Un nuevo participante se ha unido a la carrera por crear nuevos motores que nos lleven hasta Marte por debajo de los nueve meses que permiten los sistemas actuales. Se trata de la compañía californiana Helicity Space, que asegura estar desarrollando un novedoso motor de fusión nuclear que acorta el tiempo de viaje al Planeta Rojo a la mitad y que podría estar listo para funcionar en menos de una década.
Helicity acaba de levantar una inversión inicial de cinco millones de dólares de compañías como Airbus Ventures que se destinarán a desarrollar un demostrador de su tecnología. Aunque desde Helicity reconocen que necesitarán recaudar aún más fondos para hacer la prueba definitiva en el espacio.
Este sistema de propulsión nuclear lleva el nombre de Helicity Drive. Si el motor funciona, la compañía asegura que tendrá una amplia gama de aplicaciones espaciales que van más allá de la conquista de Marte, como la propulsión de sistemas de defensa y la minería de asteroides.
«El actual sistema de propulsión espacial es la propulsión química, que tarda nueve meses en llegar a Marte. Helicity Drive hace posible un viaje de ida y vuelta a Marte en menos de cuatro meses, lo que supone un menor esfuerzo para el cuerpo humano», explica para Interesting Engineering el Dr. Stéphane Lintner, cofundador de Helicity Space. Comparada con «las reacciones químicas convencionales utilizadas en los cohetes actuales, la fusión produce 10 millones de veces más energía por unidad de masa de combustible».
Cómo funciona
Aunque el Helicity Drive está basado en la fusión nuclear, sus creadores aseguran que no necesitan esperar a que este tipo de energía sea viable en la Tierra para poder usarla en el espacio. La compañía dice en su página web que ha encontrado un nuevo método para confinar chorros de plasma que es «más compacto y escalable que la fusión magnética convencional o la fusión inercial [láser]». El Helicity Drive funciona creando pequeñas ráfagas de energía de fusión que produce escapes de plasma que se usan para impulsar a la nave espacial. Este método es diferente al que usan los reactores tokamak como el del ITER para producir su energía.
«En comparación con la fisión nuclear, el combustible no es radiactivo, las reacciones son cuatro veces más energéticas por unidad de masa de combustible y el empuje puede generarse directamente a partir de las reacciones de fusión», explica Lintner. «Esto significa que se necesita mucho menos combustible, que los sistemas son mucho más ligeros, que se pueden alcanzar velocidades mucho mayores y que, con un empuje continuo, se pueden conseguir trayectorias más ágiles. Helicity Drive proporciona una opción adicional para viajar largas distancias interplanetarias, abriendo horizontes que hasta ahora no estaban disponibles».
La carrera por los motores nucleares espaciales
Helicity no es la única compañía que anda detrás de domar la energía nuclear para revolucionar los vuelos espaciales. Este tipo de motores promete recortar drásticamente el tiempo de los viajes interplanetarios, evitando así el riesgo que supone para los astronautas la exposición prolongada al peligroso entorno espacial.
La NASA anunció recientemente un acuerdo con Darpa, el brazo de investigaciones avanzadas del Pentágono, para lanzar un cohete nuclear al espacio antes de 2027. Este motor utiliza el calor de reacción de fisión nuclear (propulsión termonuclear) para lograr el empuje necesario para vencer la gravedad terrestre y moverse por el cosmos a mayor velocidad que los sistemas de propulsión químicos.
Otra compañía que ha hecho avances con este tipo de propulsores es la británica Pulsar Fusion, que asegura haber iniciado ya la construcción de un motor de fusión nuclear que es capaz de alcanzar velocidades de hasta 800.000 km/h. Esto, dicen, supondría reducir a la mitad el tiempo de viaje a Marte o recortar a dos años —en lugar de 10— el tiempo de viaje a Titán, la luna de Saturno.
Viajes a Marte en 45 días
Otras compañías prometen motores aún más potentes que pueden reducir el tiempo de viaje todavía más: a solo 45 días. La empresa estadounidense Ad Astra Rocket Company —fundada por el exastronauta de la NASA Franklin Chang Díaz— asegura estar desarrollando un motor eléctrico nuclear que podría propulsar una nave espacial hasta Marte en mes y medio. Aunque el proyecto de Ad Astra está arrastrando últimamente problemas de financiación.
Lo mismo aseguran del motor de la Universidad de Florida que está financiado por la NASA. Se trata de un motor de propulsión dual nuclear térmica y eléctrica que puede, en teoría, impulsar grandes naves para tripulaciones humanas, con suficientes equipos y materiales para establecer bases temporales en la superficie marciana, así como en las lunas y los planetoides del sistema solar.
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