Y aunque hacer estas operaciones de primaria puede no parecer impresionante, los informes señalan que, según los investigadores involucrados, podría ser un paso hacia la creación de Inteligencia Artificial General. Que para esta empresa es vista como una tecnología que supera la capacidad humana en la mayoría de las tareas con valor económico.

Según se reporta, varios investigadores escribieron la carta a la junta directiva de esta tecnológica antes del despido a Altman, advirtiendo sobre un poderoso descubrimiento de inteligencia artificial que, según dijeron, podría amenazar a la humanidad.

Mientras varias fuentes citaron la carta como un factor entre una lista más larga de quejas de la junta que llevaron al despido del empresario, entre las que se encontraban preocupaciones sobre la comercialización de avances antes de comprender las consecuencias.

Almant: “empujamos el velo de la ignorancia”

Altman lideró los esfuerzos para hacer de ChatGPT una de las aplicaciones de software de más rápido crecimiento en la historia y atrajo la inversión (y los recursos informáticos) necesarios de Microsoft para acercarse a AGI.

Además de anunciar una serie de nuevas herramientas en una manifestación este mes, Altman bromeó la semana pasada en una cumbre de líderes mundiales en San Francisco diciendo que creía que se estaban vislumbrando importantes avances.

“Cuatro veces en la historia de OpenAI, la más reciente fue en las últimas dos semanas, he estado en la sala, cuando en cierto modo empujamos el velo de la ignorancia hacia atrás y la frontera del descubrimiento hacia adelante, y “Poder hacer eso es el honor profesional de mi vida”, dijo en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico.

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